"El problema más grande en la crisis global es que no se les cae una idea", dijo Cristina
La Presidenta dijo que "uno de los problemas más grandes en la crisis económica global es que no se cae una nueva idea". Fue al inaugurar la "Cátedra Argentina" en la Universidad de Georgetown. (Foto: Cadena3)
"Uno de los problemas más grandes en la actual crisis económica internacional es que no se cae una nueva idea, y si la hay es que no se la quiere ver, porque no se quieren perjudicar ciertos intereses", afirmó.
Además, al responder una consulta de uno de los estudiantes presentes, la jefa de Estado señaló que "si realmente la inflación argentina fuera del 25% como algunos dicen, el país estallaría por los aires y no podríamos sostener el crecimiento ni la incorporación de millones de excluidos".
"Este modelo económico, a diferencia de lo que fue en los `90, no tiene metas de inflación sino de crecimiento. Cuando hay alto crecimiento hay mayor inflación, pero no las cifras inconsistentes y absurdas que nadie puede explicar. El único que tiene la estructura científica para medir la inflación además es el Indec", enfatizó.
En ese sentido, Cristina aseguró que "con la expansión monetaria, la mayor que se ha hecho, la inflación del 2% en Estados Unidos es irreal", y les preguntó a los estudiantes presentes si creían en esa cifra, y que la compararan entonces con cuánto les "aumentaba la cuota de la universidad o los pasajes".
En alusión a la inflación, la Presidenta remarcó que es "una de las claves tal vez de por qué no pueden (los europeos) salir de la crisis", porque en Estados Unidos "tienen en el ADN la crisis del `30, con la gran recesión, y en Alemania la crisis de la hiperinflación que creen que llevó al nazismo".
Al inicio de su alocución en el edificio Colpley del campus de la Georgetown University -ubicada al oeste de la capital estadounidense-, Cristina expuso brevemente sobre el derrotero histórico de la historia argentina, trazó paralelismos con la historia norteamericana, y luego respondió preguntas de los más de 200 asistentes presentes, muchos de ellos estudiantes de la casa de altos estudios.
Allí recordó la crisis del 2001 en nuestro país y el corralito financiero, que "terminó siendo pagado hace pocos meses sin pedir uno sólo céntimo de dólar prestado", y opinó que aquel colapso lo ve "todo desgraciadamente parecido para los hermanos de la eurozona" a lo que ocurre en Europa.
Ante otra de las preguntas de alumnos, la Presidenta remarcó "no tener animosidad en contra del FMI sino una visión crítica", aunque consideró que "hay contra la Argentina una suerte de ensañamiento por parte del FMI porque es el mal alumno, un mal ejemplo".
"En lo que se pensó que debía ser el FMI en el Tratado de Bretton Woods, si uno lee las obligaciones, tendría que repasar a toda su dirección o cambiar su carta orgánica. ¿Cómo miden las estadísticas aquí, o en Grecia, España o Portugal? Detrás de todo esto hay una cuestión profundamente política de castigar a los que son un mal ejemplo para ellos", añadió.
En ese sentido, la mandataria dijo que "muchos países emergentes sienten que el FMI es un árbitro a favor de los países más desarrollados, que fueron precisamente los que generaron la crisis".
Durante otro pasaje de la disertación, uno de los estudiantes consultó a la Presidenta sobre su relación con los medios, y respondió: "Con la prensa hablo mucho, no lo hago a través de regulares conferencias de prensa. A veces allá algunos periodistas, cuando no les gustan las respuestas, se ponen a gritar, y una vez hasta nos patearon la puerta de la sala de prensa de la Casa de Gobierno", recordó.
"La tarea de un gobernante no es contestar a los medios, lo que debe garantizar es la publicidad de los actos de gobierno. En Estados Unidos la prensa dice claramente con quien se alinea, y eso hace a la defensa del que lee. Esto en mi país no sucede, vos hablás con los periodistas y son todos independientes, cuando en realidad son independientes solo de los Reyes de España, nadie es independiente", sostuvo.
Además, recordó que fue ella quien impulsó la eliminación del Código Penal de la figura de "calumnias e injurias", y que ahora los trabajadores de prensa "pagan con dinero" si hipotéticamente causan algún daño, pero "no con su libertad".
Al concluir, Cristina llamó a tener "una percepción más amplia del mundo", y que se debe "aceptar que hay gente que quiere vivir de otra manera", en alusión al mundo islámico, ya que "es clave para entender el mundo actual y vivir en un mundo más seguro".
"En la medida en que podamos aceptar que gente quiere vivir en forma diferente, sin agredirnos a nosotros ni nosotros a ellos tampoco, muchos de los problemas se van a poder desatar, y se volverá a rescatar un valor que fue el que informó a toda la civilización occidental, que fue el de la igualdad", subrayó.
Acompañaron a la Presidenta el canciller Héctor Timerman, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro; el presidente de la Corporación América, Eduardo Eurnekian; y el titular del centro de estudios latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, Erick Langer.
En el ingreso al salón, la comitiva argentina daba a los estudiantes el cuadernillo sobre Malvinas elaborado por la Cancillería, en versión inglés y español, titulado "La cuestión Malvinas. Una historia de colonialismo. Una causa de las Naciones Unidas".
Télam
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