Yuri se adaptó sin problemas en la reserva de La Cumbre

Escuchá el audio | Lo indicó a Cadena 3 Alejandra Juárez, del Refugio del Carayá. Dijo que el simio tuvo sexo y se integró con sus pares. Fue incautado la semana pasada a una familia que lo tenía domesticado.

Tras algunas horas en el Zoo de Córdoba, Yuri fue derivado a la Reserva de Monos Carayá en La Cumbre, donde "está muy bien e integrado", según contó Alejandra Juárez encargada del lugar.

En diálogo con Cadena 3 Juárez dijo que para saber en qué grupo integrarlo "se buscaron entre los monos que tenían las mismas características".

"Fue muy rápida la adaptación que tuvo", dijo al tiempo que reveló que el simio "ya tuvo sexo con una hembra".

La familia de Rubén Rodríguez, a quienes se les decomisó el mono, se presentó en la reserva para visitarlo, pedido al cual Alejandra accedió.

"Cuando los monos lo vieron a este hombre, se le vinieron todos, menos el mono de él", señaló sobre el reencuentro.

"Una de las monitos, que le decimos Pulpo se quiso subir a la cabeza de este hombre y Yuri la agarró de la cola y se la llevó con él porque era la monito con la que había tenido sexo", añadió.

"Le pregunté a Rubén: ¿'Qué opinás'? y él me dijo: 'Sé que está bien, pero la voy a pelear porque tengo que ganar. Me lo tengo que llevar a mi casa, aunque después te lo traiga al otro día'".

Consultada sobre el amparo que presentará el abogado, Carlos Nayi, que patrocina a la familia, Alejandra dijo: "Esta mañana me llamó y me estaba grabando, porque a toda costa quería que le dijera que Yuri estaba mal".

Alejandra Juárez reconoció que el monito estaba bien cuidado: "Esta gente hizo un muy buen trabajo con el mono, porque sino se hubiese muerto. Pero, a los 4 años el mono tiene cambios hormonales, quiere tener sexo y se torna agresivo".

Alejandra indicó que tiene 160 monos en la reserva y comentó que "ya hay 13 grupos, que viven en libertad. "Hay segunda generación de carayás", añadió.

"Si le entregan el mono, va a abrir un precedente y todo el mundo se va a sentir con derecho a tener un mono. Es una barbaridad", completó.

Alejandra contó asimismo la dramática historia por la que pasan estos monitos a quienes le matan toda su familia para secuestrarlos y luego venderlos.

"Hay monitos que llegan con las manitos quebradas porque para arrancárselos a las madres les tienen que quebrar las manos".

"Espero que esto no termine mal y que la gente reflexione", concluyó.

Cadena3