Santa Rosa | El empresario Rosón fue golpeado y herido en su casa por tres encapuchados. "Esto es un aprite exprés", sostuvo
Recibió una golpiza en su casa, en Horneros 5259 en Lowo Che. Lo atacaron ayer a las 7 de la mañana, cuando salía. Fueron tres hombres, con pasamontañas y guantes. Lo agredieron con las culatas de las armas. (Foto: El Diario LP)
"Sangraba a chorros", dijo. Es el empresario que denunció que el Gobierno provincial le liquida mal los contratos. Consideró que fue "un apriete", aunque no responsabilizó a nadie en particular.
Néstor Rosón ofreció una conferencia en su empresa, Multisevicios Roson. Brinda tareas de limpieza en organismos públicos. Tiene contratos con el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Ejecutivo.
Con el Goberno provincial mantiene una disputa por la liquidación de los contratos: aunque le reconocen los mayores costos originados en el aumento de los sueldos por las paritarias, Rosón dice que no le dejan incluir los impuestos.
Rosón -que tiene 115 empleados y hace cuatro años que sostiene esta disputa- reveló que en la mañana de este lunes fue atacado por desconocidos. "Iba a acomodar una caja en la camioneta y me agarraron del hombro. Me di vuelta y pude ver una persona que tenía una pasamontañas", dijo.
Estaba en la casa de su pareja en el barrio Lowo Ché y con el hijo de su pareja, que se estaba vistiendo para ir al colegio. Contó que le empezaron a golpear. Y que no le dijeron nada. "No se veia piel. Tenian guantes. Ví una 9 milímetros. Me pegaban con la culata de las armas. Yo agarré una y me seguian pegando", describió.
Lo que le dijo el único atacante que hablaba era "quedate quieto, quedate quieto". Rosón consideró que "eran extremadamente profesionales. No se les escapó un tiro, hubo un forcejeo. Si se les escapa un tiro dejaban una prueba", agregó.
El empresario dijo que eran personas "de un metro setenta y cinco, unos setenta kiulos, 25 años. No eran fuertes físicamente, pero eran atléticos. Sabian usar la fuerza", dijo. Criado en el campo, Rosón se describió como fuerte, pero que igual lo redujeron dos veces con cierta facilidad.
Terminó con la cabeza herida. "Sangraba a chorros", apuntó. Se mostró vendado y con su rostro con moretones. El ataque duró "un minuto, un minuto y medio", calculó el empresario. Le gritó al hijo de su pareja que pidiera ayuda, pero estaba "shockeado".
Ahora tiene custodia. "Esto es un aprite exprés. Quieren meterme miedo, pero no lo van a lograr", dijo.
El Diario LP
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