Santa Rosa | Trata: fiscal pidió 10 años de prisión para dueños de tiendas
El fiscal Jorge Bonvehí pidió este martes a la tarde una condena de 10 años de prisión a dos dueños de tiendas de ropa de Santa Rosa: según dio por probado, sometieron al trabajo esclavo a dos mujeres bolivianas. La defensa, a cargo de Gastón Gómez, dijo que son inocentes y reclamó la absolución. (Foto Diario Textual)
Los alegatos se desarrollaron esta tarde en el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa. Adolfo Marín Carapi y Josefina Muruchi Vilca llegaron al banquillo de los acusados porque, según manifestó la fiscalía, son dueños de Tiendas Moda Marín, situada a media cuadra de la plaza San Martín, sobre la calle Gil, donde sometieron a trabajo esclavo a dos mujeres, una de ellas de 15 años de edad.
Este caso se conoció en septiembre de 2011. Las víctimas fueron M.P.A. -en ese momento de 15 años de edad- y B.V.C.
La adolescente y la otra mujer provenían de una familia sumamente pobre, del pueblo de Cala Cala. Es un pueblo de 60 habitantes de Bolivia, dedicados a la agricultura.
Josefina Muruchi Vilca las contactó en Bolivia. Les prometió un salario de 900 pesos para trabajar en la tienda.
Cada pasaje desde Bolivia a Santa Rosa tuvo un costo de 600 pesos. Los pagó Vilca y acordaron que las dos chicas iban a devolverlo con el trabajo.
Ya en Santa Rosa, siempre según la acusación, se cambiaron las condiciones: además de trabajar en la tienda -de 8 a 12.30 y de 16 a 21, desde el lunes al sábado- debían limpiar la casa de los dueños y cuidar a los niños.
Según la fiscalía, vivían todos juntos en la casa de la calle Gil: las dos chicas, más la pareja dueña de la tienda, sus dos hijos y un bebé (hijo de Adolfo y una amante).
Estuvieron 20 días en esas condiciones. Un día, Adolfo se enojó con B.B.C.: le cuestionó que hubiera estado, presuntamente, averiguando sobre sus relaciones extramatrimoniales. La echó.
B.V.C. pretendió irse también con la adolescente de 15 años. Pero los dueños de la tienda no permitieron que la retiraran: argumentaron que la madre de la chica les había pedido que no la dejaran salir sola.
Muruchi Vilca fue acusada de captación, transporte y acogimiento. En tanto, según Bonvehí, Marín es coautor del transporte y acogimiento de estas mujeres.
La acusada dijo que, en el momento de los hechos, estaba separada de Marín. Dijo que no vivían en la misma casa y que la tienda de la Gil es solo de ella. También expresó que su expareja no tenía nada que ver con el manejo de la tienda y que no llegó a pagarles porque las chicas hacía solamente "dos semanas" que trabajaban en ese lugar.
El defensor Gastón Gómez atacó la investigación -dijo que era una "barbaridad" el expediente- y reclamó la absolución de ambos acusados.
Diario Textual
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