Santa Rosa | Un centenar de chicos son rehabilitados con la equinoterapia
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2013/06/santa-rosa-un-centenar-de-chicos-son.html
Por Fernanda de Guadalupe González * | Más de 100 jóvenes, niños y adultos con diferentes discapacidades y de bajos recursos se tratan en la Asociación de equinoterapia y equitación terapéutica "El Zorzal".(Foto: WEB)
Hace dos años que se encuentran realizando esta actividad en la provincia, y se sustentan a base de donaciones de todos aquellos que puedan y quieran dar. Los voluntarios y profesionales a cargo se reúnen cuatro veces por semana en el predio "La Rural", para dar su ayuda a estos chicos en su rehabilitación.
Con nervios, entre risas, y a veces llantos, los niños emprenden el camino de la recuperación de su vida. Con la ayuda de los profesores a cargo van integrando al jinete al intrigante pero muy satisfactorio mundo hípico.
El equipo interdisciplinario de La” Asociación Pampeana “El Zorzal” de Equino-terapia y Equitación Deportiva”, es una entidad sin fines de lucro. Que dedican su tiempo a ayudar a personas con alguna discapacidad, enfocándose en los más carenciados y de bajos recursos sin límites de edad. Desde hace tiempo este grupo de profesionales y voluntarios se juntan en el predio “La Rural” de Santa Rosa, para compartir buenos momentos repletos de risas con amigos.
Comienzan con un “no puedo” que revertirán con trabajo y esfuerzo por un “sí se puede”. La equinoterapia es un método terapéutico que utiliza al caballo para la rehabilitación, integración y desarrollo físico, psíquico, emocional y social de la persona. Según los expertos, el contacto con el animal logra mejoras en el aspecto educativo y logra avances de niveles cognitivos, comunicativos, neuromusculares y de personalidad. También se brinda contención y capacitación a las familias, quienes refuerzan el vínculo con el niño tratado.
En la página oficial de la asociación (http://www.equinoterapialp.com.ar) y en las voces de sus profesionales se encuentra la explicación de cuáles son los beneficios de esta actividad al aire libre. Con ella se pretende lograr momentos de bienestar que se prolongue a lo largo del tiempo, simplemente que “la pasen bien”. El interés por el mundo exterior y su propia vida aumenta. Y cuando se presenten a momentos de riesgo tendrán la capacidad de superarlos. Hay una evolución de su inteligencia emocional, mejora su conducta, apacigua la ansiedad y su autoestima mejora. También la confianza y concentración. Por otro lado, en lo que respecta en la comunicación, logra mejoras en el vocabulario, ya sea con gestos u oral. Y en lo que se refiere al físico, fortalece la musculatura, mejora el equilibrio y la capacidad respiratoria.
Este programa es dirigido a discapacitados de cualquier patología sin límite de edad, ya sea por enfermedades congénitas, consecuencia de enfermedades crónicas. Además se tratan diferentes tipos de parálisis, Síndrome de Down. También está recomendado para pacientes que sufren esclerosis Múltiple, Trastornos Generalizados del Desarrollo como Autismo, Psicosis, Mal de Alzheimer, Atrofia Cerebral, depresión, entre otras patologías.
Hace dos años que se encuentran realizando esta actividad en la provincia, y se sustentan a base de donaciones de todos aquellos que puedan y quieran dar. Los voluntarios y profesionales a cargo se reúnen cuatro veces por semana en el predio "La Rural", para dar su ayuda a estos chicos en su rehabilitación.
Con nervios, entre risas, y a veces llantos, los niños emprenden el camino de la recuperación de su vida. Con la ayuda de los profesores a cargo van integrando al jinete al intrigante pero muy satisfactorio mundo hípico.
El equipo interdisciplinario de La” Asociación Pampeana “El Zorzal” de Equino-terapia y Equitación Deportiva”, es una entidad sin fines de lucro. Que dedican su tiempo a ayudar a personas con alguna discapacidad, enfocándose en los más carenciados y de bajos recursos sin límites de edad. Desde hace tiempo este grupo de profesionales y voluntarios se juntan en el predio “La Rural” de Santa Rosa, para compartir buenos momentos repletos de risas con amigos.
Comienzan con un “no puedo” que revertirán con trabajo y esfuerzo por un “sí se puede”. La equinoterapia es un método terapéutico que utiliza al caballo para la rehabilitación, integración y desarrollo físico, psíquico, emocional y social de la persona. Según los expertos, el contacto con el animal logra mejoras en el aspecto educativo y logra avances de niveles cognitivos, comunicativos, neuromusculares y de personalidad. También se brinda contención y capacitación a las familias, quienes refuerzan el vínculo con el niño tratado.
En la página oficial de la asociación (http://www.equinoterapialp.com.ar) y en las voces de sus profesionales se encuentra la explicación de cuáles son los beneficios de esta actividad al aire libre. Con ella se pretende lograr momentos de bienestar que se prolongue a lo largo del tiempo, simplemente que “la pasen bien”. El interés por el mundo exterior y su propia vida aumenta. Y cuando se presenten a momentos de riesgo tendrán la capacidad de superarlos. Hay una evolución de su inteligencia emocional, mejora su conducta, apacigua la ansiedad y su autoestima mejora. También la confianza y concentración. Por otro lado, en lo que respecta en la comunicación, logra mejoras en el vocabulario, ya sea con gestos u oral. Y en lo que se refiere al físico, fortalece la musculatura, mejora el equilibrio y la capacidad respiratoria.
Este programa es dirigido a discapacitados de cualquier patología sin límite de edad, ya sea por enfermedades congénitas, consecuencia de enfermedades crónicas. Además se tratan diferentes tipos de parálisis, Síndrome de Down. También está recomendado para pacientes que sufren esclerosis Múltiple, Trastornos Generalizados del Desarrollo como Autismo, Psicosis, Mal de Alzheimer, Atrofia Cerebral, depresión, entre otras patologías.
Matías Baldone: “ver la evolución de los chicos te llena el alma”
Con objeto de seguir conociendo esta disciplina se le hizo una entrevista al instructor de equitación terapéutica y deportiva, el profesional Matías Baldone, presidente de la asociación. Fue campeón de equitación a nivel nacional y ahora se dedica lo que más le gusta en la vida, trabajar con sus caballos y ayudar a los demás. “Ver la evolución de los chicos te llena el alma” dice Matías.
Dentro del predio se podía ver recorrer el lugar en el lomo de un caballo a los niños, que levantaban los brazos hacia el cielo como si pudieran tocarlo. Con una sonrisa en su rostro el “Profe” seguía contando, “los caballos deben estar bien tratados, para que puedan dar lo mejor. Tienen que comer bien, tener herraduras nuevas siempre y visitar periódicamente el veterinario”.
Esta vez les tocó a los chicos solos, siempre con la compañía del instructor al lado de ellos, pueden seguir arriba del animal haciendo el recorrido marcado .De esta manera continua de explicar que es mucho mejor que haya la menor gente posible dentro del lugar donde se trabaja con los chicos, ya que el animal se puede poner nervioso y se producirían accidentes evitables.
Entre el grupo de profesionales que integran “El Zorzal” se encuentra el tesorero que lleva las cuentas de las donaciones; el psicólogo, quien recibe las planillas de las patologías de cada uno y así lleva las anotaciones de las evoluciones y mejoras de los pacientes, y también concurren personas que han estudiado específicamente para tratar con chicos que tengan discapacidades. Por otro lado, están los voluntarios, quienes de motus propio concurren a las clases y ayudan sin pedir nada a cambio.
Como ya se había mencionado antes, “el profe” recalca que “no se cobra cuota para asistir a la actividad, se reciben donaciones de quienes puedan darlas y si no, no. Nosotros tenemos como objetivo ayudar a los más carenciados. Y quienes más tengan y quieran dar, con eso sustentar todo”. “Fueron 100 chicos los que atendimos el año pasado”, añadió Matías.
Hoy en día atienden a 23 por clase y trabajan martes, jueves, viernes y sábados. “En este último tiempo agregamos sucursales en Rancul y Macachín”, agrega. Con un gran entusiasmo cuenta que la equinoterapia en La Pampa ha dado grandes frutos. Y como novedad agregaran una clase exclusiva para la gente de la tercera edad, pero eso todavía está en formación.
Sus mejores amigos, los caballos:
La asociación cuenta con siete caballos, sin ninguna raza en especial. Pero si con un entrenamiento meticuloso constantemente. Deben ser cepillados y bañados diariamente y varias veces al día. Comen alfalfa y alimento balanceado tres veces por jornada. Y se los lleva a una chacra de tres a cuatro meses a descansar y poder dispersarse, para que no se agobien con el ruido de la ciudad. En la actividad usan tanto yeguas como caballos.
Historia de vida:
Sin nervios y con total soltura María Eugenia de dos años y medio, cabalga subida al lomo del caballo, su preferido “Felipe”. Con quien entablo una estrecha relación ni bien lo conoció.
Su profesor cuenta que su rehabilitación fue conmovedora. María llego a “El Zorzal” sin poder moverse con mucha facilidad. Su discapacidad es síndrome de Down con problemas motrices. Hoy, después de un gran proceso, la niña camina con más estabilidad. Ha mejorado en su habla y su ánimo es mejor cada día. Al finalizar la clase María no quiere irse y rompe en llanto. Dice que no quiere dejar a su amigo solo. Y el profe conmovido la deja dar otra vuelta más. Esta niña de rizos de oro y ojitos brillantes enseña que “si se puede” a pesar de todo y de todos.
Con objeto de seguir conociendo esta disciplina se le hizo una entrevista al instructor de equitación terapéutica y deportiva, el profesional Matías Baldone, presidente de la asociación. Fue campeón de equitación a nivel nacional y ahora se dedica lo que más le gusta en la vida, trabajar con sus caballos y ayudar a los demás. “Ver la evolución de los chicos te llena el alma” dice Matías.
Dentro del predio se podía ver recorrer el lugar en el lomo de un caballo a los niños, que levantaban los brazos hacia el cielo como si pudieran tocarlo. Con una sonrisa en su rostro el “Profe” seguía contando, “los caballos deben estar bien tratados, para que puedan dar lo mejor. Tienen que comer bien, tener herraduras nuevas siempre y visitar periódicamente el veterinario”.
Esta vez les tocó a los chicos solos, siempre con la compañía del instructor al lado de ellos, pueden seguir arriba del animal haciendo el recorrido marcado .De esta manera continua de explicar que es mucho mejor que haya la menor gente posible dentro del lugar donde se trabaja con los chicos, ya que el animal se puede poner nervioso y se producirían accidentes evitables.
Entre el grupo de profesionales que integran “El Zorzal” se encuentra el tesorero que lleva las cuentas de las donaciones; el psicólogo, quien recibe las planillas de las patologías de cada uno y así lleva las anotaciones de las evoluciones y mejoras de los pacientes, y también concurren personas que han estudiado específicamente para tratar con chicos que tengan discapacidades. Por otro lado, están los voluntarios, quienes de motus propio concurren a las clases y ayudan sin pedir nada a cambio.
Como ya se había mencionado antes, “el profe” recalca que “no se cobra cuota para asistir a la actividad, se reciben donaciones de quienes puedan darlas y si no, no. Nosotros tenemos como objetivo ayudar a los más carenciados. Y quienes más tengan y quieran dar, con eso sustentar todo”. “Fueron 100 chicos los que atendimos el año pasado”, añadió Matías.
Hoy en día atienden a 23 por clase y trabajan martes, jueves, viernes y sábados. “En este último tiempo agregamos sucursales en Rancul y Macachín”, agrega. Con un gran entusiasmo cuenta que la equinoterapia en La Pampa ha dado grandes frutos. Y como novedad agregaran una clase exclusiva para la gente de la tercera edad, pero eso todavía está en formación.
Sus mejores amigos, los caballos:
La asociación cuenta con siete caballos, sin ninguna raza en especial. Pero si con un entrenamiento meticuloso constantemente. Deben ser cepillados y bañados diariamente y varias veces al día. Comen alfalfa y alimento balanceado tres veces por jornada. Y se los lleva a una chacra de tres a cuatro meses a descansar y poder dispersarse, para que no se agobien con el ruido de la ciudad. En la actividad usan tanto yeguas como caballos.
Historia de vida:
Sin nervios y con total soltura María Eugenia de dos años y medio, cabalga subida al lomo del caballo, su preferido “Felipe”. Con quien entablo una estrecha relación ni bien lo conoció.
Su profesor cuenta que su rehabilitación fue conmovedora. María llego a “El Zorzal” sin poder moverse con mucha facilidad. Su discapacidad es síndrome de Down con problemas motrices. Hoy, después de un gran proceso, la niña camina con más estabilidad. Ha mejorado en su habla y su ánimo es mejor cada día. Al finalizar la clase María no quiere irse y rompe en llanto. Dice que no quiere dejar a su amigo solo. Y el profe conmovido la deja dar otra vuelta más. Esta niña de rizos de oro y ojitos brillantes enseña que “si se puede” a pesar de todo y de todos.
*Alumna de la Licenciatura de Comunicación Social, de la UNLPam. Trabajo práctico del Taller de Gráfica I (profesora Paula Pedelaborde y ayudantes Gustavo Silvestre Luengo y Soledad García). Nota cedida por la cátedra.
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