Río de Janeiro, encantado con los gestos de Francisco

Son sus gestos los que impactan y dejan huella profunda en los miles de fieles que tienen por estos días en Río de Janeiro la oportunidad de ver al Papa Francisco.
 

Ver al jefe de la Iglesia Católica del mundo en un auto simple, con las ventanillas bajas, seguido de dos autos de custodia que duplicaban el valor de aquel, causó una impresión imborrable en quienes se alinearon a lo largo del recorrido de la caravana.
 

Un Papa que pide permiso para llegar al corazón de los brasileños, un corazón al que ya conquistó cuando afirmó hace pocos días que las manifestaciones que sacuden a todo Brasil, son justas según el Evangelio.
 

Un Papa que afirmó que no trae oro ni plata, sino que trae a Jesucristo, y que tal vez por ello no recibió formalmente todavía las medallas de oro, plata y bronce que pretendía presentarle esta mañana un funcionario de la Casa de la Moneda.
 

Gestos, palabras sencillas y directas, caracterizan al sucesor de Pedro. Tal como lo expresa el teólogo Roberto Dodaro, de Roma: "Un simple gesto no siempre es un simple gesto, cuando se trata de un papa". Y agrega: “El papa Benedicto era música clásica, el papa Francisco es folclore. Las dos son bellas, pero son diferentes tipos de música".
 

Frente a la Residencia donde descansa el Papa, el padre Jorge - como Bergoglio, aclara orgulloso- de la parroquia de Ipanema afirma estar "encantado con este papa carismático, que habla con los gestos, con el rostro, con gestos simples, que lleva su propia maleta, que forma fila. Un hombre que abre la ventanilla de su automóvil. Es un hombre que habla con gestos. Nosotros los brasileños estamos encantados con el Papa que ustedes, los argentinos, nos han dado". 

 

Cadena3