Santa Rosa | Pegatina de afiches: piden cambiar norma

Los concejales del Frepam pidieron modificar, en medio de la campaña electoral para las primarias de agosto, la ordenanza que regula la colocación de afiches en la vía pública en Santa Rosa. (Foto Sólo Ilustrativa)

Esta norma fue aprobada por unanimidad en 2011, impulsada por el propio Frepam. Pero ahora reconocieron grietas, entre ellas que las multas son simbólicas. Y piden subsanarlas.

Entre otros puntos, según dijeron desde el Frepam, con la actual ordenanza se considera al espacio público urbano "en sentido restringido, no preservando algunas expresiones del espacio como los murales en paredones privados"; no ofrece lugares alternativos de propaganda para uso democrático en época electoral y uso propagandístico durante todo el año; no establece el necesario consenso periódico de los actores de publicidad callejera, para lograr la meta más ambicionada de la norma: la autolimitación del uso del uso del espacio público; no establece la reparación del daño; la multa vigente es casi simbólica y no tiene actualización; y no se establece el destino de los fondos recaudados por multas a la norma.

"La política hacia el Espacio Público Urbano (EPU) tienen un aspecto netamente vinculado a la higiene urbana y otro vinculado más bien a la diversidad de expresiones sociales, culturales, artísticas, políticas, comerciales, religiosas, ideológicas y de todo tipo que conviven en la ciudad. Sin duda es una cuestión de gran complejidad", sostuvieron en un comunicado de prensa.

"Buena parte del concepto de ciudad democrática e inclusiva, tiene que ver con cómo la Sociedad y el Gobierno locales administran la calidad, el acceso, uso y goce, del EPU", sostuvieron.

La ordenanza fue sancionada por unanimidad en abril del 2011, previa reunión pública con sectores vinculados a la propaganda callejera provenientes de agencias de propaganda, particulares, y partidos políticos. Fue promulgada a los pocos días.

El Frepam expresó que, en el aspecto operativo, la ordenanza 4358 sirvió para producir algún grado de autolimitación en el uso de la propaganda callejera, sobre todo la más abigarrada, coincidente con las campañas electorales de 2011 (internas y generales). El aspecto punitivo no se efectivizó.

Actualmente no se aplica. El Frepam sostuvo que es suficiente salir a la calle para ver columnas de alumbrado, refugios de colectivos, cordones de veredas, murales artísticos, muros de edificios públicos y superficie de las calles, gavetas de telefonía, e incluso señales y estructuras de señalamiento del tránsito, ocupadas con afiches y pintadas.

"En los hechos la no aplicación tiene varias consecuencias", dijeron los concejales. "Destacamos dos de ellas: en primer lugar, se cae en fortalecer 'la ley del más fuerte', es decir, quien tenga más capacidad de utilizar el EPU como lugar para desplegar su propaganda (por lo general esta capacidad significa poseer una alta capacidad económica para financiar la acción) termina usando lo de todos para un propósito personal o sectorial, y el Estado debe luego limpiar (con el costo a cargo del presupuesto público) para así mantener la higiene del EPU. Ocurre que en realidad se repite el ciclo y lo que hace el Estado es preparar la superficie para una nueva y más efectiva ocupación".

"En segundo lugar –prosiguieron los concejales- se logra un mensaje de que la degradación del EPU está tolerada por el Estado y entonces si fulano puede realizar una acción violatoria, hacer lo mismo o algo un poco peor, también debe ser tolerado, disparándose el mecanismo de violación generalizada. Ocurre así que el mismo Estado es el que conduce a una situación de desprecio hacia lo público en general, cuestión que conlleva una escala de valores vinculados a las sociedades no solidarias".

 

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