Winifreda | Joven winifredense acosada telefónicamente desde una cárcel mendocina
La winifredense Daiana Toranzo, de 21 años, se siente intranquila después de haber hablado telefónicamente con una persona privada de su libertad y que se comunicó con ella desde una unidad carcelaria de Mendoza.
El individuo se identificó con nombre y apellido, le dijo que otra persona, a la que no delató, le había pasado su número telefónico y le pidió a la joven una foto suya en paños menores. Todo comenzó el miércoles a las 18 cuando Daiana recibió en su celular un SMS que decía: "Hola, tengo tu número y un mensaje tuyo", que provenía de un número telefónico desconocido y que quedó grabado en la memoria de su aparato.
"Es imposible, no te conozco", respondió la mujer desde su casa. "Te voy a ser sincero, a mí me pasaron tu número y estoy preso. Quería hablar con vos porque la vida en este lugar no es fácil. Además, tengo una foto tuya y veo que sos muy linda", le mensajeó el reo.
"No podía creer lo que me estaba pasando, al principio creí que alguien me estaba haciendo una broma y le mostré los mensajes a mi mamá. Mis amigos me aconsejaban que me quedara tranquila, pero que diera aviso a la policía. El jueves me acerqué a la comisaría confiada en que me podían ayudar. Anotaron el número de teléfono que quedó registrado en mi celular y me dijeron que iban a investigar", relató Daiana.
El jueves a las 22 más mensajes ingresaron al móvil de la vecina, pero esta vez provenientes de otro número telefónico que tampoco tiene agendado. De pronto, el celular empezó a sonar y ella atendió.
"Era la misma persona y me pasó con un compañero de celda, que era una persona mayor, para demostrarme que realmente se encuentra preso. En ese momento escuché su voz por primera vez y me contó que tiene 20 años, se llama Luciano Hugo Antunez y que había sido condenado a cuatro años de prisión por cometer un robo con arma de fuego. Me dijo que había salido a robar porque su mamá necesitaba entre 3 mil y 5 mil pesos para una operación y me hablaba desde una cárcel de San Rafael, Mendoza", relató Daiana.
"No podía creer todo lo que estaba escuchando y le pregunté cómo hacía para hablar a esa hora sin que nadie lo vea y me respondió que tienen escondidos chips y un celular. Además, me dijo que no tenía nada para ocultar, por eso me dio su identificación", agregó.
"Quedé totalmente shockeada más cuando empezó a pedirme que le enviara fotos mías totalmente desnudas. Esa noche no pude dormir porque el teléfono sonaba sin parar y lo tuve que apagar obligada", acotó.
Exposición.
El viernes, Daina se comunicó con un amigo suyo que es policía en Santa Rosa y le dio la identificación del individuo. El uniformado hizo las averiguaciones correspondientes y confirmó que efectivamente está preso en la provincia cuyana.
Por segunda vez Daiana concurrió a la dependencia local donde radicó una exposición. "El oficial que me atendió me dijo que si este acoso sigue voy a tener que radicar una denuncia y en ese caso me van a secuestrar mi celular para hacerle las pericias pertinentes. Ojalá que todo esto se termine, tengo mucho miedo porque esta persona me dijo que le faltan dos años para quedar libre y quiere irse a vivir a otra provincia para olvidar todas las cosas malas que hizo. No sea cosa que venga para acá. No estoy inventando nada, esto me está pasando", concluyó Daiana.
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