Argumentos a favor y en contra de una devaluación

Escuchá los audios | En diálogo con Cadena 3, Jorge Ingaramo, ex IERAL, y Alfredo Zaiat, de Página/12, discreparon sobre ese tema. El primero propuso llegar a octubre con un dólar a $ 7; el segundo se opuso.

Visiones contrapuestas sobre la conveniencia de una devaluación del peso expresaron ayer, en sendos diálogos con Cadena 3, los economistas Jorge Ingaramo, ex Fundación Mediterránea, y Alfredo Zaiat, jefe de Economía del diario Página/12.

En primer término, Ingaramo propuso que la administración nacional aplique un plan de 90 días para “corregir los malos resultados económicos” y, de esa manera, preparar la “gobernabilidad de los 28 meses” que le faltan a Cristina Kirchner en el poder.

Según el ex investigador del IERAL, se necesita un acomodamiento del tipo de cambio urgente, porque “no se puede vivir con una brecha del 60 por ciento entre el dólar oficial y el paralelo”. Al respecto, sugirió que el Gobierno “deje de perder reservas en gastos turísticos y en cosas innecesarias, como los autos de alta gana importados, que están con un dólar subsidiado”.

“Mi propuesta es que, para las cosas que no son imprescindibles, se ponga un tipo de cambio de $ 8, muy parecido al paralelo -explicó-. A su vez, sugiero que se ajuste todo lo que sí se necesita en la economía real a tres centavos de pesos por día hábil, de ahora hasta las elecciones de octubre, con lo que se llega a las mismas con un dólar de $ 7, sin producir un salto como 'El Rodrigazo', por ejemplo”.

Además, destacó que debe resolverse rápidamente “el problema de la renta agraria”, porque, según vaticinó, el año que viene desaparecerá si continúan las actuales condiciones para ese sector. “Hay que dar al campo señales para que siembren mucho, eliminando retenciones en algunos casos y bajándolas en otros”.

Por último, detalló que el plan se debería completar con un “cambio sustantivo” en la cuestión de los hidrocarburos, para terminar con un rojo de “13 mil millones de dólares” por importación de gas y petróleo.

“Necesitamos una especie de Plan Houston, como hizo Raúl Alfonsín en la última etapa de su gobierno. Hoy hay una empresa estatal a cargo (YPF), que debe competir con la privatización de la mexicana Pemex”, indicó.

No a la devaluación y a metas inflacionarias

A su turno, el editor de Economía de Página/12, Alfredo Zaiat, cuestionó la iniciativa de una eventual devaluación del peso, porque consideró que generaría una “mayor tensión distributiva” que la ya existente.

“En ese escenario, el que tiene más poder es el que define los precios. Un shock inflacionario afectaría el poder adquisitivo de la población y, a su vez, se produciría un debilitamiento del poder político”, razonó.

“Los laboratorios de análisis económico ignoran un factor importante: la gente. Un enfriamiento de la economía, una devaluación o poner metas inflacionarias implican un costo socio-laboral importante”, subrayó.

En relación con el diseño de metas inflacionarias, respondió que eso ocurre en Brasil con magros resultados. “Ya llevan tres años de economía estancada. Y si se mira la evolución desde 2002 hasta hoy, el crecimiento promedio es sólo de entre 3,5 y 4 por ciento, con una primariziación de la economía, donde la industria retrocede y crece la exportación de materia prima. Eso lleva a un profundo déficit de la cuenta corriente y de la balanza comercial”, argumentó.

Sobre el mismo tema, abundó: “Llevado a Argentina, ese esquema generaría inestabilidad social y profundas tensiones en el mercado laboral, con conflictos sindicales e inestabilidad política”.

Entrevistas de Luis Yunes.| Cadena3