Gral.Pico | Ni el frío detiene las picadas
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2013/08/gralpico-ni-el-frio-detiene-las-picadas.html
A toda hora del día o de la noche el Comando Radioeléctrico recibe llamados de vecinos, preocupados por el ruido y la posibilidad de un accidente grave por las picadas callejeras, que en su mayoría protagonizan jóvenes en moto de pequeña o mediana cilindrada.
Ni las bajas temperaturas del invierno logran que esta actividad disminuya, sobre todo de noche y en las rutas que rodean la ciudad.
El Diario confirmó días atrás la presencia de unos treinta jóvenes que participaban de picadas sobre la circunvalación en cercanías de los cementerios. Como lo hacen a diario, un par de patrulleros se acercó hasta el lugar y rápidamente los motociclistas desaparecieron para agruparse en otro sector de la ciudad y continuar con las picadas.
Desde que se puso en funcionamiento la iluminación de la Avenida Isidoro Brunengo, se transformó en uno de los espacios preferidos para los motociclistas, que durante el invierno reúnen grupos de veinte o más competidores, pero en verano concurren familias enteras a ver “el espectáculo” callejero.
El problema ya es de vieja data y es la fuerza policial quien por lo general se encarga de “disuadir” a los jóvenes, no perseguirlos para evitar accidentes lamentables, pero en definitiva el Estado aún no encontró una solución al tema, que molesta a muchos vecinos y pone en riesgo a decenas de muchachos que participan de esta actividad sin las más mínimas condiciones de seguridad.
Desde el Municipio hasta ahora poco se pudo hacer al respecto, porque el área de Tránsito no cuenta con el personal necesario para trabajar día y noche en la problemática. Y si bien ahora se guarda la esperanza de utilizar el autódromo concesionado para organizar allí las picadas, muchos son lo que piensan que no será la solución, porque la mayoría de los jóvenes que hoy lo hacen en la calle disfrutan de “hacer algo prohibido y también de molestar”.
En todos lados
El Diario dialogó con el comisario Teodoro Sotelo, jefe del Comando Radioeléctrico, dependencia que recibe los llamados de vecinos de forma constante por dicha actividad.
“Las picadas ya se hacen en todos lados y en cualquier momento, a la siesta, a la tarde o a la noche, se convocan y pican en cualquier lado”, indicó Sotelo y advirtió que “lo más peligroso es que lo hacen en las rutas que rodean a Pico”.
El jefe policial señaló que “la gente llama al 101, pero en realidad quien se encarga del Tránsito es la Municipalidad, que convengamos tiene poco personal para hacerlo y por eso también nosotros colaboramos mucho con ellos. Por eso también hacemos muchas infracciones y secuestros de motocicletas, entre cuatro o cinco motos por día”.
“La gente llama a la policía a todo hora y nosotros vamos siempre, más para prevenir y disuadir la situación, para que se vayan del lugar y dejen de realizar las picadas”, indicó el jefe de Comando. Y aclaró que “no los perseguimos para no provocar un daño mayor”.
Ni las bajas temperaturas del invierno logran que esta actividad disminuya, sobre todo de noche y en las rutas que rodean la ciudad.
El Diario confirmó días atrás la presencia de unos treinta jóvenes que participaban de picadas sobre la circunvalación en cercanías de los cementerios. Como lo hacen a diario, un par de patrulleros se acercó hasta el lugar y rápidamente los motociclistas desaparecieron para agruparse en otro sector de la ciudad y continuar con las picadas.
Desde que se puso en funcionamiento la iluminación de la Avenida Isidoro Brunengo, se transformó en uno de los espacios preferidos para los motociclistas, que durante el invierno reúnen grupos de veinte o más competidores, pero en verano concurren familias enteras a ver “el espectáculo” callejero.
El problema ya es de vieja data y es la fuerza policial quien por lo general se encarga de “disuadir” a los jóvenes, no perseguirlos para evitar accidentes lamentables, pero en definitiva el Estado aún no encontró una solución al tema, que molesta a muchos vecinos y pone en riesgo a decenas de muchachos que participan de esta actividad sin las más mínimas condiciones de seguridad.
Desde el Municipio hasta ahora poco se pudo hacer al respecto, porque el área de Tránsito no cuenta con el personal necesario para trabajar día y noche en la problemática. Y si bien ahora se guarda la esperanza de utilizar el autódromo concesionado para organizar allí las picadas, muchos son lo que piensan que no será la solución, porque la mayoría de los jóvenes que hoy lo hacen en la calle disfrutan de “hacer algo prohibido y también de molestar”.
En todos lados
El Diario dialogó con el comisario Teodoro Sotelo, jefe del Comando Radioeléctrico, dependencia que recibe los llamados de vecinos de forma constante por dicha actividad.
“Las picadas ya se hacen en todos lados y en cualquier momento, a la siesta, a la tarde o a la noche, se convocan y pican en cualquier lado”, indicó Sotelo y advirtió que “lo más peligroso es que lo hacen en las rutas que rodean a Pico”.
El jefe policial señaló que “la gente llama al 101, pero en realidad quien se encarga del Tránsito es la Municipalidad, que convengamos tiene poco personal para hacerlo y por eso también nosotros colaboramos mucho con ellos. Por eso también hacemos muchas infracciones y secuestros de motocicletas, entre cuatro o cinco motos por día”.
“La gente llama a la policía a todo hora y nosotros vamos siempre, más para prevenir y disuadir la situación, para que se vayan del lugar y dejen de realizar las picadas”, indicó el jefe de Comando. Y aclaró que “no los perseguimos para no provocar un daño mayor”.
Consideró también que “podrían ir al autódromo, pero no creo que esto saque a todas las motos de las calles”. Y explicó “no lo creo porque a mí me parece que ellos también lo toman como una forma de molestar, porque no se entiende que se junten veinte motos y todos aceleren por un largo rato, eso es nada más que para molestar, como lo hacen en la Avenida”.
Otras dependencias policiales investigaron el tema por un tiempo y confirmaron que la actividad no solo se sostiene con chicos que quieren medir sus máquinas, sino que en muchas oportunidades hay “organizadores” de las picadas callejeras, situación que las transformaría en un negocio para algunos.
“No hay que perder de vista que en muchas de estas picadas terminan chicos lesionados, sin ir más lejos hace pocos días chocaron cuatro motos que venían picando y algunos chicos terminaron con lesiones graves”, recordó Sotelo.
Infopico
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