Capusotto regresó con su ritual de humor y nuevos personajes
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2013/09/capusotto-regreso-con-su-ritual-de.html
Curly Cobain un rocker que persevera en sus fallidos intentos de suicidio e insiste con sus canciones y sus angustias fue el personaje que debutó y dio el puntapié inicial para que el talento de Capusotto y Saborido, los cómplices creativos del programa, comenzara a desplegarse.
Las diferentes lecturas posibles sobre una cotidianidad compleja atravesada por el drama y el absurdo, más la revalorización de la palabra como recurso posibilitador del cambio y el juego, parecieron motivar las conductas de los personajes debutantes, que vienen a sumarse al elenco entrañable de criaturas ya devenidas en clásicos.
Dentro de esta lógica, durante el programa inaugural de un nuevo ciclo –son doce emisiones en total- brillaron unos extraterrestres capaces de adquirir forma humana y transformarse en una suerte de Wachiturros, que a fuerza de cumbias pegadizas –repletas de desenfadadas rimas con doble sentido- ejecutan su plan de dominar el mundo.
Los “Alta Llanta” –así se llaman los alienígenas, en honor a uno de los escasos vocablos que saben pronunciar- realizan una suerte de operación de traducción simultánea en la pantalla chica, siempre en clave desopilante.
Estos seres enfundados en gorritas y capuchas, cantan y bailan las letras de los temas de la bailanta y, al mismo tiempo, aparecen las leyendas que detallan -con un vocabulario formal- la estrategia de guerra y conquista de los invasores, jugando con las múltiples decodificaciones permitidas.
La posibilidad de leer e interpretar losmensajes de acuerdo al cristal con que se mire la realidad, insistió desde el genial personaje Jorge Sergio Cáceres Unzué, un señor acartonado y con bigote que a partir de haber experimentado la sensación del pogo, es capaz de desatarlo al escuchar cualquier palabra, en cualquier contexto.
Las diferentes lecturas posibles sobre una cotidianidad compleja atravesada por el drama y el absurdo, más la revalorización de la palabra como recurso posibilitador del cambio y el juego, parecieron motivar las conductas de los personajes debutantes, que vienen a sumarse al elenco entrañable de criaturas ya devenidas en clásicos.
Dentro de esta lógica, durante el programa inaugural de un nuevo ciclo –son doce emisiones en total- brillaron unos extraterrestres capaces de adquirir forma humana y transformarse en una suerte de Wachiturros, que a fuerza de cumbias pegadizas –repletas de desenfadadas rimas con doble sentido- ejecutan su plan de dominar el mundo.
Los “Alta Llanta” –así se llaman los alienígenas, en honor a uno de los escasos vocablos que saben pronunciar- realizan una suerte de operación de traducción simultánea en la pantalla chica, siempre en clave desopilante.
Estos seres enfundados en gorritas y capuchas, cantan y bailan las letras de los temas de la bailanta y, al mismo tiempo, aparecen las leyendas que detallan -con un vocabulario formal- la estrategia de guerra y conquista de los invasores, jugando con las múltiples decodificaciones permitidas.
La posibilidad de leer e interpretar losmensajes de acuerdo al cristal con que se mire la realidad, insistió desde el genial personaje Jorge Sergio Cáceres Unzué, un señor acartonado y con bigote que a partir de haber experimentado la sensación del pogo, es capaz de desatarlo al escuchar cualquier palabra, en cualquier contexto.
Quebracho Castania, una mezcla rara de cantante popular, mujeriego y organizador de disturbios callejeros, resulta otra novedad de la nueva temporada.
El humor del envío, su mirada –entre tierna y crítica- sobre la realidad del día a día en el país, seduce al ser formulado en un registro de paridad, enunciado de igual a igual, casi como si fuera un guiño sagaz y cercano susurrado entre compañeros, libre de la soberbia o de la distancia del pedestal.
Diego Capusotto dota a sus personajes de una sencilla exquisitez, con una corporalidad que le permite transformarse en un ser con miles de rostros, dicciones y gestos, una ardua tarea a la cual le otorga tanta fluidez y naturalidad que ni siquiera parece un trabajo, sólo magia.
Las historias, a veces absurdas, otras poéticas y hasta osadas -al aventurarse a olvidar metáforas- como en el sketch “Parece un pito”, donde con genialidad muestran unos palitos helados que tienen exactamente la forma de mentas, creadas por Saborido y el actor, se funden y son un todo sobre el cuerpo del comediante.
Manga de boludos, una banda de músicos capaces de irrumpir en cualquier ámbito y delatar las fallas de los asistentes, o mandar al frente a cualquiera con la letra de sus canciones, son conocidos de la platea y remataron esta primera emisión, casi como viejos amigos con derecho a llegar a última hora a la fiesta para subrayar el ritual.
“Todavía nos interesa, nos motiva llevar adelante el programa. No tenemos ganas de hacer otra cosa”, dijo Capusotto a Télam. Y este disfrute se nota y se agradece en el programa que estará en la pantalla de la Televisión Pública los lunes a las 22, siempre con los videos rockeros seleccionados por Marcelo Iconomidis, y varias alusiones a lo mejor del cine mudo
Télam
El humor del envío, su mirada –entre tierna y crítica- sobre la realidad del día a día en el país, seduce al ser formulado en un registro de paridad, enunciado de igual a igual, casi como si fuera un guiño sagaz y cercano susurrado entre compañeros, libre de la soberbia o de la distancia del pedestal.
Diego Capusotto dota a sus personajes de una sencilla exquisitez, con una corporalidad que le permite transformarse en un ser con miles de rostros, dicciones y gestos, una ardua tarea a la cual le otorga tanta fluidez y naturalidad que ni siquiera parece un trabajo, sólo magia.
Las historias, a veces absurdas, otras poéticas y hasta osadas -al aventurarse a olvidar metáforas- como en el sketch “Parece un pito”, donde con genialidad muestran unos palitos helados que tienen exactamente la forma de mentas, creadas por Saborido y el actor, se funden y son un todo sobre el cuerpo del comediante.
Manga de boludos, una banda de músicos capaces de irrumpir en cualquier ámbito y delatar las fallas de los asistentes, o mandar al frente a cualquiera con la letra de sus canciones, son conocidos de la platea y remataron esta primera emisión, casi como viejos amigos con derecho a llegar a última hora a la fiesta para subrayar el ritual.
“Todavía nos interesa, nos motiva llevar adelante el programa. No tenemos ganas de hacer otra cosa”, dijo Capusotto a Télam. Y este disfrute se nota y se agradece en el programa que estará en la pantalla de la Televisión Pública los lunes a las 22, siempre con los videos rockeros seleccionados por Marcelo Iconomidis, y varias alusiones a lo mejor del cine mudo
Télam
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