El chaqueño Palavecino presentó su nuevo disco "De pura cepa"
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2013/09/el-chaqueno-palavecino-presento-su.html
El cantor Oscar Esperanza "Chaqueño" Palavecino estrenó en la noche del viernes en el Gran Rex los temas de su nuevo disco "De pura cepa" junto a algunos clásicos de su carrera y le regaló a su público un puñado de historias sobre su vida y anécdotas de más de 25 años de carrera. (Foto Archivo)
Muy bien secundado por su numerosa y efectiva agrupación de 17 músicos, Palavecino tocó durante casi tres horas sin interrupciones, en un concierto en el que ofreció un repertorio de chacareras, zambas, cantos del Chaco salteño, gatos y escondidos, junto a clásicas coplas populares y hasta se le animó a un popurrí de valses.
En show arrancó con la zamba que le da título al flamante álbum, "De pura cepa", donde dice, como en una declaración de identidad: "Del norte vengo, salteño soy, baquiano en el amor, con guitarra y vino y un puñao de amigos, sueña mi corazón...".
Las coplas populares le dieron paso a la chacarera "La margareña" y en el mismo ritmo se destacaron, "Solito sale el cantar", "Churito cantaré" y "Con el caballo cansado".
Con la zamba "Hoy te digo adiós" y la canción "Dulces mentiras" bajó los decibeles del concierto imponiendo una suerte de pausa a tanta intensidad.
Pero, fiel a su estilo, Palavecino rememoró inmediatamente a Horacio Guarany con el retumbo "El grillo en Formosa", para volver a los ritmos fuertes y las sensaciones potentes.
"El mercenario", el huayno "Quiero esa flor" y el takirari "La vecinita", invitaron al baile y a las palmas que lo acompañaron durante buena parte de la velada.
Entre las composiciones de su extenso y rico repertorio, no faltaron "Que me olvides tu", "La sin corazón", "Yo soy de allá" y sólo con el acompañamiento del piano de Román Ramonda, interpretó la "Tonada del viejo amor" y la bellísima "Zamba del pañuelo".
Promediando el recital (que repite esta noche), los músicos comandados por el bandoneonista Juan Manuel Alzogaray, el violinista, arreglador y director musical Daniel Villa, la primera guitarra de Silvio Morales y el bombo de Pascual Toledo (de alguna forma los históricos del grupo), realizaron un popurrí de tangos y milongas, que como dijo el Chaqueño "es algo que le debíamos a esta Buenos Aires".
A sus músicos estables Palavecino agregó para estos conciertos un destacado quinteto de cuerdas de la Sinfónica Juvenil de Salta, las presentaciones del conductor salteño Rolando Soria y en el inicio y como artista invitado participó el cantautor de su tierra, Héctor Schmunk y el colorido Ballet Pampa y Cielo junto a imágenes en la pantalla acompañando cada una de las canciones.
Llegando al final del concierto, una alegre recorrida por valses como "Puentecito de mi río", le dieron un toque distinto a un recital lleno de climas, ritmo y en el que el músico recibió fuertes muestras del cariño del público.
El recordado Don Juan Balderrama fue homenajeado en la figura de su hija Patricia y la entonación de la zamba que lleva su nombre y no dejó pasar la oportunidad para tributarle un cerrado aplauso al guitarrista Chato Bazán, que lo acompaño a lo largo de 25 años y falleció en 2012.
"Amor salvaje", "La ley y la trampa" y "La yapa", entre otras reconocidas composiciones que lo llevaron a ser hoy uno de los cantores con mayor reconocimiento popular, fueron dejadas para el cierre del concierto, a puro clima y con el acompañamiento de la gente.
Figuras del deporte como los futbolistas de River Plate, Leo Ponzio y Leandro Chichizola, oriundos de Santa Fe y a quienes Palavecino les dedicó una chamarra, los boxeadores la Mole Moli y la Tigresa Acuña y la periodista Mónica Gutiérrez, se hicieron presentes en un recital en el que el músico oriundo del Chaco salteño no se guardó nada y lo entregó todo.
Muy bien secundado por su numerosa y efectiva agrupación de 17 músicos, Palavecino tocó durante casi tres horas sin interrupciones, en un concierto en el que ofreció un repertorio de chacareras, zambas, cantos del Chaco salteño, gatos y escondidos, junto a clásicas coplas populares y hasta se le animó a un popurrí de valses.
En show arrancó con la zamba que le da título al flamante álbum, "De pura cepa", donde dice, como en una declaración de identidad: "Del norte vengo, salteño soy, baquiano en el amor, con guitarra y vino y un puñao de amigos, sueña mi corazón...".
Las coplas populares le dieron paso a la chacarera "La margareña" y en el mismo ritmo se destacaron, "Solito sale el cantar", "Churito cantaré" y "Con el caballo cansado".
Con la zamba "Hoy te digo adiós" y la canción "Dulces mentiras" bajó los decibeles del concierto imponiendo una suerte de pausa a tanta intensidad.
Pero, fiel a su estilo, Palavecino rememoró inmediatamente a Horacio Guarany con el retumbo "El grillo en Formosa", para volver a los ritmos fuertes y las sensaciones potentes.
"El mercenario", el huayno "Quiero esa flor" y el takirari "La vecinita", invitaron al baile y a las palmas que lo acompañaron durante buena parte de la velada.
Entre las composiciones de su extenso y rico repertorio, no faltaron "Que me olvides tu", "La sin corazón", "Yo soy de allá" y sólo con el acompañamiento del piano de Román Ramonda, interpretó la "Tonada del viejo amor" y la bellísima "Zamba del pañuelo".
Promediando el recital (que repite esta noche), los músicos comandados por el bandoneonista Juan Manuel Alzogaray, el violinista, arreglador y director musical Daniel Villa, la primera guitarra de Silvio Morales y el bombo de Pascual Toledo (de alguna forma los históricos del grupo), realizaron un popurrí de tangos y milongas, que como dijo el Chaqueño "es algo que le debíamos a esta Buenos Aires".
A sus músicos estables Palavecino agregó para estos conciertos un destacado quinteto de cuerdas de la Sinfónica Juvenil de Salta, las presentaciones del conductor salteño Rolando Soria y en el inicio y como artista invitado participó el cantautor de su tierra, Héctor Schmunk y el colorido Ballet Pampa y Cielo junto a imágenes en la pantalla acompañando cada una de las canciones.
Llegando al final del concierto, una alegre recorrida por valses como "Puentecito de mi río", le dieron un toque distinto a un recital lleno de climas, ritmo y en el que el músico recibió fuertes muestras del cariño del público.
El recordado Don Juan Balderrama fue homenajeado en la figura de su hija Patricia y la entonación de la zamba que lleva su nombre y no dejó pasar la oportunidad para tributarle un cerrado aplauso al guitarrista Chato Bazán, que lo acompaño a lo largo de 25 años y falleció en 2012.
"Amor salvaje", "La ley y la trampa" y "La yapa", entre otras reconocidas composiciones que lo llevaron a ser hoy uno de los cantores con mayor reconocimiento popular, fueron dejadas para el cierre del concierto, a puro clima y con el acompañamiento de la gente.
Figuras del deporte como los futbolistas de River Plate, Leo Ponzio y Leandro Chichizola, oriundos de Santa Fe y a quienes Palavecino les dedicó una chamarra, los boxeadores la Mole Moli y la Tigresa Acuña y la periodista Mónica Gutiérrez, se hicieron presentes en un recital en el que el músico oriundo del Chaco salteño no se guardó nada y lo entregó todo.
Télam
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