Caso Padín | Declararon más testigos en el juicio a "El Japonés"
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La defensa del “Japonés” Padín intenta demostrar que apuñaló a Mario Villalba en medio de una pelea, mano a mano, que le habían robado un celular y que había ingerido mucho alcohol. Busca atenuantes que bajen el monto de la condena. Declararon cinco testigos este miércoles. Hoy, los alegatos. (Foto archivo)
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Cinco testigos desfilaron este miércoles en el juicio contra Gerardo Andrés Padín. Hoy se escucharán los alegatos. “No tenía intención de matar ni de lastimar a nadie”, había dicho Padín el martes, en la apertura del juicio que se le sigue, acusado por el homicidio simple de Mario Villalba. Padín lo mató de dos puñaladas en el Parque Manuel Campos, de General Acha, el 27 de enero de este año.
“Les quiero pedir mil disculpas a los familiares. Fue una discusión. Él fue a mi mesa.... (quiero) pedir perdón, nada más”, repitió Padín delante de los jueces. En el fondo de la sala, los familiares de la víctima lo escucharon llorando y mascullando insultos.
Padín, de 34 años, fue un conocido delincuente juvenil en Santa Rosa y pasó por la cárcel para purgar al menos tres condenas. Vivía en Acha desde hacía poco tiempo porque trabajaba en una carpintería, según contó. Ese domingo fue con su pareja y unos amigos al parque. Se olvidó un celular en la proveeduría que atendían Villalba y su hermana y sus reclamos reiterados desembocaron en la discusión y el asesinato en el sector de mesas y parrillas del predio. A las 18:50, la víctima recibió dos puñaladas, de 14 y 12 centímetros de profundidad, una en el corazón, que le provocaron una rápida agonía.
Este miércoles declaró otra testigo, Soledad Anabel Caliva. "Sabía lo que hacía, no estaba borracho, tenía la mirada de un loco", recordó el ataque de Padín.
Otro de los testigos que declaró, Bruno Joel Mansilla, era vecino de Padín y estaba en la mesa con el acusado ese día. "Me dijo que había perdido un celular. Por eso discutieron y se pelearon. Vi que Padín lo golpeó a Mario, el reaccionó y cuando iba a hacer algo vino la puñalada de Padín. Después me fui", contó.
Claudio Cesar Caliva, otro testigo, dijo que vio a víctima y victimario charlando y, de repente, Padín le pegó una piña a Villalba. "Mario se puso adelante para que no le pegue la puñalada al nene", contó.
También declaró María Inés Albornoz. Dijo que los vio discutiendo y que, en un determinado momento, Padín "lo cortó". Dijo que el atacante persiguió a Villalba cuando intentó alejarse del lugar.
El último testimonio fue un policía, Gerardo Enrique Young, que dio detalles de las pericias realizadas en el sitio del crimen.
Hoy será la última audiencia del juicio y se escucharán los alegatos de las partes.
Primer día
El martes, en la primera jornada del juicio, Padín solo pidió disculpas. Y luego se remitió a la declaración indagatoria que hizo a los pocos días del hecho. En esa ocasión, afirmó que discutieron con Villalba por el celular, que se golpearon mutuamente y que no quiso matarlo cuando tomó el cuchillo de la mesa y le arrojó un golpe.
El tribunal del juicio está integrado por los jueces Carlos Mattei, Carlos Besi y María Florencia Maza. El abogado Gastón Gómez defiende a Padín. Planteó que la gente golpeó a Padín y pretendía “lincharlo”, para justificar que su acusado huyó del lugar y estuvo prófugo durante 48 horas, antes de negociar su entrega por teléfono con la Policía.
Para atenuar la condena, busca demostrar que Padín había ingerido mucho alcohol, que la muerte se produjo en medio de una pelea mano a mano y que Villalba fue hasta la mesa que ocupaba el acusado a pedirle explicaciones por los reclamos airados que éste profería ante el robo del celular. “Todo terminó en un hecho no querido”, anticipó.
La hermana
La hermana de la víctima, María Virginia Molina, que estaba a cargo de la proveeduría, contó que atendió a Padín varias veces desde el mediodía de ese domingo. “Insistía mal”, dijo, sobre el reclamo que hacía por el celular extraviado. “Quedate tranquilo loco, si lo encontramos te lo devolvemos. ¿Para qué queremos un celular?”, recordó que le contestó “Marito”.
Dijo, entonces, que su hermano salió a llevar unas empanadas y al rato volvió su sobrinito para avisarle que lo habían matado. “Salí, había gente amontonada. El tipo se había quedado. Le tiró algo a uno de los chicos y se lo dio a la señora, que estaba embarazada. Salió corriendo y después caminaba como si estuviera paseando. La ambulancia nunca llegó. Mi hermano se empezó a poner blanco, hasta que se desvaneció del todo”, describió.
“Marito era un buen padre, buen hermano. Tenía esposa, tres hijos. Trabajaba en el frigorífico. Era jugador, amaba a Unión de Acha; por más que siempre estaba en el banco, él estaba”, agregó.
Testigos
Luis Omar Caliva Muñoz estaba ese domingo en una mesa, a diez metros de la de Padín. “Andaba a los gritos. Marito, que estaba con el nenito, fue a decirle que no gritara, que había mucha gente. Se pusieron a discutir. Empiezan a pelear. Marito también le pegó. Ahí fue cuando él agarró el cuchillo de la mesa. Mi yerno los quiso separar y le tiró una puñalada, se tiró para atrás. Y ahí le pega el puntazo. Dio la vuelta y corrió, y cae al lado nuestro”, dijo el martes. “(Padín) lo seguía. Ahí le dije: ‘¿Qué haces, no ves que hay nenes?’”, prosiguió. “Más lejos lo agarró la gente y también le pegaron”, completó.
Finalmente, también declararon Sandra Viviana Aramburu y Pablo Andrés González, una pareja que había compartido un asado en una mesa vecina que, cuando escucharon el grito del hijo de Villalba, lo vieron tomándose la herida y lo socorrieron. No vieron cómo ocurrió el homicidio.
Soraya María Salazar, que estaba con unas amigas en otra mesa del parque, contó: “Marito se acercó, fue a hablar bien, y le dijo que no fuera a la prooveduría de malas maneras, que le corría a la gente. Le tiraron una piña, no sé quién, luego Padín sacó un cuchillo, no se esperaba eso, y se lo clavó”.
“Mario lo corre porque sino la otra puñalada le pegaba al nene”, aseguró.
“Me quiso apuñalar a mí, mi papá se metió”
Durante la primera audiencia en el juicio contra “El Japonés” Padín, se proyectó una parte de la filmación del testimonio que brindó hace unos meses en Cámara Gesell el hijo de Villalba, de 12 años. El pequeño contó que Padín se había olvidado el celular arriba del mostrador y que después vino a reclamarlo, y que su padre fue a llevarle unas empanadas a un camionero, a una mesa cercana donde estaba Padín.
En ese momento, Padín le reclamó nuevamente, a los gritos, por el celular y porque la cerveza estaba caliente. El chico dijo que su padre se enojó, que un acompañante de Padín le pidió que no molestara. “Él se tiene que dejar de joder porque acá hay mucha gente”, contó que le respondió su padre. Luego, dijo, Padín le pegó una piña y manoteó el cuchillo de la mesa. “Me quiso apuñalar a mí, mi papá se metió”, dijo.
El Diario LP
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