¿Marchan los policías a un mes del acuartelamiento?
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2014/01/marchan-los-policias-un-mes-del.html
Este sábado se cumple un mes del motín policial. Con un pedido de indagatoria sobre sos cabezas, algunos policías convocaron a una reunión y hablaron de una eventual movilización.
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Al cumplirse un mes del acuartelamiento policial de fin del año pasado, los uniformados podrían volver a manifestarse hoy en la capital pampeana, a partir de la convocatoria a través de las redes sociales que realizaron a principio de esta semana algunos de los cabecillas del amotinamiento que desembocó en la toma de la Jefatura de Policía el pasado 11 y 12 de diciembre.
La convocatoria a una reunión y la posibilidad de una posterior marcha en la plaza San Martín trascendió el martes de esta semana. Ese mismo día, el Gobierno confirmó el aumento del 19% de los haberes policiales con el que había desactivado la protesta de diciembre, descartando, de esa manera, una marcha atrás como ocurrió en otras provincias, con el argumento de que los aumentos se consiguieron bajo extorsión.
También el ministro de Gobierno y Seguridad, Leonardo Villalva, llevó un informe a la Fiscalía Federal para advertir que podría repetirse la situación de diciembre último. Además de ese intento por disuadir una nueva manifestación de los policías, está pendiente sobre los cabecillas de la movida un pedido de indagatoria por sedición, un delito que prevé penas de uno a seis años, en la causa que lleva adelante el fiscal federal Juan José Baric.
La jueza subrogante Daniela Anocibar resolverá la semana próxima ese pedido. Es un hecho que dará curso a las indagatorias. El fiscal pidió que declaren como sospechosos los policías Julián Giménez, Carlos Mendive, Luis Bruno, Fernando Alberto Rolhaiser, Damián Horacio López, Germán Bartolomé, Carlos Daniel Gatica, Susana Rosane, y los retirados José Luis Furriol, Rodrigo Wiggenhauser y Félix Garrido.
El policía Julián Giménez, uno de los referentes del levantamiento policial, lanzó esta semana la nueva convocatoria a una marcha y contó que varios de los acuartelados mantienen reuniones para organizarse con el fin de sindicalizar a los policías. “El malestar es general por la manera de trabajo y por lo económico, que a todos nos preocupa. No se trata de un problema individual. Los adicionales se cobran por adelantado y no nos llegan a nosotros. En algunos casos, demoran de tres a seis meses”, dijo en declaraciones radiales.
También pidió que se elimine la figura de la pasiva, por la que, actualmente, los policías acusados por un delito son separados de la función -y cobran la mitad de sus haberes- hasta que se resuelva su situación judicial. “No nos consideramos sediciosos, somos reclamantes de un derecho que es de todo un ciudadano argentino”, aclaró.
Durante la semana, el ministro Villalva también declaró que no observa “un malestar general” en la fuerza, aunque reconoció que eso “no quita que haya un grupo disconforme”. Los policías no han hecho más manifestaciones a través de las redes, aunque sigue vigente el llamado a una reunión y la posibilidad de la marcha.
El acuartelamiento que mantuvo en vilo a la sociedad pampeana comenzó alrededor de las 23 del miércoles 11 de diciembre y se extendió hasta las 0:10 del viernes 13. En medio de un día de tensión, Casa de Gobierno hizo una oferta salarial a los policías acuartelados: les propuso un aumento del 19% por ciento del salario de bolsillo.
El Gobierno también se comprometió a estudiar la flexibilización en la aplicación del pase a disponibilidad y las sanciones, y a acelerar el pago de los trabajos de los adicionales.
La convocatoria a una reunión y la posibilidad de una posterior marcha en la plaza San Martín trascendió el martes de esta semana. Ese mismo día, el Gobierno confirmó el aumento del 19% de los haberes policiales con el que había desactivado la protesta de diciembre, descartando, de esa manera, una marcha atrás como ocurrió en otras provincias, con el argumento de que los aumentos se consiguieron bajo extorsión.
También el ministro de Gobierno y Seguridad, Leonardo Villalva, llevó un informe a la Fiscalía Federal para advertir que podría repetirse la situación de diciembre último. Además de ese intento por disuadir una nueva manifestación de los policías, está pendiente sobre los cabecillas de la movida un pedido de indagatoria por sedición, un delito que prevé penas de uno a seis años, en la causa que lleva adelante el fiscal federal Juan José Baric.
La jueza subrogante Daniela Anocibar resolverá la semana próxima ese pedido. Es un hecho que dará curso a las indagatorias. El fiscal pidió que declaren como sospechosos los policías Julián Giménez, Carlos Mendive, Luis Bruno, Fernando Alberto Rolhaiser, Damián Horacio López, Germán Bartolomé, Carlos Daniel Gatica, Susana Rosane, y los retirados José Luis Furriol, Rodrigo Wiggenhauser y Félix Garrido.
El policía Julián Giménez, uno de los referentes del levantamiento policial, lanzó esta semana la nueva convocatoria a una marcha y contó que varios de los acuartelados mantienen reuniones para organizarse con el fin de sindicalizar a los policías. “El malestar es general por la manera de trabajo y por lo económico, que a todos nos preocupa. No se trata de un problema individual. Los adicionales se cobran por adelantado y no nos llegan a nosotros. En algunos casos, demoran de tres a seis meses”, dijo en declaraciones radiales.
También pidió que se elimine la figura de la pasiva, por la que, actualmente, los policías acusados por un delito son separados de la función -y cobran la mitad de sus haberes- hasta que se resuelva su situación judicial. “No nos consideramos sediciosos, somos reclamantes de un derecho que es de todo un ciudadano argentino”, aclaró.
Durante la semana, el ministro Villalva también declaró que no observa “un malestar general” en la fuerza, aunque reconoció que eso “no quita que haya un grupo disconforme”. Los policías no han hecho más manifestaciones a través de las redes, aunque sigue vigente el llamado a una reunión y la posibilidad de la marcha.
El acuartelamiento que mantuvo en vilo a la sociedad pampeana comenzó alrededor de las 23 del miércoles 11 de diciembre y se extendió hasta las 0:10 del viernes 13. En medio de un día de tensión, Casa de Gobierno hizo una oferta salarial a los policías acuartelados: les propuso un aumento del 19% por ciento del salario de bolsillo.
El Gobierno también se comprometió a estudiar la flexibilización en la aplicación del pase a disponibilidad y las sanciones, y a acelerar el pago de los trabajos de los adicionales.
El Diario LP
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