Rancul | Denuncia por “mala praxis” contra el hospital: harán una marcha

Un joven de 24 años, Rolando Ávalos (foto), falleció en General Pico el pasado miércoles. Según la familia, fue como consecuencia de una inyección contaminada que le suministraron en el hospital de Rancul y que le provocó una infección.

La familia de Rolando Ávalos, un joven oriundo de Rancul que falleció el 30 de abril en el Hospital Centeno de General Pico, está organizando una marcha para pedir explicaciones por la muerte del muchacho. Apuntan contra el hospital José Padros de Rancul, a cuyos profesionales acusan de “mala praxis y negligencia”.

Liliana Lecitra, tía del muchacho fallecido, realizó declaraciones a la FM Líder, de Rancul, donde relató la situación.

Ávalos, de 24 años, falleció en General Pico luego de permanecer en grave estado y tras haber sido trasladado desde Rancul. Según los familiares, el trágico final se produce como consecuencia de una inyección colocada en el nosocomio de esta localidad.

Según la historia que Liliana Lecitra relató a FM Líder, su sobrino ingresa al Hospital de Rancul y es atendido por el doctor Martínez quien le transcribe una receta de penicilina. Una enfermera le aplicó la inyección intramuscular.

“El nene sigue con más dolor y a la noche levanta fiebre, creo que hasta una temperatura de 41 grados según me cuenta mi hermana (la mamá del joven). Rolando sigue dolorido, pasa la noche con fiebre y al otro día lo vuelven a traer al hospital y vuelve a ser atendido en la guardia donde lo recibe la doctora Barrionuevo”.

Internado

Allí decidieron dejarlo internado. “Le colocan suero, suministrándole por esta vía más medicación y amoxilina 500 e ibuprofeno por vía oral. Estuvo horas internado, seguía con fiebre y mucho frio, se sentía en muy mal estado, con mucho dolor y le pedía a la madre que por favor hiciera algo. Mi hermana y mi cuñado hablan con la doctora Barrionuevo, le piden una derivación pero la doctora no la aceptó”, continuó Lecitra.

Reveló que durante la noche, mientras Ávalos estaba solo, se le terminó el suero. Y apuntó también contra un enfermero que en lugar de atenderlo en ese momento “se quedó comiendo una naranja en el office de enfermería”.

A partir de estas situaciones, la familia decidió llevarlo por sus propios medios a Realicó. “Mi hermana al ver que el chico no evolucionaba, llama a un remis, firman retirarse del hospital y lo llevan a la Clínica Santa Teresita donde los recibe muy bien el doctor Arosarena con otra doctora y dos enfermeras. Este médico cuando lo vio le dijo que el chico estaba en estado crítico, lo puso en terapia y le fueron haciendo los estudios pertinentes. Le hacen análisis y estos dan que el chico ya venía con una infección renal y a su vez tomada la parte hepática”, detalló.

Los estudios que le practicaron determinan que tenía una “celulitis infecciosa, provocada a causa de una inyección que se le había puesto contaminada por un material descartable colocada en el Hospital de Rancul”.

Pocas chances

La tía afirma que ésta que fue la única inyección que le colocaron al joven, la cual también generó la fiebre que había sufrido. “El doctor le dice a mi hermana que las posibilidades de vida eran muy pocas y que considerando que mi sobrino no tenía obra social, y que un día en terapia salían entre 4 y 5 mil pesos de costo, dinero que nuestro nivel económico no nos permitía pagar, lo único que el médico podía hacer era hablar con un cirujano y derivarlo al hospital Gobernador Centeno de General Pico con toda su historia clínica de cómo había ingresado Rolando a Realicó”, continuó explicando.

En Pico le hicieron una cirugía en una pierna porque necesitaban hacerle un drenaje y sacar la infección “que provenía de la inyección que le habían puesto y que le había tocado el nervio ciático”.

“El médico hizo todo lo posible para que mi sobrino se salvara: mientras le sacaban la infección por una parte le hacían transfusiones por otra y le ponían oxígeno. Terminaron la cirugía y fue a terapia nuevamente. Cuando nos llaman para darnos el parte médico, el doctor le dijo a su mamá y papá que las posibilidades de vida de Rolando eran mínimas y que se fueran preparando porque el paciente había llegado al Hospital de Pico con una asepsia, es decir con una infección generalizada”, señaló.

El muchacho quedó en terapia intensiva y falleció el miércoles 30 de abril, por la mañana, luego de sufrir un paro cardíaco.

Acusación

“Decimos que es mala praxis porque a mi sobrino le pusieron una inyección en un lugar donde no tenían que ponerla, y negligencia médica que es cuando sabes que el paciente está en mal estado y no lo derivas”, acusó la mujer.

Este lunes habrá una marcha que saldrá a las 18 horas desde la Municipalidad de Rancul hasta el hospital local. La familia además se encuentra juntando firmas y sostienen que hay otros casos similares. “Las vamos a elevar al lugar donde corresponde. No vamos a entregar esto a ningún funcionario para que quede un cajón de un Ministerio. No queremos plata, queremos justicia y una respuesta por Rolando”, señaló.

El Diario LP