Santa Rosa | Caso Bromato: declaró el empresario Jamad
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2014/05/santa-rosa-caso-bromato-declaro-el.html
La Cámara en lo Criminal de Santa Rosa inició este miércoles el juicio oral y público contra el panadero José María Jamad, acusado de envenenamiento culposo agravado y expendio culposo agravado de mercaderías peligrosas porque usó, en sus productos panificados, bromato de potasio y provocó un brote de gastroenteritis en la capital provincial y Toay. El empresario pidió "disculpas" y dijo que falló la supervisión.
Jamad no está solo. También está en el banquillo el exfuncionario municipal Ángel Parodi, por el delito de incumplimiento de funciones. A su vez, el maestro de pala que trabajaba en las panaderías, Omar Olmos, accedió a una suspensión del juicio a prueba: admitió su culpabilidad y, a cambio, ofreció resarcir el daño.
Jamad es el dueño de las panaderías El Abuelo Julio, Crocante y La Posta. El envenenamiento se registró en los primeros días del año 2011. Hay dos casos comprobados de intoxicación y 81 con "nexo epidemiológico".
El abogado de Jamad, Marcos Paz, tras la lectura de la imputación contra su defendido, le solicitó a los integrantes de la Cámara en lo Criminal 1 -Alejandra Ongaro, Elvira Rosetti y Miguel Gavazza- la "nulidad" de la acusación por entender que "no expresa en qué radica la culpa de Jamad" y "afecta el derecho de defensa en juicio".
Consideró una "actitud caprichosa" del fiscal de atribuirle a Jamad haber actuado con dolo, es decir con intención. Pero el tribunal no hizo lugar a la petición por considerar que era "extemporáneo" el pedido de la defensa.
"Escapó a nuestra supervisión"
El empresario habló en la primera jornada del juicio. El fiscal, Jorge Amado, no le hizo preguntas. El empresario dijo: "Fue algo que escapó a nuestra supervisión, ya que en la empresa desde el año 1997, que se prohibió el uso de bromato, dejamos de usarlo. Es más, cuando se dejó de utilizarlo, nosotros ya nos habíamos adaptado a los nuevos aditivos naturales".
"Teníamos una clientela que nos reconocía, nos apoyaba y teníamos buenas ventas. Prácticamente éramos líderes del mercado y era innecesario usar algo prohibido y menos para intoxicar", dijo.
Contó que cuando se enteró que había personas con "problemas estomacales" que habían consumido productos en sus locales fue a hablar con el maestro de pala, Omar Olmos.
"Le dije que no se separe de la amasadora, no puede salir un bollo de pizza mal porque los productos nuestros no están contaminados ni tienen alteraciones. Nosotros tenemos dos cuadras de elaboración, una principal que realiza facturas dulces, pan y repostería y una secundaria que hace bizcochos, criollitos, medialunas, pan salvado y pan de miga. En ese lugar es donde Olmos encontró anomalías en los productos porque tenían fuerte olor a cloro y no entendían qué estaba sucediendo. Nunca pensamos que era bromato", sostuvo.
Jamad no está solo. También está en el banquillo el exfuncionario municipal Ángel Parodi, por el delito de incumplimiento de funciones. A su vez, el maestro de pala que trabajaba en las panaderías, Omar Olmos, accedió a una suspensión del juicio a prueba: admitió su culpabilidad y, a cambio, ofreció resarcir el daño.
Jamad es el dueño de las panaderías El Abuelo Julio, Crocante y La Posta. El envenenamiento se registró en los primeros días del año 2011. Hay dos casos comprobados de intoxicación y 81 con "nexo epidemiológico".
El abogado de Jamad, Marcos Paz, tras la lectura de la imputación contra su defendido, le solicitó a los integrantes de la Cámara en lo Criminal 1 -Alejandra Ongaro, Elvira Rosetti y Miguel Gavazza- la "nulidad" de la acusación por entender que "no expresa en qué radica la culpa de Jamad" y "afecta el derecho de defensa en juicio".
Consideró una "actitud caprichosa" del fiscal de atribuirle a Jamad haber actuado con dolo, es decir con intención. Pero el tribunal no hizo lugar a la petición por considerar que era "extemporáneo" el pedido de la defensa.
"Escapó a nuestra supervisión"
El empresario habló en la primera jornada del juicio. El fiscal, Jorge Amado, no le hizo preguntas. El empresario dijo: "Fue algo que escapó a nuestra supervisión, ya que en la empresa desde el año 1997, que se prohibió el uso de bromato, dejamos de usarlo. Es más, cuando se dejó de utilizarlo, nosotros ya nos habíamos adaptado a los nuevos aditivos naturales".
"Teníamos una clientela que nos reconocía, nos apoyaba y teníamos buenas ventas. Prácticamente éramos líderes del mercado y era innecesario usar algo prohibido y menos para intoxicar", dijo.
Contó que cuando se enteró que había personas con "problemas estomacales" que habían consumido productos en sus locales fue a hablar con el maestro de pala, Omar Olmos.
"Le dije que no se separe de la amasadora, no puede salir un bollo de pizza mal porque los productos nuestros no están contaminados ni tienen alteraciones. Nosotros tenemos dos cuadras de elaboración, una principal que realiza facturas dulces, pan y repostería y una secundaria que hace bizcochos, criollitos, medialunas, pan salvado y pan de miga. En ese lugar es donde Olmos encontró anomalías en los productos porque tenían fuerte olor a cloro y no entendían qué estaba sucediendo. Nunca pensamos que era bromato", sostuvo.
"Estuvimos al frente de la situación, no la esquivamos ni la
minimizamos", aseguró. Y afirmó que la intoxicación ocurrió solo el
jueves, aunque se dieron muchos casos porque los productos se
distribueron en los cinco locales.
"La hipótesis de Bromatología (de la provincia) era que era la
harina. Hicimos una prueba y seguía contaminado. Olmos se dio cuenta que
podía ser la sal... probamos, y tenía mezclado bromato. Eso estaba
fuera de nuestro conocimiento", contó.
Luego, Jamad sostuvo que descubrieron que un tarro de pulpa gel que estaba en la cuadra y contenía sal mezclada con bromato. Ese tarro, aseguró, era de la empresa distribuidora Lomas Pampa. "Andá hacer la denuncia y explicalo vos", dijo que le ordenó a su empleado, Olmos.
Ante el tribunal, argumentó que conocía versiones según las cuales la empresa Lomas Pampa distribuía en forma ilegal bromato mezclado con sal, encubierto en otros recipientes. Y supuso que una empleada de la panadería descubrió que el tarro en cuestión no contenía pulpa -usada para pintar las facturas- y entonces lo mandó a la cuadra porque pensó que era sal en buen estado. Jamad dijo que la justicia allanó "un mes después" al distribuidor. "Lógico, los resultados fueron negativos", acotó.
"Si no fue asi, alguien con mala intención lo colocó dentro del tarro con sal y nos perjudicó de esa manera. Tuvimos 20 días de clausura, una crisis en las ventas que recién se han recuperado ahora, un año y pico después, aunque hemos perdido un 30 o 40% de las ventas", añadió.
El acusado contó que el lunes 10 fue a ver a Parodi para mencionarle el hallazgo del tarro con bromato y el funcionario, para su sorpresa, según alegó, le contestó: "Rogá que no sea bromato".
Por otra parte, Jamad sostuvo que el bromato se usaba antes en el pan, pero no en la elaboración de bizcochos o pizas, productos que se comprobaron fueron el origen de la intoxicación de los clientes. "¿Con qué sentido vamos a intoxicar a la clientela que me dio de comer tantos años y me permitía darle trabajo a 40 familias? Es un absurdo total", alegó.
"El bromato se usaba en el pan y en pequeñas dosis. Pero acá si le ponían esa sal al pan, explotaba", se defendió. Y remató: "Me parece absurdo que yo hubiera querido matar, si se puede decir de esa manera, a la gallina de los huevos de oro".
Luego, Jamad sostuvo que descubrieron que un tarro de pulpa gel que estaba en la cuadra y contenía sal mezclada con bromato. Ese tarro, aseguró, era de la empresa distribuidora Lomas Pampa. "Andá hacer la denuncia y explicalo vos", dijo que le ordenó a su empleado, Olmos.
Ante el tribunal, argumentó que conocía versiones según las cuales la empresa Lomas Pampa distribuía en forma ilegal bromato mezclado con sal, encubierto en otros recipientes. Y supuso que una empleada de la panadería descubrió que el tarro en cuestión no contenía pulpa -usada para pintar las facturas- y entonces lo mandó a la cuadra porque pensó que era sal en buen estado. Jamad dijo que la justicia allanó "un mes después" al distribuidor. "Lógico, los resultados fueron negativos", acotó.
"Si no fue asi, alguien con mala intención lo colocó dentro del tarro con sal y nos perjudicó de esa manera. Tuvimos 20 días de clausura, una crisis en las ventas que recién se han recuperado ahora, un año y pico después, aunque hemos perdido un 30 o 40% de las ventas", añadió.
El acusado contó que el lunes 10 fue a ver a Parodi para mencionarle el hallazgo del tarro con bromato y el funcionario, para su sorpresa, según alegó, le contestó: "Rogá que no sea bromato".
Por otra parte, Jamad sostuvo que el bromato se usaba antes en el pan, pero no en la elaboración de bizcochos o pizas, productos que se comprobaron fueron el origen de la intoxicación de los clientes. "¿Con qué sentido vamos a intoxicar a la clientela que me dio de comer tantos años y me permitía darle trabajo a 40 familias? Es un absurdo total", alegó.
"El bromato se usaba en el pan y en pequeñas dosis. Pero acá si le ponían esa sal al pan, explotaba", se defendió. Y remató: "Me parece absurdo que yo hubiera querido matar, si se puede decir de esa manera, a la gallina de los huevos de oro".
Sin controles
En su testimonio, Jamad, además de dar su versión de los hechos, reveló un dato preocupante: afirmó que actualmente no se realizan controles en las panaderías para detectar bromato o cualquier otra sustancia prohibida. Pero aclaró que antes los controles se hacían "cada dos meses".
El laboratorio bahiense IACA estableció que la cantidad de bromato usado en los productos panificados de los tres comercios clausurados propiedad de Jamad superaba en más de cinco veces el límite máximo permitido antes de que el uso del aditivo fuera prohibido en la Argentina en 1997. El bromato está considerado como una sustancia posiblemente cancerígena.
Parodi no habló
El exfuncionario municipal de Bromatología, Angel Parodi, fue convocado por el tribunal para escuchar su testimonio, pero prefirió mantenerse en silencio. Su abogado, Sebastián País Rojo, le informó a los jueces que desistía de dos testigos propuestos: la exjueza de Faltas, Alicia Corral, y el exsecretario del Juzgado de Faltas, Marcos Sacco. Ambos estaban citados para el viernes.
Luego, comenzaron a escucharse los testimonios de los testigos citados para hoy, entre los que hay vecinos que se intoxicaron, funcionarios provinciales y municipales. Las audiencias se extenderán hasta el viernes.
El tribunal está integrado por los jueces Alejandra Ongaro, Elvira Rosetti y Miguel Gavazza.
Los abogados defensores de los implicados son Marcos Paz y Sebastián
País Rojo. Y el fiscal, Jorge Marcelo Amado. Durante las tres audiencias
programadas desfilarán 20 testigos.
La justicia procesó por la elaboración de los productos al encargado de la cuadra en la panadería, Olmos -al pedir la probation admitió su culpa-, y por vender esos productos, a Jamad. El delito por el cual se los acusa prevé penas de tres a diez años de prisión. En el caso de Parodi, lo acusan porque sabía de la intoxicación desde el día jueves 7 pero recién dispuso la clausura de los locales el 10.
La justicia procesó por la elaboración de los productos al encargado de la cuadra en la panadería, Olmos -al pedir la probation admitió su culpa-, y por vender esos productos, a Jamad. El delito por el cual se los acusa prevé penas de tres a diez años de prisión. En el caso de Parodi, lo acusan porque sabía de la intoxicación desde el día jueves 7 pero recién dispuso la clausura de los locales el 10.
iTextual | El Diario LP
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