Santa Rosa | Terrenos: profesionales piden la reactivación de un plan estratégico

Las asociaciones de profesionales ligadas al negocio inmobiliario se reunieron con los concejales y algunos funcionarios municipales. Las concejalas del PJ, Liliana Robledo y Mariela Cabreros, dijeron que impulsarán la ratificación de las ordenanzas que vetó Larrañaga. El Frepam, en sintonía.(Foto: El Diario LP)

Los representantes del sector inmobiliario, agrimensores, arquitectos y martilleros participaron este viernes de una reunión en el Concejo Deliberante y, si bien no expresaron un respaldo explícito a las ordenanzas que ampliaban el ejido urbano que fueron vetadas por el intendente Luis Larrañaga hace un mes, coincidieron en pedir que se reactive un plan estratégico para orientar el crecimiento y el desarrollo urbano de la ciudad.

Del encuentro participaron el secretario de Obras y Servicios Públicos, Daniel Ucciardello y el director de Planeamiento Urbano, Ariel Molina. También algunos beneficiarios del Procrear, acuciados por la problemática de falta de terrenos al alcance de los créditos que les otorgó el programa nacional, debido a la falta de terrenos y el elevado precio de las parcelas disponibles. Son parte del grupo de 90 beneficiarios de la operatoria crediticia perdió la esperanza de comprar un loteo en la calle Robustelli y Frank, cuando el intendente vetó la ampliación del ejido urbano que disponía una ordenanza que aprobaron los ediles del Frepam y las justicialistas Liliana Robledo y Mariela Cabreros.

Justamente, este viernes, las dos concejalas, que vienen sosteniendo criterios antagónicos con el Ejecutivo, reafirmaron que intentarán la ratificación de las ordenanzas en el Concejo Deliberante. Para eso, necesitan dos tercios de los votos del cuerpo, un número al que no llegan -les falta un voto- porque los justicialiastas Ceferino Baraybar, Juan Meca, Elizabet Taboada y Nilda Giglioni, además de la extiernista Viviana Rodríguez, cierran filas detrás del jefe comunal.

Del encuentro participó la Cámara Inmobiliaria (Carlos Tueros y Miguel Lell), el Colegio de Martilleros (José Lasierra), el Consejo de Agrimensores (Guillermo Arias) y la Asociación de Arquitectos (Alina Saez y Roberto Fernández). Estos sectores habían enviado una nota al Concejo Deliberante para pedir que se los consulte sobre el tema y este viernes se concretó la reunión.

En primer lugar, los arquitectos manifestaron su contrariedad porque se abandonó el plan estratégico que se intentó trazar en algún momento para ordenar el crecimiento de la ciudad y mencionaron las dificultades de encarar una dicusión sobre el tema de los loteos sin contar con esa herramienta. Los representantes de las inmobiliarias coincidieron en ese punto y sostuvieron que es un problema de los últimos cincuenta años.

Por su parte, Ucciardello, como portavoz del Ejecutivo, planteó que están de acuerdo en atacar la especulación inmobiliaria y en la ampliación paulatina del radio urbano. Pero reprochó que los concejales que votaron las ordenanzas en ese sentido no siguieron los lineamientos de un crecimiento compacto de la urbanización.

En respuesta a las quejas de los beneficiarios del Procrear, aseguró que están “avanzadas” las gestiones con Anses para generar un loteo para esos casos en nuevos terrenos cedidos en el predio de la Colonia Penal U.4 y también con el Banco Hipotecario, que saldría a comprar lotes para ponerlos a disposición de los titulares de los créditos, según se anunció hace quince días. “Ya son una realidad”, prometió.

El director de Planeamiento, Ariel Molina, argumentó que no se puede ampliar el ejido urbano en forma “salpicada”, por manchones de cuatro kilómetros, como se pretende en la Robustelli, por los contratiempos que acarrearía llevar hasta allí los servicios.

La reunión se cerró sin un apoyo explícito de los profesionales a las ordenanzas vetadas. De todos modos, todos se manifestaron a favor de una regulación general y la necesidad de un plan estratégico. El único sector que puso reparos a una ampliación de los loteos fue el inmobiliario, que adujo que bajarían muchos los valores y la medida perjudicaría a sus clientes.

Los agrimensores y arquitectos propusieron que, en los nuevo loteos, la municipalidad promueva una excepción para que, por ejemplo, en las zonas que el código urbanístico acepta parcelas de mil metros, se permita subdividirlas en dos, para incrementar la oferta. Sin embargo, los funcionarios municipales se pronunciaron en desacuerdo con esa idea.

Un vez terminada la reunión, las justicialiastas Robledo y Cabreros manfiestaron que propondrán la ratificación de las ordenanzas para que el Ejecutivo plantée las modificaciones que considere necesarias. Las ordenanzas, además de ampliar el ejido en cinco zonas, elevaba las tasas para los terenos baldíos, reaba un banco municipal de tierras, y establecía el cobro de una tasa a los propietarios cuyos terrenos se incluían en el ejido urbano. 

“Con los vetos volvimos a punto cero. Pero no tenemos propuesta del Ejecutivo, la única que llegó fue la venta de unos espacios verdes, lo que nos parece una total irracionalidad”, declaró la presidenta del CD. “Habiendo tanta tierra urbana y otras soluciones, que tengamos que vender los espacios verdes para solucionar un problema no es lo ideal”, insistió.

Robledo le achacó a la gestión de Larrañaga que “dilata los tiempos” para “no llegar a nada concreto y no avanzar, cuando la ciudad está creciendo y nos está demandando un crecimiento. Somos una ciudad capital y no podemos estar desde el mes de octubre del año pasado a mayo de este año, tratando este tema y no encontrarle solución”.

Por su parte, desde la bancada de Frepam, también anunciaron que insistirán con las ordenanzas vetadas. El concejal Guillermo Di Liscia interpretó que las asociaciones expresaron un tácito aval, salvaguardando algunas diferencias de criterio, a las ordenanzas que apuntan a limitar la especulación inmobiliaria.

 

El Diario LP