La sentida carta a la viuda del inglés que mató en Malvinas
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ESCUCHÁ EL AUDIO La escribió Oscar Ledesma a Sara Jones, esposa del militar inglés de más alto rango abatido. "Se la habría escrito a cualquier viuda”, dijo a Cadena 3.
Oscar Ledesma tenía 19 años cuando abatió al teniente coronel, Herbert Jones, el militar inglés de más alto rango caído en la Guerra de Malvinas.
A comienzos de este año, el ex soldado argentino le escribió una carta a su viuda, Sara.
“La carta la escribí el 18 de mayo. Más allá de lo que la historia dictamine, yo abatí a una persona y es una carta que le habría escrito a cualquier viuda”, aseguró en diálogo con Cadena 3.
“Nadie sale ileso de una guerra. Teníamos cierto manejo de especialidades, pero tampoco nos daban algunas ventajas sobre los demás”, recordó Ledesma.
“Los ingleses se dieron cuenta, amargamente, que no peleaban con chicos atemorizados: nos graduamos de hombres de un día para otro”, dijo.
Para Ledesma, la carta implicó “el cierre de un capítulo”. Ante la posibilidad de un rencuentro con la viuda, el ex combatiente consideró: “Un reencuentro sería mucho más doloroso para ella que para mí”.
Carta abierta a Sara (viuda de Herbert Jones)
"El tiempo obra en consecuencia de lo actuado y la memoria se rige por nuestros actos".Con escasos 19 años me tocó enfrentarme con el Regimiento 2 de Paracaidistas Británicos la mañana del 28 de mayo de 1982, en el combate de Darwin Hill. Cualquiera hubiera sido su desarrollo no modificará en mi alma y mi mente el recuerdo de aquel terrible enfrentamiento.
Eventualmente me tocó apretar el gatillo para abatir un adversario y en momento alguno sentí odio al hacerlo, como tampoco me jacté ni alegré por aquel acto. No tenía opciones, debía salvar a mis camaradas que contemplaban aterrados cómo un Para asaltaba su posición, desconociendo que a escasos metros se encontraba mi ametralladora, de la misma manera que yo desconocía quién era tan temerario soldado que en una muestra de asombroso arrojo atacaba una posición argentina. Una vez terminada la batalla elevé una plegaria por todos los caídos y pedí a Dios por sus familias.
Siempre tuve como pendiente el poder decirle, mirándola a los ojos, que su esposo cayó como un valiente soldado y que su ocasional adversario le honra cotidianamente con el mayor de los respetos al igual que a todos los caídos.
Le presento mis respetos, como también a sus hijos, herederos de un valiente guerrero.
Oscar Ledesma
La Mesa de Café
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