Santa Rosa | Cura bendijo una clínica donde había "ruidos extraños"

Las historias de aparecidos, o de sucesos más o menos extraños, que parecen no tener una explicación racional, son recurrentes. (Foto Sólo Ilustrativa  ‏@MsMeryan)

Ruidos extraños de puertas que se cierran violentamente, pasos, quejidos, y hasta susurros en la noche de un centro hospitalario, no pareciera ser el mejor escenario para trabajar. Y sino que lo digan médicos y enfermeras de la céntrica clínica santarroseña que hace algunos días invitó a un párroco de la Catedral para que los visitara y bendijera el establecimiento, con la idea que esa celebración podría alejar a los fantasmas.

En realidad cabe decir que este tipo de expresiones no son absolutamente desconocidas, y que por el contrario más de una vez la crónica periodística recogió episodios similares.

Enfermeras, de noche no.

Una situación de ese tipo -paranormal, juzgan algunos- se dio en Santa Rosa en las últimas semanas. En un establecimiento de salud los trabajadores que quedaban de guardia en el lugar durante las noches -o realizando tareas de diferente tipo-, empezaron a percibir sensaciones extrañas. 

 

En lugares y habitaciones donde presuntamente no había nadie, sentían ruidos extraños: puertas que se cerraban, pasos, y hasta algún quejido.

El miedo a lo desconocido, naturalmente provocó natural perturbación en los trabajadores, que en algunos casos asistieron al fenómeno en forma directa, y en otros fueron informados por sus compañeros. 

 

Poco a poco el temor se fue generalizando y se habría llegado al extremo que las enfermeras del lugar preferían no quedarse por las noches, provocando un natural deterioro al servicio que tiene que prestar el centro asistencial.

¿Espíritus que rondaban en las noches? ¿fantasmas provenientes de qué sabe qué dimensión? ¿Qué sucedía?

Bendecir las instalaciones.

Lo cierto es que la situación se puso tan densa que hubo necesidad de hacer algo. Las autoridades llegaron al convencimiento que debían alejar el temor de sus trabajadores, y obviamente pidieron ayuda.

¿Qué hicieron? Llamaron a la Catedral santarroseña y pidieron la asistencia de un sacerdote que, días atrás, fue a bendecir las instalaciones.

¿Si las manifestaciones cesaron? Después del acto religioso, y por ahora, no se habrían producido nuevas alertas de los trabajadores del lugar, que decidieron volver a sus trabajos.

"No debiéramos asustarnos"

"Estos fenómenos existen, existieron y existirán", expresó Mabel Rivas, presidente de la Sociedad Espiritista "La esperanza del porvenir", al ser consultada por extraños episodios que se habrían dado en un establecimiento asistencial.

Sostuvo que "no debería haber miedo, y en todo caso deberíamos naturalizarlo; como deberíamos naturalizar la muerte, pero nos asusta", admitió. "¿Qué le diría a alguien que tuvo una experiencia de este tipo? En primer lugar que no hay que asustarse, que hay que tener tranquilidad".

La titular de la Sociedad Espiritista agregó que "la explicación que podría dar es que se trata de manifestaciones de espíritus, que están en todo momento y en todo lugar. No los vemos pero están, podemos llegar a percibirlos. El espíritu es todo energía", agregó, con lo que podría explicarse "que se mueva una puerta o se cierre un cajón. Esa es la respuesta desde el conocimiento que la doctrina aporta, teniendo en cuenta que el espiritismo lo analizamos como una ciencia cuyo objetivo es el estudio del espíritu. El espíritu o alma no muere, lo que tiene finitud es nuestra vida corpórea", completó.

Desconocimiento genera temor.

Cuando se le reveló lo que vendría sucediendo en un centro asistencial local, Mabel Rivas señaló que en lugares como esos "la condición humana se ve expuesta a situaciones límites que están asociadas con el dolor, tanto en el sufriente como para el familiar que pueda estar asistiéndolo, y por eso por allí puede dar la impresión de escucharse voces, o quejidos", razonó.

Después dijo que "debiéramos considerar que somos cuerpo y alma, y por ahí encontraríamos la explicación... desconocemos algunas cuestiones que no podemos ver porque la ciencia oficial nos forma para creer aquello que vemos. Y por el contrario el desconocimiento genera temor, porque es inherente al ser humano: ante lo desconocido sentimos temor. Nos pasa todo el tiempo, por ejemplo cuando vamos a un trabajo nuevo o a un lugar que no conocemos lo hacemos con prevenciones. Cuando uno conoce no tiene miedo", aseguró.

Insistió que es precisamente el conocimiento el que "nos debe servir para erradicar el temor ante situaciones que generan en el imaginario colectivo ese pensamiento que nos remite al medioevo. Y ya estamos en el siglo XXI", reflexionó.

Con respecto a que un sacerdote hubiera bendecido las instalaciones del centro de salud manifestó "respetar" esa decisión, porque "nosotros respondemos a las creencias que construimos, y aunque la creencia no da certezas podría servir para dar seguridades", finalizó.

Otros casos.

Últimamente, a fines del año anterior, Nuevo Diario de Santiago del Estero daba cuenta de algunas situaciones extrañas en las antiguas instalaciones de lo que fue el Hospital de Niños Eva Perón, e incluso se conocieron algunos videos que mostraban cuestiones extrañas.

También fue muy famoso lo sucedido en el Hospital San Pablo de Cartagena, en Colombia. Fantasmas apareciendo en algunas habitaciones que hoy son casi ruinas, voces, susurros, la impresión de que alguien camina detrás de una persona, fueron sensaciones que contaron algunos de los pocos trabajadores que aún quedan allí.

La Arena