Santa Rosa | Recicladores denuncian que los quieren echar
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2015/01/santa-rosa-recicladores-denuncian-que.html
En el relleno sanitario de Santa Rosa, el antiguo conflicto entre “los de arriba y los de abajo” se vuelve a repetir. Un grupo denuncia que lo sacaron de los galpones y no los quieren dejar trabajar. Heber Orozco, uno de los integrantes originales de Coopeplus, que fue apoyada por gremios como Luz y Fuerza La Pampa, habló con El Diario. (Foto Ilustrativa Archivo: El Diari o LP)
El ya dilatado conflicto entre los recicladores que trabajan en el relleno sanitario de Santa Rosa vuelve a resurgir. Ahora, un grupo de unas 50 personas que separan residuos en la zona alta del predio denunció que funcionarios municipales no les dejan ingresar sus elementos de trabajo y quieren echarlos del lugar.
Mientras tanto, se profundiza la diferencia con quienes trabajan en los galpones ubicados cerca del ingreso.
El problema viene desde hace tiempo. En la gestión de Francisco Torroba en el municipio se logró encauzar la situación creando la planta de reciclado e impulsando la creación de una cooperativa de trabajadores, la Coopeplus. Aunque las diferencias entre los recicladores existían, se había generado un avance para que las personas que juntaban residuos dentro del predio mejoraran mínimamente las condiciones en las que desarrollaban su tarea y tenían una herramienta para lograr sacar un buen rédito económico.
Pero apenas asumió Luis Larrañaga como intendente, se intentó dar por tierra con el convenio e incluso hubo intenciones de privatizar la planta. En abril de 2012 la Coopeplus logró firmar el convenio con la Municipalidad, pero las diferencias entre los recicladores habían vuelto a profundizarse.
En conflicto, siempre fue entre “los de arriba” (los que estaban en la parte alta del terreno) y “los de abajo” (quienes ocupaban el sector más cercano al ingreso, y ahora los galpones).
El ya dilatado conflicto entre los recicladores que trabajan en el relleno sanitario de Santa Rosa vuelve a resurgir. Ahora, un grupo de unas 50 personas que separan residuos en la zona alta del predio denunció que funcionarios municipales no les dejan ingresar sus elementos de trabajo y quieren echarlos del lugar.
Mientras tanto, se profundiza la diferencia con quienes trabajan en los galpones ubicados cerca del ingreso.
El problema viene desde hace tiempo. En la gestión de Francisco Torroba en el municipio se logró encauzar la situación creando la planta de reciclado e impulsando la creación de una cooperativa de trabajadores, la Coopeplus. Aunque las diferencias entre los recicladores existían, se había generado un avance para que las personas que juntaban residuos dentro del predio mejoraran mínimamente las condiciones en las que desarrollaban su tarea y tenían una herramienta para lograr sacar un buen rédito económico.
Pero apenas asumió Luis Larrañaga como intendente, se intentó dar por tierra con el convenio e incluso hubo intenciones de privatizar la planta. En abril de 2012 la Coopeplus logró firmar el convenio con la Municipalidad, pero las diferencias entre los recicladores habían vuelto a profundizarse.
En conflicto, siempre fue entre “los de arriba” (los que estaban en la parte alta del terreno) y “los de abajo” (quienes ocupaban el sector más cercano al ingreso, y ahora los galpones).
En este caso “los de abajo” son quienes más provecho le sacan a su tarea a partir de la separación en los galpones, mientras que “los de arriba” se tienen que conformar con lo que queda y con menos herramientas.
Ahora, entre los de arriba, está Heber Orozco, uno de los integrantes originales de Coopeplus, que fue apoyada por gremios como Luz y Fuerza La Pampa. Le contó a El Diario que la excusa que usan para querer sacarlos de allí es “un par de pibes que hacen desorden”. Pero aclara que los demás “vienen a trabajar”.
Orozco le apuntó directamente al subdirector de Residuos Urbanos, Nicolás Schiel. “Schiel pide que se vaya la gente de acá. No se qué conflicto tiene, no quiere que estemos acá”, señaló.
Ayer por la mañana, cuando un equipo de El Diario intentó llegar al sector donde estaba Orozco y su grupo, apareció una persona que se presentó como “encargado” pidiendo que no se hagan fotos y argumentando que no se podía permanecer en el lugar sin autorización. Por eso la entrevista se terminó haciendo en forma telefónica.
“No dejan entrar a nadie para que no muestren como está la gente”, dijo luego Orozco, quien explicó que el conflicto siempre existió pero intentan dejarlo “tapado”. “Por eso a ustedes no los quieren dejar entrar”, agregó.
Contó además que ni siquiera les dejan ingresar los carros y tienen que sacar las cosas que juntan como pueden, porque no los dejan usar la entrada principal. “Nos tenemos que rebuscar, tenemos que ir hasta el alambrado y pasar las cosas. En unos carritos chiquitos, en moto o en auto. Desde acá arriba de la loma hasta allá abajo”, detalló.
Orzco contó que hace unos seis años que está trabajando allí, pero así también hay otros compañeros que están desde hace más tiempo y otros menos. Cuando se armó el galpón grande, junto a unos siete u ocho personas más comenzaron a trabajar allí. “Estabamos ahi porque fuimos a reclamar a la Municipalidad para tenerlo. Al grupo que estaba en el otro galpon lo obligaron a pasarse al nuestro, y hoy son ellos los que lo manejan. Nos desplazaron a todos los que estabábamos”, señaló.
“Del grupo que se había formado, fui el primer presidente de Coopeplus. Y ahora estoy acá. La Coopeplus no recibió el apoyo de nadie, ni de la Municipalidad ni desde la Dirección de Cooperativas. No nos dieron los beneficios que pedimos y quedamos en la nada. No pudimos conseguir nada. Igual seguimos trabajando con nuestro propio esfuerzo, sin sueldo ni aguinaldo ni nada”, remarcó.
Para Orozco el conflicto no fue político, sino por una cuestión “de conveniencia”. “Acá hay personas que reclaman lo justo: baños normales, no los químicos, mas camiones, seguridad. Estuve dos años y algo, y una sola vez nos dieron botines. Implementaban reglamentos cuando estabámos trabajando en negro, no en blanco. Y siempre mandaron a la gente del otro galpon, desplazaron a los que con mucho esfuerzo y apoyo de Luz y Fuerza armaron todo, y ahora la mayoría está fuera del galpón”, se lamenta. Resume que “los que estaban antes arriba desplazaron a los que estaban abajo y consiguieron todo”.
Cuenta que, a partir de eso, el rédito que sacan no es “ni comparable” con lo que sería si estuvieran en otras condiciones. “El papel blanco acá lo pagan un peso, y afuera entre 2,20 y 2,30. Pero la gente necesita trabajar. Nosotros estamos deteniendo el basurero, sacando plastico y otras cosas”, advierte.
“Me gustaría que alguien nos diera una solución a los que estamos arriba, en negro, sin seguridad, que vendemos las cosas por migajas. Venimos a las 3 o 4 de la mañana y salimos a las 2 de la tarde para ganar 250 pesos por día si es que los ganás. Si alguien pudiera leer esto y escucharnos, es para ayudar a la gente mayor que está acá”, finalizó.
El Diario LP
Las nuevas diferencias
Ahora, entre los de arriba, está Heber Orozco, uno de los integrantes originales de Coopeplus, que fue apoyada por gremios como Luz y Fuerza La Pampa. Le contó a El Diario que la excusa que usan para querer sacarlos de allí es “un par de pibes que hacen desorden”. Pero aclara que los demás “vienen a trabajar”.
Orozco le apuntó directamente al subdirector de Residuos Urbanos, Nicolás Schiel. “Schiel pide que se vaya la gente de acá. No se qué conflicto tiene, no quiere que estemos acá”, señaló.
Ayer por la mañana, cuando un equipo de El Diario intentó llegar al sector donde estaba Orozco y su grupo, apareció una persona que se presentó como “encargado” pidiendo que no se hagan fotos y argumentando que no se podía permanecer en el lugar sin autorización. Por eso la entrevista se terminó haciendo en forma telefónica.
“No dejan entrar a nadie para que no muestren como está la gente”, dijo luego Orozco, quien explicó que el conflicto siempre existió pero intentan dejarlo “tapado”. “Por eso a ustedes no los quieren dejar entrar”, agregó.
Contó además que ni siquiera les dejan ingresar los carros y tienen que sacar las cosas que juntan como pueden, porque no los dejan usar la entrada principal. “Nos tenemos que rebuscar, tenemos que ir hasta el alambrado y pasar las cosas. En unos carritos chiquitos, en moto o en auto. Desde acá arriba de la loma hasta allá abajo”, detalló.
Pelea por el galpón
Orzco contó que hace unos seis años que está trabajando allí, pero así también hay otros compañeros que están desde hace más tiempo y otros menos. Cuando se armó el galpón grande, junto a unos siete u ocho personas más comenzaron a trabajar allí. “Estabamos ahi porque fuimos a reclamar a la Municipalidad para tenerlo. Al grupo que estaba en el otro galpon lo obligaron a pasarse al nuestro, y hoy son ellos los que lo manejan. Nos desplazaron a todos los que estabábamos”, señaló.
“Del grupo que se había formado, fui el primer presidente de Coopeplus. Y ahora estoy acá. La Coopeplus no recibió el apoyo de nadie, ni de la Municipalidad ni desde la Dirección de Cooperativas. No nos dieron los beneficios que pedimos y quedamos en la nada. No pudimos conseguir nada. Igual seguimos trabajando con nuestro propio esfuerzo, sin sueldo ni aguinaldo ni nada”, remarcó.
“Por conveniencia”
Para Orozco el conflicto no fue político, sino por una cuestión “de conveniencia”. “Acá hay personas que reclaman lo justo: baños normales, no los químicos, mas camiones, seguridad. Estuve dos años y algo, y una sola vez nos dieron botines. Implementaban reglamentos cuando estabámos trabajando en negro, no en blanco. Y siempre mandaron a la gente del otro galpon, desplazaron a los que con mucho esfuerzo y apoyo de Luz y Fuerza armaron todo, y ahora la mayoría está fuera del galpón”, se lamenta. Resume que “los que estaban antes arriba desplazaron a los que estaban abajo y consiguieron todo”.
Cuenta que, a partir de eso, el rédito que sacan no es “ni comparable” con lo que sería si estuvieran en otras condiciones. “El papel blanco acá lo pagan un peso, y afuera entre 2,20 y 2,30. Pero la gente necesita trabajar. Nosotros estamos deteniendo el basurero, sacando plastico y otras cosas”, advierte.
“Me gustaría que alguien nos diera una solución a los que estamos arriba, en negro, sin seguridad, que vendemos las cosas por migajas. Venimos a las 3 o 4 de la mañana y salimos a las 2 de la tarde para ganar 250 pesos por día si es que los ganás. Si alguien pudiera leer esto y escucharnos, es para ayudar a la gente mayor que está acá”, finalizó.
El Diario LP
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