Provinciales | Paso de los Algarrobos, Patrimonio Cultural

El lugar donde se emplazaba la Escuela Hogar Nº 286 de Algarrobo del Águila fue declarado hoy como Bien del Patrimonio Cultural. Allí trabajaba la docente Zulema Arizo en el momento en que fue secuestrada y torturada en 1976. (Foto: iTextual)


La iniciativa -aprobada por unanimidad e impulsada por el diputado provincial Martín Borthiry- fue girada a la Subsecretaria de Cultura la cual declaró al lugar como Bien del Patrimonio Cultural a través de la disposición 5/2015.

“El acto del próximo 24 en Paso de los Algarrobos no será igual a los anteriores. Será un momento muy especial para todos aquellos que desde hace años vamos a ese lugar tan especial del oeste pampeano. La declaración que hizo Cultura es el fruto del compromiso y la participación durante todos estos años de la gente del Oeste. Vecinos, alumnos, maestras y autoridades siempre han estado presentes”, expresó Borthiry.

En la misma disposición la Subsecretaría de Cultura solicitó instrumentar los medios necesarios para garantizar la preservación del sitio perimetrado que incluye cimientos, escombros, el mástil, el monolito y la placa de bronce, como así también facilitar la concurrencia de ciudadanos cada 24 de marzo.

“Está resolución nos compromete aún más, a todos, a trabajar de manera conjunta en la preservación de lugar, en la difusión de lo que allí sucedió, en facilitar la accesibilidad al lugar y en generar un espacio que se transforme en una referencia para todos los que pases por allí”, agregó el diputado.

El próximo 24 de marzo nuevamente, como años anteriores, se realizará un acto recordatorio en el lugar donde se emplazaba la escuela.

Con la presencia de los alumnos de las escuelas de la zona, autoridades de los pueblos cercanos, el diputado Martín Borthiry y vecinos que como años anteriores se acercaron al lugar, algunos de los cuales fueron exalumnos de la escuela.

“El año pasado tuvimos la presencia de una exalumna, que de manera muy sencilla nos contó cómo era la vida y como pasaban los días en aquellos tiempos. El relato fue muy conmovedor y reflejo la vida para nada sencilla de los puesteros y pobladores de esa zona de nuestra provincia. Tenemos la obligación de recordar, pero sobre todo debemos enseñar que fue lo que sucedió para que “nunca más” la historia vuelva a repetirse fortaleciendo la democracia y sus instituciones, afianzando las libertades, consolidando los derechos y asumiendo la obligación de no perder la Memoria, y reclamando Justicia y Verdad”, finalizó Borthiry.

iTextual