NBA | Houston luchó pero cayó en Golden State por 110 a 106
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MIRÁ EL VIDEO Los Rockets hicieron un buen partido pero no pudieron ante un intratable Curry (34 puntos) y quedaron 1-0 abajo. Buen juego de Prigioni. (Foto: Golden State Warriors)
Los Rockets abrieron el partido con una clara intención de llevarle la bola a Dwight Howard en el poste bajo. El pivote tuvo un par de buenas apariciones y de su mano, los de McHale tomaron una rápida ventaja de 9 a 2. Igual, la misma duró poco y con una ráfaga de Klay Thompson y Stephen Curry, los Warriors tomaron la delantera por 14 a 12.
De todas formas, Golden State no estaba demasiado metido en el juego y Houston sacaba provecho de su mayor concentración. Los de Kerr cometían algunas pérdidas por descuidos y ya con Pablo Prigioni en cancha, la visita los hacía pagar en el otro costado, para con un arranque de 7 a 0 tomar ventaja de 19 a 14.
Además de Prigioni, el que ingresó muy bien al encuentro fue Clint Capela, no sólo definiendo cerca del aro, sino que además haciendo un muy buen trabajo defensivo. En los Warriors, Curry intentaba meter a los suyos en partido a puro triple (3 en el primer cuarto), aún cuando los Rockets estaban muy concentrados en cambiar ante cada pick, para no darle un centímetro de espacio al MVP. Los visitantes fueron más en ese primer período y se fueron al descanso con ventaja de 31 a 24.
En el inicio del segundo cuarto poco cambió. Un par de conversiones de Trevor Ariza rompieron la brecha del doble dígito y más tarde, un triple y una volcada de Josh Smith, más un contragolpe de Corey Brewer, dejaron una máxima de 16 puntos (49-33) ante un local que seguía fuera de foco.
Como en muchas otras ocasiones durante la temporada, Golden State apeló a una formación pequeña, con Draymond Green de pivote y Harrison Barnes de 4, para acelerar el ritmo, forzar pérdidas y tener mayores variantes en ofensiva. Con esta táctica y un sensacional pasaje de Shaun Livingston, los Warriors comenzaron a comer la diferencia, ante un McHale que apostaba por darle continuidad al juego, sin frenar las acciones con un time out.
Livingston siguió marcando diferencias en el aro contrario y en el otro campo, los Rockets perdieron el gran movimiento de pelota que habían tenido en los primeros 15 minutos del juego. James Harden se empecinó en forzar situaciones para sacar faltas, mientras que Howard en ganarle el duelo personal al más pequeño Green. Ninguna de las dos cosas funcionó y con Klay Thompson y Harrison Barnes como protagonistas, los de Kerr dieron vuelta la historia.
La frutilla del postre para la remontada llegó en la última posesión, donde Curry clavó un doble largo por encima de Capela, mientras el reloj llegaba a cero, para estampar el 58 a 55 con el cual ingresaron a los vestuarios para el medio tiempo. Houston había sido superior durante la mayor parte del transcurso de las acciones, pero algunos minutos flojos lo habían dejado sin nada.
El mejor momento de Golden State continuó en los primeros minutos del segundo tiempo, acarreando el ímpetu del final del primero. Curry estaba imparable, dominando sin demasiados problemas a Jason Terry, para seguir sumando en su cuenta personal y estirar la distancia a 67 a 61.
Los Rockets se acercaron desde la línea de libres, pero nuevamente Curry le dio aire a su equipo desde el perímetro (importantes distracciones en la marca de Terry y los pivotes de Houston en las ayudas), a quien se le sumó una bomba de Leandrinho Barbosa y un buen pasaje de Festus Ezeli. Harden cerró con una buena penetración, pero de todas formas, los dueños de casa terminaron al frente por 84 a 79.
El último parcial arrancó con un Draymond Green clave en ataque, pero Harden con su desequilibrio individual mantenía cerca a la visita. El barbado escolta comenzó a montar un show en ofensiva, haciendo lo que quería contra Thompson y ayudado por un triple de Josh Smith, el marcador se igualó en 95.
Lamentablemente para los Rockets, los Warriors se despertaron a partir de allí, con una racha favorable de 11 a 2. El propio Smith cometió algunos errores en defensa y un par de pérdidas en ataque y una nueva bomba de Curry dejó a Golden State con una importante diferencia de 106 a 97.
El encuentro parecía destinado a terminar con cierta comodidad para el puntero de la Conferencia Oeste, pero algunas distracciones y un buen aporte de Trevor Ariza, con robos y triples incluídos, dejaron a los de McHale a dos, con unos 10 segundos en el reloj. De todas formas, Curry no falló desde la línea, Harden sí lo hizo en el siguiente ataque y el final fue para los Warriors por 110 a 106.
Stephen Curry fue el máximo anotador del partido con 34 puntos, encestando 6 de sus 11 intentos de tres puntos. Además, en el ganador fue fundamental lo de Shaun Livingston con 18 y 6 rebotes, mientras que Klay Thompson colaboró con 15 tantos. En Houston el mejor fue James Harden con 28 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias, seguido por los 20 de Trevor Ariza.
Pablo Prigioni: 4 puntos, 1 rebote, 4 asistencias, 1 falta, 2-2 en dobles y 0-1 en triples durante 15 minutos de juego.
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Los Rockets abrieron el partido con una clara intención de llevarle la bola a Dwight Howard en el poste bajo. El pivote tuvo un par de buenas apariciones y de su mano, los de McHale tomaron una rápida ventaja de 9 a 2. Igual, la misma duró poco y con una ráfaga de Klay Thompson y Stephen Curry, los Warriors tomaron la delantera por 14 a 12.
De todas formas, Golden State no estaba demasiado metido en el juego y Houston sacaba provecho de su mayor concentración. Los de Kerr cometían algunas pérdidas por descuidos y ya con Pablo Prigioni en cancha, la visita los hacía pagar en el otro costado, para con un arranque de 7 a 0 tomar ventaja de 19 a 14.
Además de Prigioni, el que ingresó muy bien al encuentro fue Clint Capela, no sólo definiendo cerca del aro, sino que además haciendo un muy buen trabajo defensivo. En los Warriors, Curry intentaba meter a los suyos en partido a puro triple (3 en el primer cuarto), aún cuando los Rockets estaban muy concentrados en cambiar ante cada pick, para no darle un centímetro de espacio al MVP. Los visitantes fueron más en ese primer período y se fueron al descanso con ventaja de 31 a 24.
En el inicio del segundo cuarto poco cambió. Un par de conversiones de Trevor Ariza rompieron la brecha del doble dígito y más tarde, un triple y una volcada de Josh Smith, más un contragolpe de Corey Brewer, dejaron una máxima de 16 puntos (49-33) ante un local que seguía fuera de foco.
Como en muchas otras ocasiones durante la temporada, Golden State apeló a una formación pequeña, con Draymond Green de pivote y Harrison Barnes de 4, para acelerar el ritmo, forzar pérdidas y tener mayores variantes en ofensiva. Con esta táctica y un sensacional pasaje de Shaun Livingston, los Warriors comenzaron a comer la diferencia, ante un McHale que apostaba por darle continuidad al juego, sin frenar las acciones con un time out.
Livingston siguió marcando diferencias en el aro contrario y en el otro campo, los Rockets perdieron el gran movimiento de pelota que habían tenido en los primeros 15 minutos del juego. James Harden se empecinó en forzar situaciones para sacar faltas, mientras que Howard en ganarle el duelo personal al más pequeño Green. Ninguna de las dos cosas funcionó y con Klay Thompson y Harrison Barnes como protagonistas, los de Kerr dieron vuelta la historia.
La frutilla del postre para la remontada llegó en la última posesión, donde Curry clavó un doble largo por encima de Capela, mientras el reloj llegaba a cero, para estampar el 58 a 55 con el cual ingresaron a los vestuarios para el medio tiempo. Houston había sido superior durante la mayor parte del transcurso de las acciones, pero algunos minutos flojos lo habían dejado sin nada.
El mejor momento de Golden State continuó en los primeros minutos del segundo tiempo, acarreando el ímpetu del final del primero. Curry estaba imparable, dominando sin demasiados problemas a Jason Terry, para seguir sumando en su cuenta personal y estirar la distancia a 67 a 61.
Los Rockets se acercaron desde la línea de libres, pero nuevamente Curry le dio aire a su equipo desde el perímetro (importantes distracciones en la marca de Terry y los pivotes de Houston en las ayudas), a quien se le sumó una bomba de Leandrinho Barbosa y un buen pasaje de Festus Ezeli. Harden cerró con una buena penetración, pero de todas formas, los dueños de casa terminaron al frente por 84 a 79.
El último parcial arrancó con un Draymond Green clave en ataque, pero Harden con su desequilibrio individual mantenía cerca a la visita. El barbado escolta comenzó a montar un show en ofensiva, haciendo lo que quería contra Thompson y ayudado por un triple de Josh Smith, el marcador se igualó en 95.
Lamentablemente para los Rockets, los Warriors se despertaron a partir de allí, con una racha favorable de 11 a 2. El propio Smith cometió algunos errores en defensa y un par de pérdidas en ataque y una nueva bomba de Curry dejó a Golden State con una importante diferencia de 106 a 97.
El encuentro parecía destinado a terminar con cierta comodidad para el puntero de la Conferencia Oeste, pero algunas distracciones y un buen aporte de Trevor Ariza, con robos y triples incluídos, dejaron a los de McHale a dos, con unos 10 segundos en el reloj. De todas formas, Curry no falló desde la línea, Harden sí lo hizo en el siguiente ataque y el final fue para los Warriors por 110 a 106.
Stephen Curry fue el máximo anotador del partido con 34 puntos, encestando 6 de sus 11 intentos de tres puntos. Además, en el ganador fue fundamental lo de Shaun Livingston con 18 y 6 rebotes, mientras que Klay Thompson colaboró con 15 tantos. En Houston el mejor fue James Harden con 28 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias, seguido por los 20 de Trevor Ariza.
Pablo Prigioni: 4 puntos, 1 rebote, 4 asistencias, 1 falta, 2-2 en dobles y 0-1 en triples durante 15 minutos de juego.
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