NBA | Houston no entendió el partido y Clippers sigue de racha en el inicio de la semifinal de la conferencia Oeste
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2015/05/nba-houston-no-entendio-el-partido-y.html
Los Rockets estuvieron nerviosos y apresurados cuando más importaba y sin Chris Paul, Los Angeles se impuso por 117-101. Bien Prigioni, jugó 20 minutos y siete segundos para sumar 11 tantos con 1-1 en dobles y
3-5 en triples, con un rebote, un robo, tres asistencias y tres
infracciones. (Foto: quisqueyanosports.com)
Más allá de la novedad de la presencia de Austin Rivers como titular en Los Angeles por el lesionado Chris Paul, el partido comenzó en un clima de paridad, en el cual los aleros, Trevor Ariza por Houston y Matt Barnes por los Clippers, eran lo más interesante de cada uno de los equipos. Igualmente, las pérdidas dominaban la escena y ninguno podía marcar una diferencia clara sobre el otro.
Luego de ese inicio, de a poco los texanos se fueron asentando en el partido. Los Rockets empezaron a correr con más frecuencia y cuando ambos entrenadores recurrieron a sus bancos de suplentes, claramente la ventaja fue para los de McHale, con muchas más variantes. Un triple de James Harden en la última jugada del primer cuarto terminó de potenciar el dominio local, cerrando el parcial con un marcador de 25 a 19 en su favor.
Los Clippers extrañaban horrores a Paul, tanto en la media-cancha como en los ataques de transición, y más allá de algunas apariciones de Jamal Crawford, tenían muchos problemas para sumar en el aro contrario. Para colmo, Houston pudo cortar algunos balones y desplegar las alas en contragolpe para romper la barrera del doble dígito (31-21).
El mejor momento de los Rockets se mantuvo con un rato excelente de Pablo Prigioni. Además de algunas buenas defensas y de darle mucha fluidez a los ataques de su equipo, el base cordobés anotó un par de triples consecutivos que hicieron levantar al estadio y darle a los de McHale una máxima diferencia de 13 puntos (37-24).
Lamentablemente para Houston, una vez que Prigioni dejó la cancha, el equipo perdió el ritmo que traía, con un Jason Terry que no tiene esa capacidad de hacer fluir los ataques como sí lo hace el argentino. De a poco Blake Griffin fue poniéndole su impronta a la noche y aunque Dwight Howard contestaba en el dueño de casa, la primera mitad terminó mucho más pareja (50-46).
El segundo tiempo arrancó con la primera racha positiva de Harden en el juego, pero sus compañeros no lo apoyaban y cuando el barbudo escolta se apagó, los Clippers siguieron emparejando la historia. El encargado de impulsar a la visita volvió a ser Griffin, quien con un buen par de minutos igualó el marcador en 57, creando desde allí un partido completamente nuevo.
Lo que se mantuvieron fueron las imprecisiones de Houston, que continuaba entregando el balón a un ritmo exagerado. Griffin volvió a anotar y ahora se le sumó un triple de JJ Redick para que su equipo tome la delantera por cinco. El tercer triple de Prigioni acercó a los Rockets, pero Crawford contestó con un bombazo cuando se moría el parcial y tras una falta sin sentido de Harden, los de Rivers pudieron cerrar por 83 a 77 arriba.
Desde el principio del último parcial se vio a unos Rockets nerviosos, dominados por los nervios y las malas decisiones de jugadores como Josh Smith o Corey Brewer, más allá de una actuación bastante pobre de Harden. Los Angeles hizo su negocio, mostrándose mucho más concentrado en ambos costados del campo y con dos triples de Barnes y otro de Redick, se escapó por 99 a 88.
La diferencia nunca llegó a pasar de los 11 o 12 puntos hasta el cierre y aunque desde lo numérico Houston seguía en partido, desde lo anímico, estaba completamente ido. El cierre del encuentro mostró a unos Rockets ya sin ganas de competir, de brazos caídos y frustrados. Los visitantes no levantaron el pie del acelerador y acabaron quedándose con una victoria inmensa, sin su base titular y estrella, por 117 a 101.
Si bien una mala noche la puede tener cualquiera, lo peor del local fue su actitud, casi como si creyera que por no jugar Paul la cuestión estaba resuelta. Está claro que si quieren tener chances en el resto de la serie, deberán mostrar una cara completamente distinta de acá en adelante o se verán superados por un rival que está con la confianza por el cielo
Blake Griffin estuvo enorme en el ganador con 26 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias, mientras que Jamal Crawford sumó 21 y Matt Barnes 20. Además, JJ Redick y Austin Rivers aportaron 17 cada uno, mientras que en Houston los mejores desde los números fueron Dwight Howard con 22 tantos y 10 rebotes y James Harden con 20 unidades y 12 asistencias (aunque 9 de las 23 pérdidas del equipo).
Pablo Prigioni: 11 puntos, 1 rebote, 3 asistencias, 3 faltas, 1 robo, 1-1 en dobles y 3-5 en triples durante 20 minutos de juego.
Mañana, desde las 22.30 de Argentina se jugará el segundo partido, nuevamente en el Toyota Center de Houston, y la serie luego se trasladará al Staples Center angelino.
Más allá de la novedad de la presencia de Austin Rivers como titular en Los Angeles por el lesionado Chris Paul, el partido comenzó en un clima de paridad, en el cual los aleros, Trevor Ariza por Houston y Matt Barnes por los Clippers, eran lo más interesante de cada uno de los equipos. Igualmente, las pérdidas dominaban la escena y ninguno podía marcar una diferencia clara sobre el otro.
Luego de ese inicio, de a poco los texanos se fueron asentando en el partido. Los Rockets empezaron a correr con más frecuencia y cuando ambos entrenadores recurrieron a sus bancos de suplentes, claramente la ventaja fue para los de McHale, con muchas más variantes. Un triple de James Harden en la última jugada del primer cuarto terminó de potenciar el dominio local, cerrando el parcial con un marcador de 25 a 19 en su favor.
Los Clippers extrañaban horrores a Paul, tanto en la media-cancha como en los ataques de transición, y más allá de algunas apariciones de Jamal Crawford, tenían muchos problemas para sumar en el aro contrario. Para colmo, Houston pudo cortar algunos balones y desplegar las alas en contragolpe para romper la barrera del doble dígito (31-21).
El mejor momento de los Rockets se mantuvo con un rato excelente de Pablo Prigioni. Además de algunas buenas defensas y de darle mucha fluidez a los ataques de su equipo, el base cordobés anotó un par de triples consecutivos que hicieron levantar al estadio y darle a los de McHale una máxima diferencia de 13 puntos (37-24).
Lamentablemente para Houston, una vez que Prigioni dejó la cancha, el equipo perdió el ritmo que traía, con un Jason Terry que no tiene esa capacidad de hacer fluir los ataques como sí lo hace el argentino. De a poco Blake Griffin fue poniéndole su impronta a la noche y aunque Dwight Howard contestaba en el dueño de casa, la primera mitad terminó mucho más pareja (50-46).
El segundo tiempo arrancó con la primera racha positiva de Harden en el juego, pero sus compañeros no lo apoyaban y cuando el barbudo escolta se apagó, los Clippers siguieron emparejando la historia. El encargado de impulsar a la visita volvió a ser Griffin, quien con un buen par de minutos igualó el marcador en 57, creando desde allí un partido completamente nuevo.
Lo que se mantuvieron fueron las imprecisiones de Houston, que continuaba entregando el balón a un ritmo exagerado. Griffin volvió a anotar y ahora se le sumó un triple de JJ Redick para que su equipo tome la delantera por cinco. El tercer triple de Prigioni acercó a los Rockets, pero Crawford contestó con un bombazo cuando se moría el parcial y tras una falta sin sentido de Harden, los de Rivers pudieron cerrar por 83 a 77 arriba.
Desde el principio del último parcial se vio a unos Rockets nerviosos, dominados por los nervios y las malas decisiones de jugadores como Josh Smith o Corey Brewer, más allá de una actuación bastante pobre de Harden. Los Angeles hizo su negocio, mostrándose mucho más concentrado en ambos costados del campo y con dos triples de Barnes y otro de Redick, se escapó por 99 a 88.
La diferencia nunca llegó a pasar de los 11 o 12 puntos hasta el cierre y aunque desde lo numérico Houston seguía en partido, desde lo anímico, estaba completamente ido. El cierre del encuentro mostró a unos Rockets ya sin ganas de competir, de brazos caídos y frustrados. Los visitantes no levantaron el pie del acelerador y acabaron quedándose con una victoria inmensa, sin su base titular y estrella, por 117 a 101.
Si bien una mala noche la puede tener cualquiera, lo peor del local fue su actitud, casi como si creyera que por no jugar Paul la cuestión estaba resuelta. Está claro que si quieren tener chances en el resto de la serie, deberán mostrar una cara completamente distinta de acá en adelante o se verán superados por un rival que está con la confianza por el cielo
Blake Griffin estuvo enorme en el ganador con 26 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias, mientras que Jamal Crawford sumó 21 y Matt Barnes 20. Además, JJ Redick y Austin Rivers aportaron 17 cada uno, mientras que en Houston los mejores desde los números fueron Dwight Howard con 22 tantos y 10 rebotes y James Harden con 20 unidades y 12 asistencias (aunque 9 de las 23 pérdidas del equipo).
Pablo Prigioni: 11 puntos, 1 rebote, 3 asistencias, 3 faltas, 1 robo, 1-1 en dobles y 3-5 en triples durante 20 minutos de juego.
Mañana, desde las 22.30 de Argentina se jugará el segundo partido, nuevamente en el Toyota Center de Houston, y la serie luego se trasladará al Staples Center angelino.
Por la Conferencia Este, Chicago Bulls arrancó al frente en la serie al vencer como visitante a Cleveland Cavaliers, en el Quicken Loans Arena, por 99-92.
En los Bulls, el base Derrick Rose señaló 25 puntos y el español Pau Gasol concretó 21; mientras que Kyrie Irving aportó 30 e Iman Shumpert culminó con 21 en Cleveland. El segundo juego de la serie se jugará mañana en el mismo estadio a las 20 de nuestro país.
Basquet Plus | Télam
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