Santa Rosa | Acusan a Gallinger de intento de femicidio
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MIRÁ EL VIDEO Lo hizo el fiscal Paulucci durante la Audiencia de Formalización. Le dictaron la prisión preventiva hasta que dure el proceso.
Seguí el Caso Sclavuno
El fiscal Máximo Paulucci pidió este martes que el empresario Néstor Roberto Gallinger -dueño de la firma Tecxen Alarmas, y detenido el sábado luego de que su esposa lo denunciara por un gravísimo caso de violencia de género- sea acusado de femicidio en grado de tentativa o amenaza con arma de fuego. También lo acusa por daños (le rompió un celular a la víctima) y lesiones leves agravadas por el vínculo.
La audiencia de formalización se realizó este martes, al mediodía, en la Ciudad Judicial. El juez de Audiencia, Fernando Rivarola, le dictó la prisión preventiva mientras dure la investigación. Este martes el imputado -con problemas de visión, luego de que hace unos años se intentara suicidar al hacer explotar una garrafa- se presentó con dos pares de anteojos -unos oscuros y otros recetados-. Se lo vio nervioso, junto a su abogado Juan Carlos de la Vega, y vestido con una camiseta negra, de los All Blacks, la selección neozelandesa de rugby.
Gallinger tiene varios antecendes violentos que se hicieron públicos. Tuvo un intento de suicidio hizo explotar su casa con una garrafa estando él adentro, donde salvó su vida de milagro luego de meses de internación. También tuvo un encontronazo con la policía al intentar atropellar a un agente que lo demoró una madrugada en el centro de la ciudad, cuando estaba provocando incidentes en la esquina de Avenida Roca (hoy San Martín Oeste) y General Pico. Tiene dos condenas previas: una en suspenso, de 2011, y otra de de cumplimiento efectivo, de 2013 (semidetención nocturna).
Ese mismo día, a las 19 horas, la mujer denunció que volvieron a discutir y él le pegó una patada en la muñeca y la rodilla izquierda. Luego la roció con nafta de un bidón con intención de prenderla fuego. Pero ella alcanzó a huir porque él no puede correr. Mientras salía de la quinta, vio una llamarada detrás suyo. Cuando llegó la la Avenida Perón, la rescató uno de sus hijos, Matías, que la llevó a hacer la denuncia en Toay.
Al día siguiente, mientras ella permanecía en la Unidad Funcional de Género, donde la derivaron luego de hacer la denuncia, Gallinger le mandó un mensaje al celular de uno de sus hijos, en el cual volvió a amenazarla. "Si declarás, vas a terminar mal", le escribió, según reveló el fiscal.
Además, este mismo martes, la mujer volvió a denunciar que él -ya detenido, desde la Alcaidía de Policía- llamó a una empleada de la empresa Texcen. "No sabe lo que le va a pasar", la amenazó, según el testimonio de la empleada.
Paulucci reveló que durante el allanamiento que realizó la policía en la quinta hallaron un bidón con naffta y verificaron que había una parte del pasto del patio quemada.
El fiscal pidió la detención preventiva mientras dure la investigación porque existe riesgo de fuga -recordó que ya tiene dos condenas, una de 2011 en suspenso y otra de 2013, de semilibertad- y también por el peligro de que se repita un ataque. "Hay una víctima muy atemorizada. Según el informe del equipo técnico, el imputado es extremadamente violento. Hay un historial de años atrás de violencia. Y la mujer declaró que se empastilla y toma alcohol en exceso y esto potencia su violencia", fundamentó.
Los profesionales de la Unidad Funcional de Género de la Policía recomendaron que sea sometido a medidas de máxima seguridad. Paolucci también subrayó que además de sus antecedentes penales (dos condenas), Gallinger intentó quitarse la vida haciendo explotar una garrafa hace un par de años.
El defensor admitió que "los hechos habrían ocurrido" y concedió que el fiscal "tiene la obligación de creerle a la víctima". Sin embargo, creyó posible una prisión domiciliaria, con restricción de salida y contacto con la víctima, a partir de que "es una persona de trabajo" y debe respetarse la presunción de inocencia.
Dijo que la mujer es empleada de la empresa -que pertenecería 100% a Gallinger-, igual que tres hijos de ella y uno de él. Sugirió que la domiciliaria no impediría que la mujer siga trabajando porque Gallinger podía cumplir sus tareas de manera "informática", desde su PC.
El abogado dijo que el acusdo tiene serios problemas en la vista -perdió la visión de un ojo y tiene disminuida la del otro-, de tal forma que ni siquiera puede caminar por sus propios medios. Dijo que está imposibilitado de conducir y que, además, se somete a drenajes linfáticos tres veces por semana.
Por otro lado, reclamó que la preventiva fuera a término, 21 días, y relativizó la acusación del femicidio. "Primero debería probarse si existió el hecho o no", dijo. También aseguró que tardó en entregarse porque no encontró a su abogada de confianza, Vanesa Ranochia, y porque fue a buscar ropa porque no quería entregarse a la policía vestido con pantalones cortos y una remera.
“Queridos amigos y contactos , hoy me encuentro en una situcion terrible. Mi esposo quiso quemarme con un bidon de nafta, tuve la suerte de poder salir corriendo, pero me encuentro aterrada”, comenzó contando en la red social.
“Él es muy conocido en Santa Rosa por sus actos violentos, actos que yo justifiqué, no podía darme cuenta, pensaba que conmigo no lo iba a hacer, y debo humildemente pedir perdón por justificarlo”, continuó.
“El círculo de la violencia te ciega, pensás que va a cambiar, creés que un empujón o que rompa cosas en la casa no es tan grave, pero en algún momento llega el golpe, que tambien justificás, y luego como en este caso intentar matarme prendiéndome fuego”, detalló Sclavuno.
Expresó su temor porque el agresor hoy esta detenido pero en los próximos días podrían liberarlo. “Mi miedo es que en unos días lo larguen y que termine lo que no pudo”, advirtió.
Contó que no tiene documentos porque Gallinger le quitó la cartera y también le rompió el teléfono celular para que no pudiera pedir ayuda. “Me tiró al suelo y me pateó, fue a buscar un bidón de nafta , me tiró nafta y pude salir corriendo. De hecho en el patio está el pasto quemado cerca de la salida, tuve suerte, no sé por cuánto tiempo la tendré”, confesó, antes de pedir a sus contactos que “difundan y compartan esta situación”.
En el final ella misma se encargó de identificarlo. “Él se llama Néstor Roberto Gallinger, es copropietario de una empresa de alarmas. Si me expongo por este medio es porque no quiero ser una menos”, cerró.
El comisario Juan Carlos Mendiz contó que cuando la mujer llegó a hacer la denuncia se la notaba muy atemorizada. “No estaba muy convencida. Pero cuando la entrevistó el gabinete técnico se dieron cuenta que era un caso muy grave”, señaló.
También detalló que a Gallinger lo buscaron en varios domicilios pero no lo encontraron. “Se presentó el sábado en la comisaría con un abogado y quedó detenido. No dijo nada”, agregó el uniformado.
Este lunes la policía hizo dos allanamientos, uno en el domicilio de la calle Calandria y otro en la sede de Tecxen Alarmas, en la calle Catamarca, buscando pruebas y material que sirva para la investigación, que está a cargo del fiscal Máximo Paulucci. Hallaron el bidón con el que habría rociado a la mujer con nafta.
El Diario LP | iTextual
Seguí el Caso Sclavuno
El fiscal Máximo Paulucci pidió este martes que el empresario Néstor Roberto Gallinger -dueño de la firma Tecxen Alarmas, y detenido el sábado luego de que su esposa lo denunciara por un gravísimo caso de violencia de género- sea acusado de femicidio en grado de tentativa o amenaza con arma de fuego. También lo acusa por daños (le rompió un celular a la víctima) y lesiones leves agravadas por el vínculo.
La audiencia de formalización se realizó este martes, al mediodía, en la Ciudad Judicial. El juez de Audiencia, Fernando Rivarola, le dictó la prisión preventiva mientras dure la investigación. Este martes el imputado -con problemas de visión, luego de que hace unos años se intentara suicidar al hacer explotar una garrafa- se presentó con dos pares de anteojos -unos oscuros y otros recetados-. Se lo vio nervioso, junto a su abogado Juan Carlos de la Vega, y vestido con una camiseta negra, de los All Blacks, la selección neozelandesa de rugby.
Gallinger tiene varios antecendes violentos que se hicieron públicos. Tuvo un intento de suicidio hizo explotar su casa con una garrafa estando él adentro, donde salvó su vida de milagro luego de meses de internación. También tuvo un encontronazo con la policía al intentar atropellar a un agente que lo demoró una madrugada en el centro de la ciudad, cuando estaba provocando incidentes en la esquina de Avenida Roca (hoy San Martín Oeste) y General Pico. Tiene dos condenas previas: una en suspenso, de 2011, y otra de de cumplimiento efectivo, de 2013 (semidetención nocturna).
Si lo condenan ahora, la pena será de cumplimiento efectivo.
¿Qué hizo? Intentó quemar a su esposa rociándola con nafta. La mujer pudo escapar e hizo la denuncia en la Seccional Quinta de Toay. Eso ocurrió el viernes y Gallinger fue detenido al día siguiente: se entregó con un abogado en la comisaría, luego de que lo buscaran infructuosamente, contó a El Diario el comisario Juan Carlos Mendiz. “Me expongo porque no quiero ser una menos”, dijo la mujer atacada."Extremadamente violento"
Este martes, durante la audiencia, detalló la acusación. En primer lugar, el 22 de mayo, a las 4 de la madrugada, el matrimonio tuvo una dicusión en su quinta de la calle Calandria, al 787. La mujer denunció que Gallinger le rompió y le sustrajo el celular. Y luego roció con nafta un sofá.Ese mismo día, a las 19 horas, la mujer denunció que volvieron a discutir y él le pegó una patada en la muñeca y la rodilla izquierda. Luego la roció con nafta de un bidón con intención de prenderla fuego. Pero ella alcanzó a huir porque él no puede correr. Mientras salía de la quinta, vio una llamarada detrás suyo. Cuando llegó la la Avenida Perón, la rescató uno de sus hijos, Matías, que la llevó a hacer la denuncia en Toay.
Al día siguiente, mientras ella permanecía en la Unidad Funcional de Género, donde la derivaron luego de hacer la denuncia, Gallinger le mandó un mensaje al celular de uno de sus hijos, en el cual volvió a amenazarla. "Si declarás, vas a terminar mal", le escribió, según reveló el fiscal.
Además, este mismo martes, la mujer volvió a denunciar que él -ya detenido, desde la Alcaidía de Policía- llamó a una empleada de la empresa Texcen. "No sabe lo que le va a pasar", la amenazó, según el testimonio de la empleada.
Paulucci reveló que durante el allanamiento que realizó la policía en la quinta hallaron un bidón con naffta y verificaron que había una parte del pasto del patio quemada.
El fiscal pidió la detención preventiva mientras dure la investigación porque existe riesgo de fuga -recordó que ya tiene dos condenas, una de 2011 en suspenso y otra de 2013, de semilibertad- y también por el peligro de que se repita un ataque. "Hay una víctima muy atemorizada. Según el informe del equipo técnico, el imputado es extremadamente violento. Hay un historial de años atrás de violencia. Y la mujer declaró que se empastilla y toma alcohol en exceso y esto potencia su violencia", fundamentó.
Los profesionales de la Unidad Funcional de Género de la Policía recomendaron que sea sometido a medidas de máxima seguridad. Paolucci también subrayó que además de sus antecedentes penales (dos condenas), Gallinger intentó quitarse la vida haciendo explotar una garrafa hace un par de años.
Domiciliaria rechazada
El abogado defensor, Juan Carlos de la Vega, pidió que el imputado cumpla prisión preventiva en forma domiciliaria, en una vivienda-habitación que posee en el fondo de su negocio, en Catamarca 658. Sin embargo, el juez Rivarola desestimó esa alternativa con el argumento de que podría "influir" en la víctima y, además, "tiene solvencia suficiente" como para evadirse.El defensor admitió que "los hechos habrían ocurrido" y concedió que el fiscal "tiene la obligación de creerle a la víctima". Sin embargo, creyó posible una prisión domiciliaria, con restricción de salida y contacto con la víctima, a partir de que "es una persona de trabajo" y debe respetarse la presunción de inocencia.
Dijo que la mujer es empleada de la empresa -que pertenecería 100% a Gallinger-, igual que tres hijos de ella y uno de él. Sugirió que la domiciliaria no impediría que la mujer siga trabajando porque Gallinger podía cumplir sus tareas de manera "informática", desde su PC.
El abogado dijo que el acusdo tiene serios problemas en la vista -perdió la visión de un ojo y tiene disminuida la del otro-, de tal forma que ni siquiera puede caminar por sus propios medios. Dijo que está imposibilitado de conducir y que, además, se somete a drenajes linfáticos tres veces por semana.
Por otro lado, reclamó que la preventiva fuera a término, 21 días, y relativizó la acusación del femicidio. "Primero debería probarse si existió el hecho o no", dijo. También aseguró que tardó en entregarse porque no encontró a su abogada de confianza, Vanesa Ranochia, y porque fue a buscar ropa porque no quería entregarse a la policía vestido con pantalones cortos y una remera.
La revelación
La mujer se llama Patricia Sclavuno. A través de su cuenta de Facebook decidió hacer público todo lo que vivió. Su relato es verdaderamente conmovedor y refleja el calvario al que se exponen montones de mujeres por estos días, víctimas de la violencia de los hombres.“Queridos amigos y contactos , hoy me encuentro en una situcion terrible. Mi esposo quiso quemarme con un bidon de nafta, tuve la suerte de poder salir corriendo, pero me encuentro aterrada”, comenzó contando en la red social.
“Él es muy conocido en Santa Rosa por sus actos violentos, actos que yo justifiqué, no podía darme cuenta, pensaba que conmigo no lo iba a hacer, y debo humildemente pedir perdón por justificarlo”, continuó.
“El círculo de la violencia te ciega, pensás que va a cambiar, creés que un empujón o que rompa cosas en la casa no es tan grave, pero en algún momento llega el golpe, que tambien justificás, y luego como en este caso intentar matarme prendiéndome fuego”, detalló Sclavuno.
Expresó su temor porque el agresor hoy esta detenido pero en los próximos días podrían liberarlo. “Mi miedo es que en unos días lo larguen y que termine lo que no pudo”, advirtió.
Contó que no tiene documentos porque Gallinger le quitó la cartera y también le rompió el teléfono celular para que no pudiera pedir ayuda. “Me tiró al suelo y me pateó, fue a buscar un bidón de nafta , me tiró nafta y pude salir corriendo. De hecho en el patio está el pasto quemado cerca de la salida, tuve suerte, no sé por cuánto tiempo la tendré”, confesó, antes de pedir a sus contactos que “difundan y compartan esta situación”.
En el final ella misma se encargó de identificarlo. “Él se llama Néstor Roberto Gallinger, es copropietario de una empresa de alarmas. Si me expongo por este medio es porque no quiero ser una menos”, cerró.
La denuncia
Desde la comisaría que intervino, confirmaron a El Diario que la denuncia fue radicada el viernes. El hecho ocurrió en una casaquinta de la calle Calandria, que es donde ambos vivían.El comisario Juan Carlos Mendiz contó que cuando la mujer llegó a hacer la denuncia se la notaba muy atemorizada. “No estaba muy convencida. Pero cuando la entrevistó el gabinete técnico se dieron cuenta que era un caso muy grave”, señaló.
También detalló que a Gallinger lo buscaron en varios domicilios pero no lo encontraron. “Se presentó el sábado en la comisaría con un abogado y quedó detenido. No dijo nada”, agregó el uniformado.
Este lunes la policía hizo dos allanamientos, uno en el domicilio de la calle Calandria y otro en la sede de Tecxen Alarmas, en la calle Catamarca, buscando pruebas y material que sirva para la investigación, que está a cargo del fiscal Máximo Paulucci. Hallaron el bidón con el que habría rociado a la mujer con nafta.
El Diario LP | iTextual
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