Caso Ramborger | Perpetua al acusado
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Se conoció este viernes la condena a Edgardo Daniel Grabovsky por el crimen de Flora Ramborger, la curandera de la localidad de Winifreda.
Seguí el Caso Ramborger
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Edgardo Daniel Grabovsky fue condenado este viernes a prisión perpetua por el crimen de Flora Ramborger, la curandera de la localidad de Winifreda. El Tribunal leyó la sentencia al mediodía.
El crimen ocurrió el 12 de octubre de 2013. La mujer de 77 años fue hallada sin vida en su vivienda de la calle 9 de Julio, en el barrio FONAVI de Winifreda. Los miembros del Tribunal, Carlos Mattei, Andrés Olié y María Florencia Maza, odenaron que se deposite 29.600 pesos en una caja de un banco, hasta tanto los herederos de la víctima hagan el reclamo pertinente.
El fiscal Facundo Bon Dergham había acusado a Grabovsky del delito de homicidio calificado, al considerar que el hombre mató a la curandera de 77 años para ocultar el robo de dinero. En tanto, la defensora oficial Silvina Gómez Blanco fue por la absolución por el “beneficio de la duda”.
Grabovsky entró al domicilio con consentimiento de la víctima, por la relación de confianza ya que eran conocidos desde hacía tiempo y para robarle 50.000 pesos, por lo que le dio muerte con 5 puñaladas con un calador de bolsas para cereal. De acuerdo a lo expuesto por los jueces, el hombre cometió el crimen para ocultar el robo.
El fallo fue redactado por el juez Olié y sus colegas adhirieron a ese voto. Allí reconstruyen el hecho. Y sostuvieron que el imputado ingresó a la casa con el consentimiento de la víctima, se apoderó del dinero que ella guardaba, y para buscar su impunidad la mató con un calador de bolsas.
Una mujer que fue a curarse a la casa de la víctima fue quien dio el alerta, porque ella no atendía. El propio Grabovsky estaba en la vereda, ella le hizo el comentario, y entonces él ingresó por la parte trasera de la vivienda. Cuando regresó, dijo que la había encontrado sin vida.
La policía arribó a la vivienda a las 20 de ese día. Las pericias posteriores demostaron que hacía 24 horas que estaba sin vida. Tenía cinco heridas, provocadas por un calador de bolsa que fue encontrado por los uniformados en el pozo ciego de la casa del homicida.
La víctima vivía en condiciones y forma muy humilde y austera, con gran desorden y falta de higiene general, según constató la investigación. Sus hermanos conocían que tenía ahorrado entre 80 y 100 mil pesos.
Entre la curandera y los tres hermanos Grabovsky había una relación de conocimiento y trato frecuente. Los dos hermanos de Edgardo vivían lindando con su propiedad desde que ellos eran chicos y Sergio y Gerardo se encargaban de hacerle los mandados.
Grabovsky atravesaba dificultades financieras. Lo habían intimado por varias deudas. Cuando la policía encontró el calador, la esposa de Gravosky se desvaneció y reconoció que él lo tenía en la campera el día anterior, cuando la llevó a la terminal.
Un testigo de la causa confirmó que ese sábado Grabovsky le entregó una bolsa conteniendo dinero y le pidió si se lo podía guardar, colocándolo en una mochila para luego traerlo a su casa de Santa Rosa, y lo escondió en un tapper detrás de la cocina a gas. En el allanamiento a la casa de ese testigo encotnraron la bolsa con 22.650 pesos.
Además, los investigadores comprobaron que ese mismo día el acusado hizo compras y pagó deudas por 6 mil pesos.
“Flora prácticamente no salía de su casa y conocía desde hacía muchos años a Edgardo Grabovsky, tal como quedó acreditado..., circunstancias que llevaron al acusado a darle muerte, tanto para consumar el desapoderamiento, como para procurar su impunidad. Desde el punto de vista subjetivo se ha probado que la acción llevada a cabo por el acusado fue dolosa. Ingresó a la propiedad de la victima con intención clara de consumar el robo, y también esa misma decisión se impuso al darle muerte a la víctima, lo cual queda demostrado si se considera que ya portaba en sus ropas el calador de bolsas de cereal que utilizó para provocar la muerte de Flora Ramborger”, fundamentaron.
“El arma utilizada era de alto poder ofensivo, de mas de 30 cm. de largo y de chapa; le aplicó cinco puntazos de los cuales cuatro tuvieron entidad para provocar la muerte por el sangrado que provocó en órganos vitales (hígado y bazo) y, además, tres de las cinco lesiones fueron provocadas de atrás hacia delante, según el informe de la pericia. Estas circunstancias prueban de modo definitorio el designio homicida del acusado, considerando además la nula posibilidad de defensa de la víctima, acorde su edad”, concluyeron.
El Diario LP
El crimen ocurrió el 12 de octubre de 2013. La mujer de 77 años fue hallada sin vida en su vivienda de la calle 9 de Julio, en el barrio FONAVI de Winifreda. Los miembros del Tribunal, Carlos Mattei, Andrés Olié y María Florencia Maza, odenaron que se deposite 29.600 pesos en una caja de un banco, hasta tanto los herederos de la víctima hagan el reclamo pertinente.
El fiscal Facundo Bon Dergham había acusado a Grabovsky del delito de homicidio calificado, al considerar que el hombre mató a la curandera de 77 años para ocultar el robo de dinero. En tanto, la defensora oficial Silvina Gómez Blanco fue por la absolución por el “beneficio de la duda”.
Grabovsky entró al domicilio con consentimiento de la víctima, por la relación de confianza ya que eran conocidos desde hacía tiempo y para robarle 50.000 pesos, por lo que le dio muerte con 5 puñaladas con un calador de bolsas para cereal. De acuerdo a lo expuesto por los jueces, el hombre cometió el crimen para ocultar el robo.
El fallo fue redactado por el juez Olié y sus colegas adhirieron a ese voto. Allí reconstruyen el hecho. Y sostuvieron que el imputado ingresó a la casa con el consentimiento de la víctima, se apoderó del dinero que ella guardaba, y para buscar su impunidad la mató con un calador de bolsas.
Una mujer que fue a curarse a la casa de la víctima fue quien dio el alerta, porque ella no atendía. El propio Grabovsky estaba en la vereda, ella le hizo el comentario, y entonces él ingresó por la parte trasera de la vivienda. Cuando regresó, dijo que la había encontrado sin vida.
La policía arribó a la vivienda a las 20 de ese día. Las pericias posteriores demostaron que hacía 24 horas que estaba sin vida. Tenía cinco heridas, provocadas por un calador de bolsa que fue encontrado por los uniformados en el pozo ciego de la casa del homicida.
La víctima vivía en condiciones y forma muy humilde y austera, con gran desorden y falta de higiene general, según constató la investigación. Sus hermanos conocían que tenía ahorrado entre 80 y 100 mil pesos.
Entre la curandera y los tres hermanos Grabovsky había una relación de conocimiento y trato frecuente. Los dos hermanos de Edgardo vivían lindando con su propiedad desde que ellos eran chicos y Sergio y Gerardo se encargaban de hacerle los mandados.
Grabovsky atravesaba dificultades financieras. Lo habían intimado por varias deudas. Cuando la policía encontró el calador, la esposa de Gravosky se desvaneció y reconoció que él lo tenía en la campera el día anterior, cuando la llevó a la terminal.
Un testigo de la causa confirmó que ese sábado Grabovsky le entregó una bolsa conteniendo dinero y le pidió si se lo podía guardar, colocándolo en una mochila para luego traerlo a su casa de Santa Rosa, y lo escondió en un tapper detrás de la cocina a gas. En el allanamiento a la casa de ese testigo encotnraron la bolsa con 22.650 pesos.
Además, los investigadores comprobaron que ese mismo día el acusado hizo compras y pagó deudas por 6 mil pesos.
“Criminis causae”
Los jueces condenaron a Grabovsky por homicidio criminis causae. Esa figura requiere que la muerte haya sido un medio frente a un objetivo delictivo considerado por el autor como más relevante que el respeto por la vida del otro. “En primer lugar se explicó que la finalidad primigenia de Grabovsky era apoderarse ilegítimamente del dinero ahorrado que poseía la víctima en su propiedad. Pero precisamente, tanto la consumación del hecho como el intento de que el mismo quede impune, hizo “necesaria” la consecuencia más lesiva y grave del suceso investigado: la muerte de Flora Ramborger”, indicó el fallo.“Flora prácticamente no salía de su casa y conocía desde hacía muchos años a Edgardo Grabovsky, tal como quedó acreditado..., circunstancias que llevaron al acusado a darle muerte, tanto para consumar el desapoderamiento, como para procurar su impunidad. Desde el punto de vista subjetivo se ha probado que la acción llevada a cabo por el acusado fue dolosa. Ingresó a la propiedad de la victima con intención clara de consumar el robo, y también esa misma decisión se impuso al darle muerte a la víctima, lo cual queda demostrado si se considera que ya portaba en sus ropas el calador de bolsas de cereal que utilizó para provocar la muerte de Flora Ramborger”, fundamentaron.
“El arma utilizada era de alto poder ofensivo, de mas de 30 cm. de largo y de chapa; le aplicó cinco puntazos de los cuales cuatro tuvieron entidad para provocar la muerte por el sangrado que provocó en órganos vitales (hígado y bazo) y, además, tres de las cinco lesiones fueron provocadas de atrás hacia delante, según el informe de la pericia. Estas circunstancias prueban de modo definitorio el designio homicida del acusado, considerando además la nula posibilidad de defensa de la víctima, acorde su edad”, concluyeron.
El Diario LP
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