Afirman que la campaña "sucia" resulta en el corto plazo
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2015/11/afirman-que-la-campana-sucia-resulta-en.html
Lo indicó a Cadena 3 Sergio Berensztein. "En el mediano y largo plazo la verdad se impone", señaló. “Lo importante es que no se usen los recursos públicos para fines partidarios”, dijo.
El analista político Sergio Berensztein consideró que las campañas sucias o negativas, como la que lleva adelante el Frente para la Victoria, “en muchos casos dan resultado en el corto plazo”.
“Una pregunta es cómo afecta esto a la calidad de la democracia y qué pasa con estos líderes que despliegan estas estrategias tan agresivas”, indicó Berensztein a Cadena 3.
El especialista recordó la campaña en que George Bush (h) compitió contra John Kerry en Estados Unidos. Recordó que Kerry es un militar retirado y Bush, gracias a las conexiones de su padre, logró zafar de ir a Vietnam.
“Sin embargo, la gran campaña negativa que desplegó el partido republicano lo mostraba a Kerry como un cobarde que en el momento más duro de la batalla se había ido, que había estudiado en Suiza y hablaba francés; para apelar a voto de clase media-baja que tiene muchos prejuicios y es muy nacionalista”, contó.
Esa elección la ganó Bush (h), pero terminó como un presidente desacreditado; mientras Kerry es hoy el secretario de Estado.
En Argentina, cabe rememorar el caso de Enrique Olivera, quien en 2005 era candidato a legislador por la Ciudad de Buenos Aires por el ARI, y le inventaron dos cuentas millonarias en el exterior. Perdió las elecciones y luego la justicia comprobó que las acusaciones eran falsas.
“En el corto plazo muchos ciudadanos entran en este juego, se dejan convencer, tienen dudas, desconfían de todo, hay un beneficio de la duda que uno le da a los gobernantes; así que difícilmente en el corto plazo se haga justicia, pero en el mediano y largo plazo la verdad se impone, la historia suele recuperar a estas figuras honorables”, señaló.
Asimismo, explicó que el problema está en que “el Estado no está controlado internamente con los mecanismos para que no ocurran estos desbordes”. “Los servicios de inteligencia que hacen estas cosas son empleados públicos, en vez de ocuparse de prevenir actos terroristas, de luchar contra el narcotráfico, terminan al servicio de políticos inescrupulosos que usan los recursos de todos para beneficio de ellos mismos”, apuntó.
En ese sentido, sostuvo que “necesitamos un Estado muy controlado, fuerte, transparente”. “Lo importante es que haya pasión en la campaña, pero no mala fe, y que no se usen los recursos públicos para fines partidarios”, diferenció.
Destacó, además, que “lo importante de estos años es que el Estado recuperó iniciativa política, pero en vez de convertir esto en capacidad estatal para resolver problemas se transformó en una partidización de la estructura estatal, con muchos militantes que utilizan su tiempo de funcionarios públicos para acumular poder en función de un proyecto político y no en función de interés general”.
“La democracia es el mejor sistema que tenemos pero es muy imperfecto, mucha gente que tiene vocación pública no se quiere meter porque tiene miedo de terminar afectando su buen nombre; se desalienta la incorporación de gente talentosa y honesta”, concluyó.
“Una pregunta es cómo afecta esto a la calidad de la democracia y qué pasa con estos líderes que despliegan estas estrategias tan agresivas”, indicó Berensztein a Cadena 3.
El especialista recordó la campaña en que George Bush (h) compitió contra John Kerry en Estados Unidos. Recordó que Kerry es un militar retirado y Bush, gracias a las conexiones de su padre, logró zafar de ir a Vietnam.
“Sin embargo, la gran campaña negativa que desplegó el partido republicano lo mostraba a Kerry como un cobarde que en el momento más duro de la batalla se había ido, que había estudiado en Suiza y hablaba francés; para apelar a voto de clase media-baja que tiene muchos prejuicios y es muy nacionalista”, contó.
Esa elección la ganó Bush (h), pero terminó como un presidente desacreditado; mientras Kerry es hoy el secretario de Estado.
En Argentina, cabe rememorar el caso de Enrique Olivera, quien en 2005 era candidato a legislador por la Ciudad de Buenos Aires por el ARI, y le inventaron dos cuentas millonarias en el exterior. Perdió las elecciones y luego la justicia comprobó que las acusaciones eran falsas.
“En el corto plazo muchos ciudadanos entran en este juego, se dejan convencer, tienen dudas, desconfían de todo, hay un beneficio de la duda que uno le da a los gobernantes; así que difícilmente en el corto plazo se haga justicia, pero en el mediano y largo plazo la verdad se impone, la historia suele recuperar a estas figuras honorables”, señaló.
Asimismo, explicó que el problema está en que “el Estado no está controlado internamente con los mecanismos para que no ocurran estos desbordes”. “Los servicios de inteligencia que hacen estas cosas son empleados públicos, en vez de ocuparse de prevenir actos terroristas, de luchar contra el narcotráfico, terminan al servicio de políticos inescrupulosos que usan los recursos de todos para beneficio de ellos mismos”, apuntó.
En ese sentido, sostuvo que “necesitamos un Estado muy controlado, fuerte, transparente”. “Lo importante es que haya pasión en la campaña, pero no mala fe, y que no se usen los recursos públicos para fines partidarios”, diferenció.
Destacó, además, que “lo importante de estos años es que el Estado recuperó iniciativa política, pero en vez de convertir esto en capacidad estatal para resolver problemas se transformó en una partidización de la estructura estatal, con muchos militantes que utilizan su tiempo de funcionarios públicos para acumular poder en función de un proyecto político y no en función de interés general”.
“La democracia es el mejor sistema que tenemos pero es muy imperfecto, mucha gente que tiene vocación pública no se quiere meter porque tiene miedo de terminar afectando su buen nombre; se desalienta la incorporación de gente talentosa y honesta”, concluyó.
Cadena3
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