Santa Rosa | Desbordes cloacales en el Butaló y en el centro

El problema no es nuevo, pero ahora empeoró: las cloacas del barrio Butaló colapsaron y vivir en algunos lugares se hace imposible por el olor y la contaminación. El sector más crítico es la calle Unanue, entre Trenel y Macachín. También hay desbordes en el centro comercial. Los vecinos harán una asamblea el sábado y analizan presentar un amparo. (Foto: El Diario LP)

Desde hace días hay aguas servidas que brotan en las esquinas del barrio. Uno de los lugares donde emanan líquidos cloacales, es Trenel y Unanue, una zona muy comercial. Los vecinos de ese sector expresaron a Diario Textual su malestar.

"No puede ser que nadie venga a solucionar el problema. Además del olor insoportable, los chicos están con un alto riesgo de contaminación y va a ocurrir algo grave", advirtió un quiosquero.

Este fin de semana el inconveniente dejó de estar visible en los espacios públicos para pasar al interior de los locales comerciales como relata Natalia que trabaja en la Administración del barrio Butaló. “El problema comenzó este domingo, o sea, es continuo, durante todos los meses sucede. El domingo empezaron a brotar las napas dentro de los locales. Hace dos semanas y media, desde la calle Trenel hasta Unanue, que no han venido a hacer nada más allá de los reclamos que se publicaron en El Diario”, contó. 

“Ahora es impresionante porque ya están brotando en los locales comerciales y pronto van a salir en los domicilios. La verdad que nunca lo habíamos visto así”, afirmó en estado de nerviosismo.

Contó que este lunes por la mañana temprano llamaron, pero les dijeron que el camión estaba roto. Luego volvieron a llamar a las 10 de la mañana y dijeron que iban a mandar a alguien. “Si esto sigue así estaremos una semana entera con este problema”, afirmó.

Relató que el agua de las napas comenzó a salir desde temprano dentro de los comercios y relató que enfrente, donde están los departamentos, también está todo inundado.

“El olor es insoportable, no se puede estar. Estamos dudando si abrir los locales o no, porque es insalubre trabajar de esa manera. Por suerte, nosotros podemos cerrar pero la gente que vive ahí ¿cómo hace?. Directamente no se pueden lavar las manos, no pueden tocar una canilla porque les empieza a brotar”, describió.

Natalia trabaja en la Administración del Consorcio del barrio Butaló. “Desde que estoy, hace un año y medio, esto sucede una vez cada dos meses aproximadamente. No es problema de cloacas del barrio sino que ha medida que van colapsando en la periferia del barrio, por algún lado tiene que salir y sale por donde estamos nosotros y el resto de los vecinos. Nosotros perjudicamos al Butaló I, al Butaló II y así sucesivamente, porque va corriendo todo”.

Al consultarle si la situación cambiaba según el clima y los días en que caían precipitaciones o no, dijo que “las lluvias no tienen nada que ver, esto es continuo, es un problema de toda la ciudad pero se ve que va bajando y sale por algún lado, y sale en estos sectores. Lo de ahora es impresionante, es una laguna abajo de los departamentos”.

El panorama es crítico pero puede ser peor porque el olor que emana el colapso cloacal afecta a los hogares y con las altas temperaturas se vuelve cada vez más nauseabundo. “Con el calor el olor se va a hacer cada vez más insoportable. Esta situación sucede en todas las estaciones del año pero en este tiempo que se avecina se hace difícil trabajar y vivir básicamente. No nos dan solución”, admitió.

Respecto de las soluciones contó: “Vamos a tener que usar la banca del vecino en el Concejo Deliberante, porque ya hemos hecho todos los reclamos pertinentes, a través de notas, de llamados, pero no hemos tenido respuesta”. Y relató además que todavía no han tomado decisiones en conjunto en el barrio, ni tampoco con los barrios vecinos. “Tenemos que reclamar en conjunto con los otros barrios porque esto ya no se soporta. Todavía no hemos tenido una reunión vecinal para unificar el reclamo y tomar alguna medida en conjunto, por el momento los vecinos llaman cada uno por su cuenta”, describió.

En cuanto a las soluciones que han tenido a lo largo de este año y medio del colapso cloacal dijo que “hace 15 días tuvimos un problema similar pero había sido en la calle y no tuvimos respuesta. Ahora la situación es abajo de los departamentos, eso es un cultivo de bacterias y de microbios”.

Natalia se mostró bastante escéptica respecto de la gestión de Luis Larrañaga. “Somos bastante pesimistas respecto de la situación de la Municipalidad en la actualidad, con un intendente como Luis Larrañaga que está abandonando la gestión. No sabemos lo que va a suceder con la nueva gestión. Hace dos semanas que en Trenel y Unanue la situación está de esa manera y no han pasado. En este caso es como si ya no existiera la Municipalidad”.

Por otra parte, una vecina del lugar le abrió las puertas de su hogar a El Diario y contó que convive con el olor. “El olor es parte de mi casa, ya no importa si dejo la puerta abierta o no, está instalado adentro”. Además describió que hasta tiene miedo de ir al baño y tirar la cadena por temor a que colapse todo dentro del hogar. La situación llegó a un límite.

Héctor, un hombre que esta mañana esperaba el micro en la parada de Trenel y Unanue, aprovechó la presencia de Diario Textual para expresar su bronca por la situación. "Todos los días tomo el colectivo en este lugar y la situación no da para más. Hace dos días que brota la cloaca de la tapa que está en la esquina y nadie hace nada, hay una desidia total", se quejó.

El presidente de la comisión vecinal del Butaló II, III, Vial y Jardín, Walter Bernal, informó que por este problema, el sábado habrá una asamblea de vecinos a las 17 en la Escuela 27. Y anticipó que están analizando presentarse a la Justicia y pedir un amparo. 

Foto: El Diario LP

También en el centro

En pleno centro de Santa Rosa, a sólo 50 metros del edificio municipal, hoy se produjo un desborde cloacal. Fue en la esquina de Gil y San Martín.

El líquido comenzó a brotar por las rejillas de la YPF que está justamente en esa esquina y corrió por el cordón desde allí hasta una boca de tormenta que está en la intersección de Avellaneda y San Martín.

 

Uno de los trabajadores de la estación de servicio explicó que “el problema es de la red”. Un camión desobstructor intenta solucionar el problema.


iTextual | El Diario LP