Santa Rosa | Familiares de un menor piden justicia por presunto abuso sexual

Un nene le contó a sus padres que había sido tocado y obligado a masturbarse por un profesor de guitarra que daba clases en una Iglesia Evangélica de Santa Rosa. El hecho fue denunciado en 2013 pero se habría producido en 2012. El acusado tiene una orden de restricción de acercamiento y la cabría una pena de hasta 3 años de prisión en suspenso. (Foto: PLanB)


Los padres de un nene que hoy tiene 10 años denunciaron en 2013 que el menor habría sido víctima de abuso sexual simple de parte de un joven profesor de guitarra de una Iglesia Evangélica de la capital pampeana.

En la presentación policial se lee que el menor les contó que en 2012 un hombre, del que desconocían su identidad en ese momento, lo llevó a una parte de un piso superior, le sacó la ropa, lo tocó y lo obligó a masturbarse. El menor hizo el relato a los 8 años pero tenía 7 al momento de ocurrir el hecho.

Plan B pudo saber que el chico iba todos los domingos a la iglesia junto a su abuela y fue en esos momentos que conoció al joven que luego sería su victimario

El 16 de diciembre de 2013 el padre de la víctima se presentó en la seccional Sexta de Policía a dejar constancia de lo que había sufrido su hijo. En el escrito se lee que antes de la denuncia se dirigió a la Iglesia Evangélica “Jesús puede hacerlo”, ubicada en Circunvalaicón Sur entre Mariano Pascual y Anza, y habló con un pastor que le adelantó que podía saber quién “había sido”.

Al tiempo pudieron identificar al supuesto agresor y se le dictó una orden de restricción de acercamiento de 200 metros. Pericias psicológicas y el método de Cámara Gessel fueron determinantes para la decisión que tomó el juez Néstor Daniel Ralli contra el acusado.



El tiempo y la actitud de la iglesia. A más de dos años y medio del supuesto abuso sexual y a casi 2 de la denuncia, el menor sigue bajo tratamiento psicológico por lo sucedido.

El acusado fue informado que por el tipo de delito no iría a prisión por tener una condena de 3 años como máximo y el pastor Javier Rodríguez, que le dijo a al padre de la presunta víctima que podría saber quién fue, no prestó colaboración con la familia para el esclarecimiento de lo sucedido.

Sin embargo, en esa charla previa en la que desconocían la identidad del profesor, los familiares del menor fueron alertados de que se habrían producido otros casos similares pero que los asistentes al templo evangélico “lo arreglaron” dentro de la fe y no fueron a la justicia.

El joven denunciado dejó de dar clases de guitarra y luego se desempeñó como uno de los referentes de la murga “Bien de Barrio” del Plan 5.000, a la que asisten chicos y chicas de la popular barriada.

 

 

PlanB