Dakar 2016 | Pico recibió a Kozac como un ídolo
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El piquense que completó el reciente Dakar llegó a la ciudad en la tarde de este domingo y fue esperado por una multitud. (Foto: El Diario LP)
Alrededor de mil piquenses dieron ayer una afectuosa bienvenida al piloto piquense Julián Kosac, quien culminó el Rally Dakar entra las primeras 40 motos e hizo podio en la categoría Malles Moto, la más dura de la competencia por tratarse deportistas que llegan sin la asistencia técnica con la que compiten gran parte de los participantes. “Está muy bueno saber que muchos pampeanos corrieron el Dakar conmigo, eso me llena de orgullo”, sintetizó entre abrazos y llanto el joven piquense a quien es muy probable que, por su desempeño, se le abran puertas con vistas a próximas ediciones de la competencia.
Lo que iba a ser un recibimiento de amigos y amantes de los fierros, derivó en una masiva presencia de piquenses apostados en la rotonda de Trebolares, donde Julián Kosac llegó piloteando su Yamaha WR 450 cc, modelo 2009, con la que recorrió los duros caminos del Dakar.
Cánticos, abrazos, fotos, lágrimas y a rearmar la caravana que lo acompañó desde la rotonda por la ruta 1 hacia la Avenida San Martín, donde las bocinas rompieron con la monotonía de un domingo de verano. En la Plaza San Martín lo esperaba un improvisado escenario, para que allí con más tiempo salude a cada uno de los piquenses que quisieron felicitarlo por su desempeño.
Expertos pilotos de la competencia más dura del mundo calificaron en televisión a Julián y el resto de los integrantes de Mallles Motos como los “Iron Man” del Dakar, porque son ellos y sus máquinas, las que deben reparar al fin de cada competencia para luego hacer sus propias hojas de ruta y finalmente poder dormir entre 3 y 4 horas. El joven de Pico lo hizo sin presupuesto ni estructura, apenas un puñado de amigos que lo siguió bajo el nombre de “Julián Kozac Rally Team”.
De ahí el mérito y el reconocimiento para el piloto piquense, que despertó la admiración de muchos experimentados competidores y organizadores por el resultado obtenido, situación que le podría abrir puertas a una nueva carrera con otra infraestructura y posibilidades de meterse más cerca de la punta.
Descendió de la moto en la rotonda de Trebolares y allí una multitud se abalanzó para abrazarlo, entre lágrimas señaló a los medios presentes “esto es sorprendente, estoy muy emocionado".
Explicó luego que “el Dakar fue terrible, pero acá con la gente se recupera todo”. Y admitió sobre la bienvenida que “no sé si esperaba tantas personas, es muy bueno, pero realmente la gente se fue sumando día a día porque estábamos haciendo las cosas bien. Esto es muy sorprendente, estoy muy emocionado, gracias a toda la gente que me apoyó por todos lados como redes sociales y a los que están acá presentes les agradezco de todo corazón”.
El piloto N° 147 del Dakar señaló sobre el recorrido que “es muy duro, fuimos paso a paso, etapa tras etapa íbamos sumando puestos y llegamos adelante que es lo importante”. Y destacó como las más difícil de la competencia la de “Fiambalá, Belén-Belén, porque era una de las últimas y la moto estaba cansada como mi físico porque venía durmiendo 3 horas por noche”.
Alrededor de mil piquenses dieron ayer una afectuosa bienvenida al piloto piquense Julián Kosac, quien culminó el Rally Dakar entra las primeras 40 motos e hizo podio en la categoría Malles Moto, la más dura de la competencia por tratarse deportistas que llegan sin la asistencia técnica con la que compiten gran parte de los participantes. “Está muy bueno saber que muchos pampeanos corrieron el Dakar conmigo, eso me llena de orgullo”, sintetizó entre abrazos y llanto el joven piquense a quien es muy probable que, por su desempeño, se le abran puertas con vistas a próximas ediciones de la competencia.
Lo que iba a ser un recibimiento de amigos y amantes de los fierros, derivó en una masiva presencia de piquenses apostados en la rotonda de Trebolares, donde Julián Kosac llegó piloteando su Yamaha WR 450 cc, modelo 2009, con la que recorrió los duros caminos del Dakar.
Cánticos, abrazos, fotos, lágrimas y a rearmar la caravana que lo acompañó desde la rotonda por la ruta 1 hacia la Avenida San Martín, donde las bocinas rompieron con la monotonía de un domingo de verano. En la Plaza San Martín lo esperaba un improvisado escenario, para que allí con más tiempo salude a cada uno de los piquenses que quisieron felicitarlo por su desempeño.
Expertos pilotos de la competencia más dura del mundo calificaron en televisión a Julián y el resto de los integrantes de Mallles Motos como los “Iron Man” del Dakar, porque son ellos y sus máquinas, las que deben reparar al fin de cada competencia para luego hacer sus propias hojas de ruta y finalmente poder dormir entre 3 y 4 horas. El joven de Pico lo hizo sin presupuesto ni estructura, apenas un puñado de amigos que lo siguió bajo el nombre de “Julián Kozac Rally Team”.
De ahí el mérito y el reconocimiento para el piloto piquense, que despertó la admiración de muchos experimentados competidores y organizadores por el resultado obtenido, situación que le podría abrir puertas a una nueva carrera con otra infraestructura y posibilidades de meterse más cerca de la punta.
Emoción
Descendió de la moto en la rotonda de Trebolares y allí una multitud se abalanzó para abrazarlo, entre lágrimas señaló a los medios presentes “esto es sorprendente, estoy muy emocionado".
Explicó luego que “el Dakar fue terrible, pero acá con la gente se recupera todo”. Y admitió sobre la bienvenida que “no sé si esperaba tantas personas, es muy bueno, pero realmente la gente se fue sumando día a día porque estábamos haciendo las cosas bien. Esto es muy sorprendente, estoy muy emocionado, gracias a toda la gente que me apoyó por todos lados como redes sociales y a los que están acá presentes les agradezco de todo corazón”.
El piloto N° 147 del Dakar señaló sobre el recorrido que “es muy duro, fuimos paso a paso, etapa tras etapa íbamos sumando puestos y llegamos adelante que es lo importante”. Y destacó como las más difícil de la competencia la de “Fiambalá, Belén-Belén, porque era una de las últimas y la moto estaba cansada como mi físico porque venía durmiendo 3 horas por noche”.
A la hora de las dedicatorias, Julián volvió a emocionarse y citó a su papá fallecido. “En especial, esto es para mi viejo que no está y me hubiese gustado que esté acá y por cosas de la vida no pude ser así. Y a toda mi familia, a mi mujer, a mis hijos, mis compañeros, mis amigos, a los 4 amigos de fierro que estuvieron afuera todo el Dakar, que siendo solo amigos me aguantaron todo el recorrido”.
Y remarcó nuevamente que “está muy bueno saber que muchos pampeanos corrieron el Dakar conmigo, eso me llena de orgullo”.
Consultado por las posibilidades que se podrían abrir a partir de su muy buen desempeño, Kosac respondió que “puede ser que se abran, no sé si pasará, pero sí la gente del Dakar, los equipos del Dakar me felicitaron por lo que estaba haciendo, me felicitaban personalmente porque es muy poco con lo que fui a correr, cuando hay equipos oficiales mundiales muy preparados, que no tienen comparación con lo que yo fui y terminé metiéndome entre los 40 primeros. Eso me lo hicieron sentir”.
Cuando se le preguntó si tenía ganas de volver a correr el próximo Dakar, el joven piloto piquense adelantó “olvidate, es lo que me gusta mí, siempre viví gracias a esto, no económicamente sino espiritualmente. Ni hablar que me gustaría otro”. Y aclaró “eso lo vamos a ver porque se necesita mucho para correr un Dakar, falta mucho y hay que prepararlo”.
Y remarcó nuevamente que “está muy bueno saber que muchos pampeanos corrieron el Dakar conmigo, eso me llena de orgullo”.
Consultado por las posibilidades que se podrían abrir a partir de su muy buen desempeño, Kosac respondió que “puede ser que se abran, no sé si pasará, pero sí la gente del Dakar, los equipos del Dakar me felicitaron por lo que estaba haciendo, me felicitaban personalmente porque es muy poco con lo que fui a correr, cuando hay equipos oficiales mundiales muy preparados, que no tienen comparación con lo que yo fui y terminé metiéndome entre los 40 primeros. Eso me lo hicieron sentir”.
Cuando se le preguntó si tenía ganas de volver a correr el próximo Dakar, el joven piloto piquense adelantó “olvidate, es lo que me gusta mí, siempre viví gracias a esto, no económicamente sino espiritualmente. Ni hablar que me gustaría otro”. Y aclaró “eso lo vamos a ver porque se necesita mucho para correr un Dakar, falta mucho y hay que prepararlo”.
El Diario LP
Foto: El Diario LP
Foto: El Diario LP
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