Jesús María vibró al ritmo del Chaqueño Palavecino
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2016/01/jesus-maria-vibro-al-ritmo-del-chaqueno.html
La sexta noche contó también con las participaciones del dúo Orellana Lucca, Carlos Sánchez “el Tucu”, Leandro Lovato, Vitin Martoccia y Alma Carpera, entre otros. Hubo más de 11 mil personas. (Foto: Cadena3)
“El Tucu”, que contagió a todo el público presente con semejantes canciones, no se olvidó de quienes la están pasando mal en el Litoral argentino. “La lluvia es buena, pero a veces no nos deja vivir”, dijo luego de dedicarles el show a los damnificados por las inundaciones.
Segundos después de abandonar el escenario, Lovato, de gran actuación con su violín, contó sus sensaciones a Cadena 3: “Un placer siempre tocar en este Festival, de los más importantes del país”.
Martoccia, que presentó su disco “Paso a paso”, se llevó todos los aplausos por la calidez con que interpretó temas como “Chumbicha”.
Por último, Alma Carpera, el dúo que trascendió a partir del reality de TV "Elegidos, la música en tus manos", se hizo sentir a pura chacarera. “Un sueño que se nos hace realidad estar aquí”, dijeron felices sobre su debut en Jesús María.
Una apertura de lujo
Luego de que sonara el clarín, el Ballet de Santa Cruz ganó el terreno de la doma para brindar una sólida demostración de baile al público festivalero.Llamadores de aplausos
El dúo santiagueño “Orellana Lucca”, el primer número de la noche, supo conquistar a los presentes con canciones como “Llueve sobre los cerros” y “Milagro del tiempo”.A puro color y coraje
Entre artista y artista, la sexta jornada fue bien “campera” ya que al tradicional certamen de doma, se le sumó la definición de la competencia “Criolla Argentina”. La chilena Carla Roers, de 25 años, se coronó en ese certamen femenino.El recuerdo de los “Tucu Tucu”
Carlos Sánchez le rindió tributo a sus ex compañeros con una presentación por demás emotiva que fue desde “Me presento Tucumán” a “Zamba de amor y mar”, pasando por “Anoche no dormí”.“El Tucu”, que contagió a todo el público presente con semejantes canciones, no se olvidó de quienes la están pasando mal en el Litoral argentino. “La lluvia es buena, pero a veces no nos deja vivir”, dijo luego de dedicarles el show a los damnificados por las inundaciones.
La renovación del folclore
En la previa del show del Chaqueño Palavecino, también se presentaron Leandro “Lele” Lovato, el catamarqueño Vitin Martoccia y el dúo femenino salteño Alma Carpera.Segundos después de abandonar el escenario, Lovato, de gran actuación con su violín, contó sus sensaciones a Cadena 3: “Un placer siempre tocar en este Festival, de los más importantes del país”.
Martoccia, que presentó su disco “Paso a paso”, se llevó todos los aplausos por la calidez con que interpretó temas como “Chumbicha”.
Por último, Alma Carpera, el dúo que trascendió a partir del reality de TV "Elegidos, la música en tus manos", se hizo sentir a pura chacarera. “Un sueño que se nos hace realidad estar aquí”, dijeron felices sobre su debut en Jesús María.
Ausente con aviso
Horacio Guarany, que figuraba en la grilla de esta sexta noche, no pudo estar presente por razones de salud. La comisión directiva del Festival había anunciado la baja del “Potro” el pasado 29 de diciembre.El Chaqueño Palavecino, a puro vértigo
El Festival Nacional de Doma y Folclore vivió una de sus noches más tradicionales: la del Chaqueño Palavecino, una marca registrada desde hace más de 20 años.
El salteño, que fue declarado “Ciudadano ilustre” de Colonia Caroya este martes, llegó al escenario a caballo pasada la 1.40 y a partir de ahí, reeditó un nuevo capítulo de un “Amor salvaje” que mantuvo a la multitud en vilo hasta las 3 y media de la madrugada de hoy, con seguidillas demoledoras de temas.
Arrancó con “Si un día fui tu cantor”, para luego darle paso a la chacarera “La Margareña” y así seguir con cada uno de sus grandes éxitos. El cantor salteño .
Habían pasado casi cuarenta minutos y unas 14 canciones cuando el Chaqueño Palavecino hizo por fin una pausa profunda: no sólo él y sus doce músicos necesitaban respirar, sino también la gente que desde que se puso de pie para verlo entrar al campo montado a caballo, no había tenido tiempo de sentarse, tan ocupada que estaba en mover el cuerpo y cantar.
Apenas si alcanzó a tomar un sorbo de vino tinto. “Dame un poquito de Manaos”, le pidió, chispeante, al extraño colaborador que estaba sentado a una mesa donde había pan y una damajuana, y que con un gran cuchillo cortaba trozos de un costillar. El Chaqueño le dió un mordisco a uno y le pasó el resto a alguien del público.
Incluso, casi ni se percató de la fugaz invasión al escenario de una figura vestida de mujer portando un cartel (algunas de las reconstrucciones del hecho que siguieron hablaban de un travesti con un mensaje contra la violencia de género).
El hombre sigue consiguiendo un intenso impacto popular, con argumentos más sencillos que sofisticados. La conmoción original parte de una caudalosa energía, con su voz siempre en alto, tirando y tirando como una locomotora la marcha de dedos apurados que lleva la banda, que podría definirse también como una orquesta criolla.
De sus doce apóstoles, cinco son guitarristas, y uno solo de ellos cumple la tarea de primera guitarra. Los demás marcan el ritmo con acordes sencillos pero que, todos juntos, hacen que suenan bien gordos. Luego, hay cuatro violines que le dan una tremenda fuerza a las melodías de enlace. Por último, un bandoneón, un bombo y un bajo, este último a cargo del talentoso Claudio Pacheco (de la familia de Dean Funes), director del grupo.
“Lo demás tiran papelitos de colores, nosotros comemos asado”: el cantor tiró una pista sobre sus modos de intentar llegar a la gente. La otra parte esencial de su razón es el repertorio, que reúne sobre todo zambas y chacareras que cuentan cosas de su paisaje original, de su gente, y del amor, claro, ya sea sea en la hora del desconsuelo como en la de la pasión carnal, como en el caso de Amor salvaje, su ya añoso éxito.
No son solo las letras que afirman su pertenencia regional (como en De pura cepa), sino sobre todo el estilo con que las aborda. Incluso, cuando presenta su versión de temas de Atahualpa Yupanqui, como El arriero y Piedra y camino, motivos de su inminente disco yupanquiano.
El Chaqueño Palavecino es un cantor bien criollo, sencillo, directo. Y la pasión con la que ejerce su oficio es tan intensa que se transmite de un modo claro y generoso, lo que le sigue trayendo de regreso fervor de multitudes.
Al cabo de una hora y media de cantar, de una treintena de canciones y de otro sprint final del Chaqueño a puro vértigo, la noche del martes terminó a las 3 y media de la mañana del miércoles.
Previo al esperado show del popular folclorista, desfilaron por el escenario Martín Fierro el dúo Orellana Lucca; Carlos Sánchez, “el Tucu”; Leandro Lovato, Vitin Martoccia y Alma Carpera, entre otros.
El salteño, que fue declarado “Ciudadano ilustre” de Colonia Caroya este martes, llegó al escenario a caballo pasada la 1.40 y a partir de ahí, reeditó un nuevo capítulo de un “Amor salvaje” que mantuvo a la multitud en vilo hasta las 3 y media de la madrugada de hoy, con seguidillas demoledoras de temas.
Arrancó con “Si un día fui tu cantor”, para luego darle paso a la chacarera “La Margareña” y así seguir con cada uno de sus grandes éxitos. El cantor salteño .
Habían pasado casi cuarenta minutos y unas 14 canciones cuando el Chaqueño Palavecino hizo por fin una pausa profunda: no sólo él y sus doce músicos necesitaban respirar, sino también la gente que desde que se puso de pie para verlo entrar al campo montado a caballo, no había tenido tiempo de sentarse, tan ocupada que estaba en mover el cuerpo y cantar.
Apenas si alcanzó a tomar un sorbo de vino tinto. “Dame un poquito de Manaos”, le pidió, chispeante, al extraño colaborador que estaba sentado a una mesa donde había pan y una damajuana, y que con un gran cuchillo cortaba trozos de un costillar. El Chaqueño le dió un mordisco a uno y le pasó el resto a alguien del público.
Incluso, casi ni se percató de la fugaz invasión al escenario de una figura vestida de mujer portando un cartel (algunas de las reconstrucciones del hecho que siguieron hablaban de un travesti con un mensaje contra la violencia de género).
El hombre sigue consiguiendo un intenso impacto popular, con argumentos más sencillos que sofisticados. La conmoción original parte de una caudalosa energía, con su voz siempre en alto, tirando y tirando como una locomotora la marcha de dedos apurados que lleva la banda, que podría definirse también como una orquesta criolla.
De sus doce apóstoles, cinco son guitarristas, y uno solo de ellos cumple la tarea de primera guitarra. Los demás marcan el ritmo con acordes sencillos pero que, todos juntos, hacen que suenan bien gordos. Luego, hay cuatro violines que le dan una tremenda fuerza a las melodías de enlace. Por último, un bandoneón, un bombo y un bajo, este último a cargo del talentoso Claudio Pacheco (de la familia de Dean Funes), director del grupo.
“Lo demás tiran papelitos de colores, nosotros comemos asado”: el cantor tiró una pista sobre sus modos de intentar llegar a la gente. La otra parte esencial de su razón es el repertorio, que reúne sobre todo zambas y chacareras que cuentan cosas de su paisaje original, de su gente, y del amor, claro, ya sea sea en la hora del desconsuelo como en la de la pasión carnal, como en el caso de Amor salvaje, su ya añoso éxito.
No son solo las letras que afirman su pertenencia regional (como en De pura cepa), sino sobre todo el estilo con que las aborda. Incluso, cuando presenta su versión de temas de Atahualpa Yupanqui, como El arriero y Piedra y camino, motivos de su inminente disco yupanquiano.
El Chaqueño Palavecino es un cantor bien criollo, sencillo, directo. Y la pasión con la que ejerce su oficio es tan intensa que se transmite de un modo claro y generoso, lo que le sigue trayendo de regreso fervor de multitudes.
Al cabo de una hora y media de cantar, de una treintena de canciones y de otro sprint final del Chaqueño a puro vértigo, la noche del martes terminó a las 3 y media de la mañana del miércoles.
Previo al esperado show del popular folclorista, desfilaron por el escenario Martín Fierro el dúo Orellana Lucca; Carlos Sánchez, “el Tucu”; Leandro Lovato, Vitin Martoccia y Alma Carpera, entre otros.
Programación de este miércoles
Abel Pintos, Fabricio Rodríguez, Destino San Javier, La Copla, Fran Salido, Los Duarte, Grupo Ceibo, Cielo Tierra, Andrés Clerc y Rey Manda. Además, está prevista la tradicional demostración de tropillas entabladas en el campo de la doma.Cadena3 | Crónica del Recital del Chaqueño: Alejandro Mareco (La Voz del Interior)
El Chaqueño Palavecino fue la gran atracción de la sexta jornada del Festival. (Foto Cadena3)
Este martes se definió el certamen de doma "Criolla Argentina". (Foto Cadena3)
El campeonato de Doma ingresa en la recta final. (Foto Cadena3)
Inseparables. "Lele" Lovato junto a su violín en la sexta noche de Jesús María. (Foto Cadena3)
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