Causa Hotesur | Stolbizer insistió ante Casación para ser querellante en la causa

La diputada alegó "gravedad institucional" ante los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, adonde llegó el planteo luego de que fuera rechazado tanto en primera instancia como en la Cámara Federal porteña.  (Foto Arch.: Tëlam)



Así lo expresó este mediodía ante los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, adonde llegó el planteo de la legisladora luego de que fuera rechazado tanto en primera instancia como en la Cámara Federal porteña.

Se trató de una breve audiencia en la que, sin la presencia de las otras partes, que optaron por no concurrir, la diputada, acompañada por su abogada, argumentó el planteo con el que apunta a sumarse como querellante en el expediente Hotesur.

"La gravedad institucional son las cuestiones que exceden el mero interés individual afectando de modo directo el interés general, el de la comunidad, porque lo que se encuentra en juego son principios básicos de la Constitución, el estado de derecho y las instituciones", argumentó Stolbizer sobre su pedido para ser parte en el expediente.

Además, la legisladora consideró que esa "gravedad institucional" quedó demostrada desde el inicio de la investigación porque ningún organismo del Estado se presentó a reclamar un lugar como querellante en la causa, como "deberían haberlo la Oficina Anticorrupción, la AFIP, la UIF, el Banco Central u otros".

Actualmente, el destino de esa causa se encuentra en manos de la Cámara Federal porteña, que debe definir si la investigación queda en manos del juez federal Daniel Rafecas o de su par Julián Ercolini, luego de una apelación presentada por el fiscal Carlos Stornelli.

Mientras tanto, la Sala I de Casación Penal –integrada por los jueces camaristas Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos- debe definir dentro de los próximos cinco días hábiles si se acepta o no como querellante a Margarita Stolbizer en el expediente.

Para eso, debía cumplirse el paso formal de la audiencia convocada para hoy, que finalmente se concretó con la presencia de los camaristas, de la legisladora y de la abogada Silvina Martínez.

En ese marco, la diputada del GEN remarcó su intención de “cooperar” en la causa y sostuvo que su participación “no generaría inconveniente” sino que, por el contrario, lo que lleva investigado podría constituir “un aporte” al proceso, con "pruebas que pueden sumar a la búsqueda de la verdad".

En este sentido, reclamó a Casación Penal que haga prevalecer “el fundamento constitucional, basado en la gravedad institucional detrás de esta investigación, que afecta de manera directa al interés público”.

“La corrupción no es un delito meramente económico sino que pone en juego a los derechos humanos”, esgrimió la propia diputado al fundamentar su planteo ante los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal.

Antes, la abogada Silvina Martínez había advertido sobre “la arbitrariedad de criterio que se intenta imponer en esta causa” y subrayado que la incorporación de Stolbizer como querellante “funcionaría como un agente dinamizador” de la causa.

También, cuestionó el “repentino desconocimiento del objeto procesal” que a su criterio tuvo lugar en el marco del expediente, que aún no se sabe si quedará en manos de Rafecas o de Ercolini.

De acuerdo con lo previsto por el Código Procesal Penal, pasada la instancia de la audiencia de hoy, la Cámara de Casación tiene un plazo de cinco días hábiles para definir si acepta o rechaza el planteo de Stolbizer, que ya cosechó el revés de las dos instancias anteriores.

El expediente Hotesur investiga si hubo lavado de dinero por parte de empresas privadas –principalmente de Lázaro Báez- al contratar habitaciones de los hoteles "Alto Calafate" y "Los Sauces", de la familia Kirchner, que nunca fueron usadas.

En ese marco, se encuentran imputados la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner; su hijo Máximo, actualmente diputado nacional; Romina Mercado, hija de la gobernadora Alicia Kirchner; y Osvaldo Sanfelice. 

 

 

Télam