San Carlos: el nuevo club santarroseño

La institución se incorporará a la Liga Cultural de Fútbol. Podría jugar en la Primera B.  (Foto: El Diario LP)

Si todos los papeles están en regla, en los próximos días se aprobaría la afiliación de una nueva institución en la capital pampeana. Se trata del Club San Carlos, que tiene como barrio de referencia el Santa María de La Pampa, ubicado en el noreste de Santa Rosa.

En 2015, estuvo a unas pocas firmas de poder participar del torneo de Primera B de la Liga Cultural. Sin embargo, faltó un trámite y se tuvo que quedar afuera de poder hacer el debut en un campeonato oficial.

Pese a ello no bajó los brazos y siguió entrenando bajo las órdenes de Carlos Suhurt, el director técnico que le da nombre a la institución, como cuenta el jugador y -a veces- director técnico Facundo Bideplan: “El nombre del club se eligió en homenaje al que es el fundador del proyecto, Carlos Suhurt. Cuando se reunió la Comisión en 2014 se eligió ese nombre”.

“El barrio que representamos es el Santa María de La Pampa. Allí estamos entrenando en el predio al lado de los silos, bien al fondo. La mayoría de los chicos de fútbol infantil e inferiores son de ahí. En Primera y Juveniles algunos chicos son de ahí. El color de la camiseta es naranja con negro”, explicó.

Durante el año pasado jugaron algunos amistosos. Primero en Trenque Lauquen, donde igualaron 1-1. Luego viajaron a Ataliva Roca y trajeron una victoria por 1-0. También hicieron fútbol ante All Boys y Atlético Santa Rosa. Beto Ferreyra anotó el gol en la victoria del último amistoso sobre Unión y Amistad.

“En estos días se firma el convenio con Sarmiento o Santa Rosa. Tenemos que apurarnos porque hay que meter todos los pases al ser un club nuevo y tratar de llegar en regla de acá al inicio del campeonato”, se ilusionó.

“En 2015 lo que pasó fue que nosotros ya habíamos hecho toda la pretemporada para ingresar en la Liga Cultural en Primera B pero al no tener el convenio con la cancha lamentablemente nos tuvimos que quedar afuera. Eso sucedió prácticamente el mismo día del fixture, no sabíamos si entrábamos o no. Como no se hizo la Liga Central, tuvimos que quedarnos afuera, seguimos entrenando y jugamos amistosos pero no en competencia”, relató Bideplan.

- ¿Cuentan con algún jugador que haya jugado en otro club?
- Ninguno de los chicos ha jugado en otro lado. La mayoría somos chicos juveniles, casi todos menores de 23 años.

- ¿Reciben algún apoyo económico?
- Más que apoyo económico se trabaja con rifas y venta de cosas. Colaboramos todos, al ser un club nuevo no se le regala nada a nadie. Todos damos una mano porque queremos jugar y ascender.

La institución crece día a día, la polémica también, hay quienes son muy críticos de estos clubes que nacen, crecen y rápidamente pasan al olvido. “Dependen del político de turno”, dice uno.

Villa del Parque, Itatí, Luz y Fuerza, Mutual Guardavidas, Che Guevara, Villa Germinal, Matadero y Defensores de Los Hornos son algunos de los clubes que han pasado sin pena ni gloria. Algunos llegaron más lejos, la mayoría no. ¿Le sirvieron al barrio? ¿Les sirvieron a los pibes?

Lo cierto es que los potreros y las instituciones deportivas son necesarios en los, cada vez más crecidos, barrios de Santa Rosa para contener a los pibes, para que no pasen las horas en las esquinas y -al contrario- tengan más minutos adentro de una cancha aprendiendo las leyes de la vida que puede enseñarles el fútbol: el compañerismo, la expresión, el coraje, la educación y otros valores, que se lleva el viento en cada esquina sin una cancha.

 

 

El Diario LP