Santa Rosa | Juez concede habeas corpus a presos de la U-4
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2016/08/santa-rosa-juez-concede-habeas-corpus.html
En la Colonia Penal hay 390 presos -la gran mayoría, con condena-. De esa cifra, hay 270 internos condenados trabajando y 37 procesados trabajando. Existe, además, un porcentaje que quiere trabajar y no puede por falta de vacante.
Los denunciantes dijeron que sufrieron una reducción importante de horas laborales a partir de los meses de mayo/junio y, en otros pocos casos, la falta de afectación laboral. "De tener en el mes de mayo de 200 o 192 o 170 horas, pasaron a reducirse en 120, 80 o 30, según el caso", dijo el defensor Carlos Riela.
Denunciaron violaciones, que a su criterio, agravan sus condiciones de detención. En concreto la denuncia apuntó al área de trabajo de la Unidad 4.
¿Qué argumentó la penitenciaría?
En principio, que la mayoría de los talleres se encuentran fuera del perímetro de seguridad. Por falta de presupuesto, aún no se realizaron tejidos y garitas de seguridad para que puedan salir a trabajar con más asiduidad. Además, deben sumar más personal y crear nuevos talleres.
Dentro de la unidad hay dos talleres: cocina y elaboración de pan, donde están afectados 20 internos. Ya fuera del predio, hay talleres de herrería, sastrería, carpintería, mecánica y albañilería, con 91 internos afectados.
La Jefatura de Trabajo de la Penitenciaría explicó por qué se les redujeron las horas: dijo que se debió a que el control laboral de asistencia de los internos trabajadores a la fecha anterior al mes de febrero era inexacto o al menos deficiente.
"Me presenté en febrero en el año laboral y cuando empiezo a controlar planillas y presentismo veo que había muchas faltas. Bajé y pedí a los internos que trabajen, que les dije que si no bajaban a trabajar no se les iba a pagar. Que les dije claramente que si no bajaban a trabajar no iban a cobrar. Que por cuestiones operativas trabajan 4 horas por día y nosotros le estamos pagando 8 horas diarias. Que desde ese momento que les dijo eso el presentismo aumentó notablemente", manifestó.
El juez Salas, al entrar a analizar el caso, sostuvo que "el servicio penitenciario federal debe garantizar el ejercicio del derecho a trabajar de los internos, para lo cual debe organizarlo de manera que se permita al interno una jornada laboral cuyo cumplimiento no impida el goce del resto de sus derechos esenciales (descanso y visitas), y además, que sea programada de manera que sea posible el trabajo efectivo de la cantidad de horas mínimas necesarias para acceder a la remuneración" acorde a la legislación laboral de los presos.
El magistrado dijo que esta cárcel tiene los siguientes déficits:
a) no es posible en la U4 la realización de tareas laborales los días sábado y domingo;
b) tampoco es posible el trabajo a jornada diaria completa, dado que los talleres permanecen cerrados en horas de la tarde;
c) se está esperando la implementación de varios talleres nuevos y la ubicación de máquinas en los talleres ya existentes, lo que fue solicitado a la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario.
Sostuvo, asimismo, que se debe tener en cuenta que no es posible organizar una jornada laboral en la unidad, y una remuneración digna como resultado de ella, sin que se considere:
a) que los internos tienen derecho a recibir visitas -de familiares o amigos-;
b) que los internos deben acceder como mínimo a una jornada de descanso higiénico semanal.
Finalmente, en primer lugar, el juez ordenó "retrotraer el estado de las cosas a la situación existente con anterior producido en la forma de computar -y remunerar- las horas trabajadas" desde mayo. Así, se deberá remunerar la cantidad de horas que se le reconocía a cada interno al mes de mayo.
En segundo lugar, le dio 60 días al Servicio Penitenciario para "dar cumplimiento a los requerimientos de formalización de los talleres nuevos y provisión de maquinarias aludidos por las autoridades de la U4 en la audiencia" de habeas corpus.
En tercer lugar, ordenó que "en todo cambio organizativo o de programación que se instrumente en el futuro, como modificación del estado de cosas existente al mes de mayo, se deberá considerar la remuneración mínima, en relación a la cantidad de horas efectivamente disponibles. De esa manera se deberían descontar los periodos semanales en los que no exista la posibilidad práctica de trabajar (como ocurre hoy día durante los fines de semana y la jornada vespertina) y la falta de talleres disponibles para trabajar".
Dentro de la unidad hay dos talleres: cocina y elaboración de pan, donde están afectados 20 internos. Ya fuera del predio, hay talleres de herrería, sastrería, carpintería, mecánica y albañilería, con 91 internos afectados.
La Jefatura de Trabajo de la Penitenciaría explicó por qué se les redujeron las horas: dijo que se debió a que el control laboral de asistencia de los internos trabajadores a la fecha anterior al mes de febrero era inexacto o al menos deficiente.
"Me presenté en febrero en el año laboral y cuando empiezo a controlar planillas y presentismo veo que había muchas faltas. Bajé y pedí a los internos que trabajen, que les dije que si no bajaban a trabajar no se les iba a pagar. Que les dije claramente que si no bajaban a trabajar no iban a cobrar. Que por cuestiones operativas trabajan 4 horas por día y nosotros le estamos pagando 8 horas diarias. Que desde ese momento que les dijo eso el presentismo aumentó notablemente", manifestó.
El juez Salas, al entrar a analizar el caso, sostuvo que "el servicio penitenciario federal debe garantizar el ejercicio del derecho a trabajar de los internos, para lo cual debe organizarlo de manera que se permita al interno una jornada laboral cuyo cumplimiento no impida el goce del resto de sus derechos esenciales (descanso y visitas), y además, que sea programada de manera que sea posible el trabajo efectivo de la cantidad de horas mínimas necesarias para acceder a la remuneración" acorde a la legislación laboral de los presos.
El magistrado dijo que esta cárcel tiene los siguientes déficits:
a) no es posible en la U4 la realización de tareas laborales los días sábado y domingo;
b) tampoco es posible el trabajo a jornada diaria completa, dado que los talleres permanecen cerrados en horas de la tarde;
c) se está esperando la implementación de varios talleres nuevos y la ubicación de máquinas en los talleres ya existentes, lo que fue solicitado a la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario.
Sostuvo, asimismo, que se debe tener en cuenta que no es posible organizar una jornada laboral en la unidad, y una remuneración digna como resultado de ella, sin que se considere:
a) que los internos tienen derecho a recibir visitas -de familiares o amigos-;
b) que los internos deben acceder como mínimo a una jornada de descanso higiénico semanal.
Finalmente, en primer lugar, el juez ordenó "retrotraer el estado de las cosas a la situación existente con anterior producido en la forma de computar -y remunerar- las horas trabajadas" desde mayo. Así, se deberá remunerar la cantidad de horas que se le reconocía a cada interno al mes de mayo.
En segundo lugar, le dio 60 días al Servicio Penitenciario para "dar cumplimiento a los requerimientos de formalización de los talleres nuevos y provisión de maquinarias aludidos por las autoridades de la U4 en la audiencia" de habeas corpus.
En tercer lugar, ordenó que "en todo cambio organizativo o de programación que se instrumente en el futuro, como modificación del estado de cosas existente al mes de mayo, se deberá considerar la remuneración mínima, en relación a la cantidad de horas efectivamente disponibles. De esa manera se deberían descontar los periodos semanales en los que no exista la posibilidad práctica de trabajar (como ocurre hoy día durante los fines de semana y la jornada vespertina) y la falta de talleres disponibles para trabajar".
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