Murió "Peperina", la cordobesa inmortalizada por Serú Girán

MIRÁ EL VIDEO Se trata de Patricia Perea, pionera entre las periodistas de rock en la dictadura. Charly García la hizo famosa contra su voluntad con una canción en respuesta a una crítica de un show. (Foto: Día a Día)

Murió este domingo la ex periodista de rock Patricia Perea, una cordobesa inmortalizada como “Peperina” en una canción de Charly García que se convirtió en un clásico de la banda Serú Girán.

Pionera en las crónicas de rock durante la última dictadura militar, recordó en su última entrevista (brindada a José Heinz de La Voz del Interior, el 20 de agosto de 2015), que la canción surgió como una respuesta a una crítica que ella había escrito para la recordada revista Expreso Imaginario y que desató la furia de Charly, que la nombró en la canción, por un presunto affaire de la cronista con su representante. 

En la entrevista mencionada, la protagonista lo confirmó así: “Con quien yo tuve un affaire fue con Daniel Grinbank (mánager de Serú Girán), hasta me propuso ponerme la plata para hacer una revista y que yo fuera la directora. Pero no me interesó trabajar con él”.

En aquella cobertura del recital brindado por Serú Girán el 16 de noviembre de 1979, Perea escribió: “¿Valió la pena? Rotundamente no. Participamos de un espectáculo decadente (conste que digo espectáculo y no concierto) en el cual García empleó más su cotizado tiempo en hacer híbridas cabriolas sobre el escenario que en usar sus teclados”.

En la canción, García no se privó de nada y también mencionaba un romance que la mujer mantuvo con el representante de la banda, el empresario Daniel Grinbank.

Perea padeció durante años el hecho de haber sido estigmatizada en esa letra y música de Charly. Tras dejar el mundo del rock, estudió filosofía.


Cadena3 | La Voz del Interior | ´Día a Día

Peperina  (Charly García)

Quiero contarles una buena historia
la de una chica que vivió la euforia
de ser parte del rock
tomando té de peperina. 

Típicamente mente pueblerina
no tenía huevos para la oficina
subterráneo lugar de rutinaria ideología. 

Romántica entonaba los poemas más brillantes
susurrándo al oído de mil representantes:
te amo, te odio, dame más.

Mirando al campo se olvidó del hombre
mirando al rico se vistió de pobre
para poder saber lo que chusmeaban las vecinas.

En su cabeza lleva una bandera
ella no quiere ser como cualquiera
ella adora mostrar la paja de la cara ajena

Y dentro de su cuento ella era cenicienta,
su príncipe era un hippie de los años sesenta
te amo, te odio, dame más.

Trabaja en los recitales,
vive escribiendo postales
duerme con los visitantes
y juega con los locales
su cuerpo tiene pegada grasa de las capitales.
Te amo, te odio, dame más