Tenis | El austríaco Thiem y el esloveno Bedene son finalistas del Argentina Open
https://www.lapampadiaxdia.com.ar/2018/02/tenis-el-austriaco-thiem-y-el-esloveno.html
Foto: Agencia IAM |
Thiem, máximo favorito al título, y el esloveno Bedene, la gran sorpresa, avanzaron a la final del Argentina Open tras imponerse en sus respectivas semifinales sobre el francés Monfils y Delbonis, el último tenista local en caer eliminado sobre un total de nueve que ingresaron al cuadro principal.
Thiem, ubicado en el sexto puesto del ranking mundial de la ATP y campeón en Buenos Aires en 2016, rindió en un nivel excelso, con un tenis sin fisuras, y apabulló el exótico Monfils (43) por 6-2 y 6-1 en poco más de una hora, ante 5.400 personas que completaron el Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde hubo por tercer día consecutivo el cartelito "entradas agotadas".
La tarde en el estadio ubicado en el barrio porteño de Palermo había comenzado con desilusión por la caída de Delbonis (70) frente al esloveno Bedene (51) por 6-4, 2-6 y 6-2 en un partido jugado bajo un calor agobiante y que duró una hora y 55 minutos.
La caída de "Delbo" le puso fin a la ilusión de contemplar a un campeón argentino, algo que sucedió por última vez hace una década, cuando alzó el trofeo el cordobés de Unquillo Nalbandian en 2008 tras imponerse en la final sobre el misionero José "Chucho" Acasuso.
Ese título del "Rey David" fue el último de un argentino, puesto que luego sobrevinieron siete campeones españoles, incluído el gran "Rafa" Nadal e 2015, más el mencionado de Thiem y el del ucraniano Alexandr Dolgopolov el año pasado.
El esloveno de 28 años y confeso admirador del cordobés Nalbandian, irá en busca de su primer título en el circuito mañana desde las 14 ante Thiem, con quien perdió dos veces, en Roland Garros 2015 y Doha el mes pasado, y su única victoria fue en el Challenger de Irving, Texas, en 2015.
El público argentino se había ilusionado por la presencia de cuatro exponentes locales en cuartos de final, el mencionado Delbonis, más Guido Pella, Leonardo Mayer y Diego Schwartzman, algo que no se daba desde 2011, esa vez con Nalbandian, José Acasuso, Juan Ignacio Chela y Juan Mónaco.
Sin embargo, ayer quedaron afuera Pella, Mayer y Schwartzman, y el único que llegó a semifinales fue Delbonis, en su mejor actuación en Buenos Aires, con buenos triunfos ante el alemán Florian Mayer (418), el portugués Gastao Elias (114) y el español Guillermo García López (69).
Hoy el azuleño no pudo con el esloveno Bedene, quien en cuartos de final había dado muestras de su poderío cuando le ganó sin objeciones al "Peque" Schwartzman.
El primer set fue una radiografía de lo que sería el partido, con el esloveno imponiendo condiciones desde su poderoso servicio y apoyado en una derecha potente que le permitía dominar la cancha, mientras Delbonis esperaba agazapado y retrasado, al punto de que fue sorprendido con varios drops que no llegó a responder.
El argentino cedió su saque en el primer punto del partido y esa mínima ventaja fue la que le costó el parcial, ya que no estuvo fino con la devolución y ese punto fue clave.
Si bien "Delbo" intentó moverlo al esloveno y atacarlo por el lado del revés, esa táctica no le bastó y perdió el parcial por 6-4 en 49 minutos, en un estadio convertido en una caldera por el calor sofocante y el aliento del público para el "héroe" de la Davis.
En el segundo set, el esloveno quebró de nuevo (2-1) y a esta altura parecía que tenía todo encaminado, sin embargo Delbonis recuperó enseguida para igualar 2-2 y cambió de estrategia, algo que comenzó a darle resultados.
El "zurdo" dio un par de pasos adelante en la cancha, comenzó a quitarle tiempo a Bedene para que pueda armar sus golpes cómodo y lo movió de un lado a otro, así tuvo la iniciativa y el set comenzó a inclinarse para su lado.
Con el apoyo del público, Delbonis quebró de nuevo (4-2) y sacó de forma implacable para estirar a 5-2 y luego cerró por 6-2 tras apoderarse nuevamente del servicio de su rival.
En el set definitivo, el esloveno impuso de nuevo sus condiciones, a esta altura impresionaba con sus golpes paralelos, tanto de derecha como de revés, y con un saque que hacía daño se puso arriba 5-1 con dos quiebres sobre el servicio de "Delbo", confundido y extenuado físicamente.
La definición del partido llegó con el saque de Delbonis, muy flojo y anunciado, fácil para Bedene que lo quebró de nuevo y se llevó el set sin vacilaciones por un categórico 6-1.
El argentino, aturdido, se marchó cabizbajo porque tenía la ilusión de llegar al domingo, y lo intentó, pero se encontró con un rival muy superior.
Lo que siguió en la segunda semifinal fue un monólogo de Thiem, quien dejó claro que vino a Buenos Aires a ganar el torneo, como hizo hace dos años cuando brilló durante toda la semana, sobre todo en los triunfos sobre el mallorquín Rafael Nadal en semifinales y el murciano Nicolás Almagro en la final.
El austríaco ofreció un concierto de saques y derechas ante Monfils, y le ganó muy cómodo los dos sets, jugando en un nivel superlativo, mucho mejor que lo que había mostrado anoche en cuartos de final ante el bahiense Pella.
Thiem, quien está invicto en Buenos Aires (ganó los ocho partidos que jugó), lo frustró a Monfils, se llevó un triunfo cómodo, sin pasar ningún sobresalto, y de repetir su nivel en la final no debería tener inconvenientes para superar a Bedene, un tenista bueno pero con una velocidad de pelota inferior, y esa puede ser la clave del partido.
Cómo habrá sido de fácil el partido para Thiem, que ni bien terminado, descansó apenas una hora y se unió al "Peque" Schwartzman para jugar en la cancha 2 del estadio la semifinal de dobles ante los especialistas colombianos Robert Farah y Juan Sebastián Cabal.
Diario Jornada
Thiem, ubicado en el sexto puesto del ranking mundial de la ATP y campeón en Buenos Aires en 2016, rindió en un nivel excelso, con un tenis sin fisuras, y apabulló el exótico Monfils (43) por 6-2 y 6-1 en poco más de una hora, ante 5.400 personas que completaron el Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde hubo por tercer día consecutivo el cartelito "entradas agotadas".
La tarde en el estadio ubicado en el barrio porteño de Palermo había comenzado con desilusión por la caída de Delbonis (70) frente al esloveno Bedene (51) por 6-4, 2-6 y 6-2 en un partido jugado bajo un calor agobiante y que duró una hora y 55 minutos.
La caída de "Delbo" le puso fin a la ilusión de contemplar a un campeón argentino, algo que sucedió por última vez hace una década, cuando alzó el trofeo el cordobés de Unquillo Nalbandian en 2008 tras imponerse en la final sobre el misionero José "Chucho" Acasuso.
Ese título del "Rey David" fue el último de un argentino, puesto que luego sobrevinieron siete campeones españoles, incluído el gran "Rafa" Nadal e 2015, más el mencionado de Thiem y el del ucraniano Alexandr Dolgopolov el año pasado.
El esloveno de 28 años y confeso admirador del cordobés Nalbandian, irá en busca de su primer título en el circuito mañana desde las 14 ante Thiem, con quien perdió dos veces, en Roland Garros 2015 y Doha el mes pasado, y su única victoria fue en el Challenger de Irving, Texas, en 2015.
El público argentino se había ilusionado por la presencia de cuatro exponentes locales en cuartos de final, el mencionado Delbonis, más Guido Pella, Leonardo Mayer y Diego Schwartzman, algo que no se daba desde 2011, esa vez con Nalbandian, José Acasuso, Juan Ignacio Chela y Juan Mónaco.
Sin embargo, ayer quedaron afuera Pella, Mayer y Schwartzman, y el único que llegó a semifinales fue Delbonis, en su mejor actuación en Buenos Aires, con buenos triunfos ante el alemán Florian Mayer (418), el portugués Gastao Elias (114) y el español Guillermo García López (69).
Hoy el azuleño no pudo con el esloveno Bedene, quien en cuartos de final había dado muestras de su poderío cuando le ganó sin objeciones al "Peque" Schwartzman.
El primer set fue una radiografía de lo que sería el partido, con el esloveno imponiendo condiciones desde su poderoso servicio y apoyado en una derecha potente que le permitía dominar la cancha, mientras Delbonis esperaba agazapado y retrasado, al punto de que fue sorprendido con varios drops que no llegó a responder.
El argentino cedió su saque en el primer punto del partido y esa mínima ventaja fue la que le costó el parcial, ya que no estuvo fino con la devolución y ese punto fue clave.
Si bien "Delbo" intentó moverlo al esloveno y atacarlo por el lado del revés, esa táctica no le bastó y perdió el parcial por 6-4 en 49 minutos, en un estadio convertido en una caldera por el calor sofocante y el aliento del público para el "héroe" de la Davis.
En el segundo set, el esloveno quebró de nuevo (2-1) y a esta altura parecía que tenía todo encaminado, sin embargo Delbonis recuperó enseguida para igualar 2-2 y cambió de estrategia, algo que comenzó a darle resultados.
El "zurdo" dio un par de pasos adelante en la cancha, comenzó a quitarle tiempo a Bedene para que pueda armar sus golpes cómodo y lo movió de un lado a otro, así tuvo la iniciativa y el set comenzó a inclinarse para su lado.
Con el apoyo del público, Delbonis quebró de nuevo (4-2) y sacó de forma implacable para estirar a 5-2 y luego cerró por 6-2 tras apoderarse nuevamente del servicio de su rival.
En el set definitivo, el esloveno impuso de nuevo sus condiciones, a esta altura impresionaba con sus golpes paralelos, tanto de derecha como de revés, y con un saque que hacía daño se puso arriba 5-1 con dos quiebres sobre el servicio de "Delbo", confundido y extenuado físicamente.
La definición del partido llegó con el saque de Delbonis, muy flojo y anunciado, fácil para Bedene que lo quebró de nuevo y se llevó el set sin vacilaciones por un categórico 6-1.
El argentino, aturdido, se marchó cabizbajo porque tenía la ilusión de llegar al domingo, y lo intentó, pero se encontró con un rival muy superior.
Lo que siguió en la segunda semifinal fue un monólogo de Thiem, quien dejó claro que vino a Buenos Aires a ganar el torneo, como hizo hace dos años cuando brilló durante toda la semana, sobre todo en los triunfos sobre el mallorquín Rafael Nadal en semifinales y el murciano Nicolás Almagro en la final.
El austríaco ofreció un concierto de saques y derechas ante Monfils, y le ganó muy cómodo los dos sets, jugando en un nivel superlativo, mucho mejor que lo que había mostrado anoche en cuartos de final ante el bahiense Pella.
Thiem, quien está invicto en Buenos Aires (ganó los ocho partidos que jugó), lo frustró a Monfils, se llevó un triunfo cómodo, sin pasar ningún sobresalto, y de repetir su nivel en la final no debería tener inconvenientes para superar a Bedene, un tenista bueno pero con una velocidad de pelota inferior, y esa puede ser la clave del partido.
Cómo habrá sido de fácil el partido para Thiem, que ni bien terminado, descansó apenas una hora y se unió al "Peque" Schwartzman para jugar en la cancha 2 del estadio la semifinal de dobles ante los especialistas colombianos Robert Farah y Juan Sebastián Cabal.
Diario Jornada
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