Lujos de realeza | Las absurdas tareas de los empleados de la reina Isabel II
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La reina cuenta con 1200 servidores ,entre mucamas y cocineros, donde algunos de ellos realizan actividades insólitas como cortar la comida de la realeza.
Uno de los últimos empleos que requería la reina Isabell II era una persona que pudiera responder las cartas que le envían. La reina tiene a 1200 personas listas para ponerse a su servicio para hacer desde las actividades más complicadas hasta las más absurdas. Algunas rozan la ridiculez y ellas son:
Cortador de carne: lleva el nombre de Grand Carver y se encarga de cortar la carne de la reina para servirle, de ese modo, la pieza lista para comer en su plato. En el protocolo de la realeza, ésta tiene prohibido cortar su propia comida.
Ablandador de zapatos: una persona con el mismo talle de pie que la reina se encarga de caminar sus zapatos por los pasillos del palacio para que ésta no sufra en los actos formales, sobre todo cuando era más joven que debía permanecer mucho tiempo parada.
Guardián de estampillas: fue un puesto creado por Isabel II luego de que su padre, Jorge VI, muriera y dejara una enorme colección de estampillas. Para que éstas no corran peligro y se mantengan en buenas condiciones contrató a una persona que se encargara exclusivamente de la colección.
Encargado de la hora: son dos personas que se dedican a darle cuerda a los 350 relojes que tiene el Palacio de Buckingham. Un puesto que existe desde siglos atrás y que lo hacen una vez a la semana para mantener a todos los relojes sincronizados y en la hora correspondiente.
Pulidores de mesa: se encargan únicamente del mantenimiento de todas las que hay en el palacio. Algunas son tan largas que los empleados caminan sobre ellas con papeles en los pies.
Barrenderos del vestíbulo: ellos únicamente limpian la entrada del Palacio hasta unas cinco veces por día.
Para la época de Navidad Isabel II le regala a sus empleados un budín de 800 gramos, comprados en un famoso supermercado de Inglaterra, Tesco, que cuesta alrededor de 10 dólares. Con 1500 budines lo entrega tanto a sus empleados, como a los del correo y policías, junto con una tarjeta de felicitación y buenos deseos por Navidad.
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