#Santoral | Hoy la Iglesia recuerda a Santos Luis Versiglia y Calixto Caravario, mártires salesianos
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| = Imagen: WEB = |
Sufrieron el martirio en manos de comunistas chinos a causa de su acción pastoral en favor de las personas que les fueron confiadas
Hoy también se festeja a:
Martirologio romano: Junto al río Beijiang, cerca de la ciudad de Shiuchow, en la provincia china de Guanddong, santos mártires Luis Versiglia, obispo, y Calixto Caravario, presbítero, de la Sociedad Salesiana, que sufrieron el martirio por causa de su acción pastoral en favor de las personas que les estaban confiadas (1930).
San Calixto Caravario y Luis Versiglia (Obispo), son unos mártires del siglo 20 quienes ofrecieron sus vidas al servicio de la evangelización en China.
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Fue educado en una escuela abierta por San Juan Bosco unos 50 años antes. Calixto servía en la misa de la mañana todos los días y era uno de los alumnos más destacados de su clase. Se le alentó a unirse a la comunidad de sacerdotes salesianos que proveían de personal a la escuela.
En 1922, el obispo Versiglia, que trabajó en las misiones en el extranjero, visitó la escuela para compartir sus experiencias en China con la comunidad salesiana. "Señor Obispo, usted me verá en China”, dijo Calixto
Cuando el rector de la escuela se fue de misiones al territorio de China, Calixto le rogó para que lo dejara irse con él. Más pronto de lo que se pensaba Calixto estaría escribiendo su madre nuevamente que él estaba enseñando el catecismo en chino.
Fue enviado a Macao y luego a Timor, donde su ejemplo de bondad y discipulado animó a muchas personas. "Mi buena madre, ora para que tu Calixto pueda ser, no sólo medio sacerdote, sino un sacerdote completamente”, escribió a su madre.
En 1929, Calixto hace su sueño realidad y es ordenado sacerdote por el obispo Versiglia y encargado de la misión en Lin Chow. Visitó con prontitud a todas las familias de la zona y se conectó espiritualmente con todo los niños de allí.
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La situación política en China fue empeorando desde 1927 con la guerra civil entre las fuerzas gubernamentales y comunistas. Empezaron las persecuciones y los extranjeros y los cristianos fueron atacados vorazmente
En 1930, Calixto acompañaba al Obispo Versiglia mientras viajaba a través de la misión de Lin Chow en barco en una visita pastoral. Algunos niños y niñas viajaban con ellos. Dos maestros, dos catequistas y una alumna. En eso, en un lugar aislado del río, un grupo de piratas rebeldes comunistas detuvo la nave, y le exigieron que les entregaran a las muchachas. El Obispo Versiglia y Calixto se negaron. Los dos fueron doblegados por los piratas y atados. Tuvieron tiempo para oír sus confesiones el uno con otro antes de ser asesinados.
Santos Calixto Caravario y Luis Versiglia, misioneros de China, ustedes quienes entregaron sus vidas por defender la virginidad y el honor de unas jóvenes doncellas, y defendieron con valentía a todas las personas que amaban y servían, rueuen por nosotros. Amén
- Diego Yuki Ruosetsu, Beato
- Gerlando de Agrigento, Santo
- Toribio Romo González, Santo.
- Aldetrudis, Santa
- Ciriaco María Sancha y Hervás, Beato
Martirologio romano: Junto al río Beijiang, cerca de la ciudad de Shiuchow, en la provincia china de Guanddong, santos mártires Luis Versiglia, obispo, y Calixto Caravario, presbítero, de la Sociedad Salesiana, que sufrieron el martirio por causa de su acción pastoral en favor de las personas que les estaban confiadas (1930).
San Calixto Caravario y Luis Versiglia (Obispo), son unos mártires del siglo 20 quienes ofrecieron sus vidas al servicio de la evangelización en China.
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Biografía
San Calixto Caravario nació cerca de Turín, Italia, en 1903, él era un hombre muy tranquilo y tan reflexivo como un niño. Incluso cuando él era joven, tenía una práctica regular de la oración. Amaba mucho a su madre y se mantuvo en estrecho contacto con ella durante toda su vida escribiéndole muchas cartas.Fue educado en una escuela abierta por San Juan Bosco unos 50 años antes. Calixto servía en la misa de la mañana todos los días y era uno de los alumnos más destacados de su clase. Se le alentó a unirse a la comunidad de sacerdotes salesianos que proveían de personal a la escuela.
En 1922, el obispo Versiglia, que trabajó en las misiones en el extranjero, visitó la escuela para compartir sus experiencias en China con la comunidad salesiana. "Señor Obispo, usted me verá en China”, dijo Calixto
Cuando el rector de la escuela se fue de misiones al territorio de China, Calixto le rogó para que lo dejara irse con él. Más pronto de lo que se pensaba Calixto estaría escribiendo su madre nuevamente que él estaba enseñando el catecismo en chino.
Fue enviado a Macao y luego a Timor, donde su ejemplo de bondad y discipulado animó a muchas personas. "Mi buena madre, ora para que tu Calixto pueda ser, no sólo medio sacerdote, sino un sacerdote completamente”, escribió a su madre.
En 1929, Calixto hace su sueño realidad y es ordenado sacerdote por el obispo Versiglia y encargado de la misión en Lin Chow. Visitó con prontitud a todas las familias de la zona y se conectó espiritualmente con todo los niños de allí.
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La situación política en China fue empeorando desde 1927 con la guerra civil entre las fuerzas gubernamentales y comunistas. Empezaron las persecuciones y los extranjeros y los cristianos fueron atacados vorazmente
En 1930, Calixto acompañaba al Obispo Versiglia mientras viajaba a través de la misión de Lin Chow en barco en una visita pastoral. Algunos niños y niñas viajaban con ellos. Dos maestros, dos catequistas y una alumna. En eso, en un lugar aislado del río, un grupo de piratas rebeldes comunistas detuvo la nave, y le exigieron que les entregaran a las muchachas. El Obispo Versiglia y Calixto se negaron. Los dos fueron doblegados por los piratas y atados. Tuvieron tiempo para oír sus confesiones el uno con otro antes de ser asesinados.
Santos Calixto Caravario y Luis Versiglia, misioneros de China, ustedes quienes entregaron sus vidas por defender la virginidad y el honor de unas jóvenes doncellas, y defendieron con valentía a todas las personas que amaban y servían, rueuen por nosotros. Amén
