La caída de la demanda en Brasil golpea a la industria automotriz argentina
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= Foto: WEB = |
Según datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), las exportaciones de vehículos cayeron un 32% en lo que va del año, en comparación con el mismo período de 2024.
Las fábricas automotrices en Argentina experimentaron una disminución en sus exportaciones, principalmente debido a la caída de la demanda desde Brasil. Esta situación se atribuyó a un aumento en las tasas de interés y la devaluación del real, medidas implementadas por el gobierno de Lula da Silva.
Como resultado, la competitividad de los vehículos argentinos se vio afectada, lo que llevó a la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (ANFAVEA) a ajustar a la baja sus proyecciones de ventas para el año.
De acuerdo con la información proporcionada por la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), las exportaciones de vehículos argentinos hacia Brasil se redujeron en un 32% en comparación con el mismo período de 2024. En términos generales, el sector automotriz registró una baja del 13,5% en sus exportaciones, influenciado también por la contracción de mercados como Colombia y Perú. Sin embargo, este descenso fue parcialmente compensado por un aumento en las ventas hacia América Central.
Uno de los efectos más notables de esta situación se observó en la planta de General Motors ubicada en Rosario. La producción se detendría durante tres semanas a partir del 25 de marzo, con el objetivo de ajustar el ritmo de fabricación a la menor demanda. Durante este tiempo, los trabajadores recibirían el 75% de sus salarios, según lo convenido con el sindicato Smata.
La planta de Alvear, que produce el modelo Tracker, también se vio afectada, ya que este vehículo se ensambla en Brasil. La disminución de la demanda en el país vecino podría provocar paradas temporarias en otras instalaciones de GM, incluyendo las de San Caetano do Sul, Gravataí y San José dos Campos.
En Argentina, la filial de GM ya había enfrentado desafíos en su producción, incluyendo períodos de inactividad y un plan de retiros voluntarios que afectó a 300 de sus 600 operarios.
A pesar de la crisis actual, la automotriz anunció una inversión de 50 millones de dólares para la renovación del modelo Tracker, lo que implicaría otra pausa en la producción en junio para realizar las adaptaciones necesarias en la planta.
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